¿Qué pasa si no te tratas una verruga?

Vivir con una Verruga: ¿Qué Pasa si No la Trato?

Las verrugas, esas pequeñas protuberancias en la piel, suelen ser inofensivas. Sin embargo, su apariencia puede resultar molesta y generar inseguridad. Aunque muchas veces desaparecen por sí solas, ¿qué sucede si decidimos ignorarlas y no buscar tratamiento?

En primer lugar, es importante recordar que las verrugas son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), altamente contagioso. Al no tratar una verruga, corremos el riesgo de propagar el virus a otras partes de nuestro cuerpo. Lo que comienza como una pequeña protuberancia puede convertirse en un grupo de verrugas, un fenómeno conocido como mosaicismo.

Además de la propagación, una verruga sin tratamiento puede:

• Aumentar de tamaño: Lo que inicialmente era una pequeña mancha puede crecer y volverse más prominente.
• Cambiar de aspecto: La textura y el color de la verruga pueden modificarse, volviéndose más rugosa, oscura o irregular.
• Provocar molestias: Dependiendo de su ubicación, la verruga puede causar dolor, picazón o incluso sangrado, especialmente si se encuentra en zonas de fricción o roce constante.
• Afectar la autoestima: La apariencia de las verrugas puede generar vergüenza e inseguridad, afectando la confianza en uno mismo.

Es importante destacar que existen diferentes tipos de verrugas, y algunas son más propensas a propagarse o causar molestias que otras. Por ejemplo, las verrugas plantares, que aparecen en los pies, pueden ser dolorosas al caminar, mientras que las verrugas genitales requieren atención médica inmediata.

Si bien muchos remedios caseros prometen eliminar las verrugas, lo mejor es consultar a un dermatólogo para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado. El especialista evaluará la situación y determinará la mejor opción, ya sea mediante la aplicación de medicamentos tópicos, la crioterapia o la extirpación quirúrgica.

En definitiva, ignorar una verruga puede tener consecuencias que van más allá de la estética. La prevención y la consulta médica temprana son claves para evitar su propagación y asegurar un tratamiento efectivo.