¿Qué pasa si no trato la infección por hongos?

0 ver

Si una infección por hongos no se trata, puede diseminarse y causar candidiasis invasiva. En estos casos, el hongo puede afectar gravemente órganos vitales como el corazón, el cerebro, o incluso llegar a la sangre. Aunque rara, esta complicación es particularmente peligrosa en personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Comentarios 0 gustos

La Amenaza Silenciosa: ¿Qué Riesgos Corres al Ignorar una Infección por Hongos?

Las infecciones por hongos, aunque comunes y a menudo tratables con relativa facilidad, no deben tomarse a la ligera. La creencia de que “ya se quitará sola” puede tener consecuencias mucho más graves de lo que se imagina. Si bien la mayoría de las infecciones fúngicas son superficiales y causan molestias como picazón, irritación o erupciones cutáneas, la verdadera preocupación reside en el potencial de diseminación si no se abordan adecuadamente.

El principal peligro al ignorar una infección por hongos es la posibilidad de que ésta evolucione a una candidiasis invasiva. En términos sencillos, esto significa que el hongo, lejos de permanecer confinado a la superficie de la piel o mucosas, logra penetrar en el torrente sanguíneo y, desde allí, alcanzar órganos vitales.

Imagina una pequeña grieta en el casco de un barco: inicialmente insignificante, pero que, si se ignora, puede eventualmente inundar la nave y causar un desastre. La candidiasis invasiva es similar. El hongo, comenzando con una infección local, puede propagarse silenciosamente hasta afectar órganos como el corazón, el cerebro, los riñones e incluso la sangre misma.

¿Por qué es tan grave? Porque estos órganos son esenciales para el funcionamiento del cuerpo. Una infección en el corazón puede provocar endocarditis, una inflamación del revestimiento interno de las cavidades cardíacas y las válvulas, poniendo en riesgo la función cardíaca. Si el hongo llega al cerebro, puede causar meningitis fúngica, una inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, con secuelas neurológicas potencialmente devastadoras. Una infección en los riñones puede comprometer su capacidad para filtrar la sangre y eliminar toxinas, llevando a insuficiencia renal. Y la presencia de hongos en la sangre, conocida como fungemia, puede desencadenar una sepsis, una respuesta inflamatoria sistémica que puede provocar fallo multiorgánico y la muerte.

Es importante destacar que la candidiasis invasiva es una complicación rara, pero su rareza no la hace menos peligrosa. El riesgo es particularmente elevado en personas con sistemas inmunitarios debilitados. Esto incluye:

  • Personas con VIH/SIDA.
  • Pacientes sometidos a quimioterapia o radioterapia para tratar el cáncer.
  • Individuos que han recibido un trasplante de órganos y toman medicamentos inmunosupresores.
  • Personas con enfermedades autoinmunes que requieren tratamiento con esteroides.
  • Bebés prematuros o recién nacidos con sistemas inmunitarios inmaduros.

En estos grupos de riesgo, incluso una infección por hongos aparentemente menor debe ser tratada de inmediato y bajo supervisión médica.

En resumen, ignorar una infección por hongos no es un juego. Si bien muchas veces se resuelve con tratamientos simples, el potencial de diseminación y el desarrollo de una candidiasis invasiva, con sus graves consecuencias para la salud, es una amenaza real, especialmente para aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos. Ante cualquier sospecha de infección por hongos, lo más sensato es consultar con un médico para un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno. No arriesgues tu salud por negligencia.