¿Qué pasa si tengo retraso y me baja flujo marrón?

Flujo marrón y retraso menstrual: ¿Qué significa?

El retraso menstrual y la aparición de flujo marrón pueden ser indicios de distintas causas y requieren atención médica. A continuación, exploraremos las posibles explicaciones:

Desequilibrios hormonales:

• El flujo marrón con retraso menstrual puede ser un síntoma de desequilibrios hormonales. Estos desequilibrios pueden ser provocados por cambios recientes en los métodos anticonceptivos o por periodos de estrés.
• Cuando el equilibrio hormonal se ve alterado, puede producirse un retraso en la ovulación, lo que lleva a un retraso en la menstruación. El flujo marrón puede ser una señal de que el cuerpo está intentando expulsar el revestimiento uterino, pero no puede debido a la falta de hormonas.

Embarazo:

• El flujo marrón con retraso menstrual también puede ser un signo temprano de embarazo. Algunas mujeres experimentan un ligero sangrado o flujo marrón durante la implantación del óvulo fecundado en el útero.
• Este flujo suele ser ligero y de color marrón oscuro o rosado. Es importante considerar la posibilidad de un embarazo y realizar una prueba de embarazo si se produce flujo marrón junto con un retraso menstrual.

Otras posibles causas:

• Enfermedades de transmisión sexual (ETS): Algunas ETS, como la clamidia o la gonorrea, pueden causar flujo inusual o sangrado intermenstrual.
• Adenomiosis: Esta afección se caracteriza por el crecimiento del tejido endometrial fuera del útero, lo que puede provocar un flujo marrón o sangrado fuera de los periodos.
• Pólipos o fibromas uterinos: Los pólipos o fibromas son crecimientos no cancerosos en el útero que pueden provocar sangrado intermenstrual o retraso menstrual.

Cuándo buscar atención médica:

Si experimentas flujo marrón con retraso menstrual, es importante consultar a un médico para determinar la causa subyacente. Esto es especialmente cierto si:

• El flujo es abundante o dura más de unos pocos días.
• Estás intentando concebir.
• Experimentas otros síntomas, como dolor, fiebre o náuseas.

El médico realizará un historial médico, un examen físico y puede ordenar pruebas, como una prueba de embarazo, un análisis de sangre hormonal o una ecografía, para diagnosticar la causa.