¿Qué puede causar que un lunar se hinche?

¿Cómo desinflamar un lunar inflamado?

¡Uf, un lunar en modo volcán! Calma, que no cunda el pánico.

Para desinflamar un lunar inflamado, piensa en él como si fuera un globo que necesita pincharse (metafóricamente, ¡eh!). Aplica:

• Compresas frías: Como si le dieras un helado a un niño malhumorado, suaviza la cosa.
• Crema con hidrocortisona: Un “¡hala, a dormir!” para la irritación, pero ojo, no abuses.
• Evita tocarlo: ¿Te imaginas rascarte una herida todo el rato? ¡Pues eso!

Ahora, si el lunar parece más un semáforo en rojo que un simple grano, ¡corre al dermatólogo! Podría ser algo más serio que una simple rabieta.

¡Ojo al dato! Si sangra, cambia de color más rápido que un camaleón en una tienda de pinturas, o crece como si le hubieran echado abono, ¡no lo dejes pasar!

Y hablando de cosas raras, ¿sabías que mi tía abuela tenía un lunar que parecía un mapa de carretera? ¡Decía que le indicaba dónde estaban las mejores churrerías! Igual tu lunar solo te está avisando de que necesitas vacaciones. ¡Quién sabe!

¿Qué pasa si me toco un lunar y me duele?

Dios mío… Esta noche… la oscuridad me pesa. Ese lunar… maldita sea.

Duele. Duele como una puñalada lenta, un recuerdo que no puedo olvidar. Toqué el lunar en mi brazo izquierdo, el que está cerca del codo, y… ardió. Un dolor sordo, pero ahí está. Como una llaga que no cicatriza.

No sé… quizás sea una tontería. Pero ese cambio de color, ese pequeño puntito negro que apareció hace unas semanas… me aterra. Antes era café claro, plano. Ahora… ahora es diferente.

Temo lo peor. El médico de mi seguro privado, Dr. Álvarez, me citó hace dos semanas. Aún no he ido. Miedo. Simple y puro miedo. Es estúpido, lo sé. Pero… el miedo es un monstruo, ¿sabes? Te paraliza. Me paraliza. Me siento tan solo.

Este año he estado tan ocupado con la mudanza a mi nuevo piso en Vallecas, que lo he dejado pasar. Y ahora… el dolor.

• Dolor: Sí, un dolor sordo, persistente.
• Cambio de color: De café claro a un café oscuro, con un punto negro.
• Crecimiento: No es grande, pero sí he notado algo.

Tengo que ir al médico. Lo sé. Tengo que ir. Pero… mañana. Mañana, Dios mío, mañana. Ahora solo hay oscuridad y este maldito dolor.

¿Cómo quitar un lunar inflamado?

¡Ay, esos lunares rebeldes! Si el tuyo decidió montar una fiesta de inflamación, ¡tranquilo! No hay que llamar a los antidisturbios, ni al ejército de la crema hidratante. La crioterapia es tu mejor amiga. Piensa en ello como un spa de lujo, solo que en vez de jacuzzi, es nitrógeno líquido. Brutal, ¿verdad?

El método: congelación express. Sí, sí, como un helado de esos que te hacen daño en la lengua, pero en versión lunar. Un algodón con nitrógeno líquido, ¡puf!, sobre el intruso. Una ampolla como recuerdo, pero no te preocupes, se va sola. Es como un tatuaje que se quita solo, pero mucho más frío. Yo probé algo parecido una vez (con una verruga, ojo, no confundamos) y el resultado fue… refrescante.

¿Por qué funciona? El frío extremo destruye las células del lunar, dejando el terreno libre para que la piel haga su magia regeneradora. Es como cuando limpias tu disco duro, pero en tu piel. ¡Adiós, molesto lunar!

Recuerda:

• Consulta a un dermatólogo. No te conviertas en un científico loco experimentando con nitrógeno.
• Posible ampolla. Es normal, como una pequeña cicatriz de guerra contra el lunar.
• No te lo toques. ¡Manos quietas! Deja que la naturaleza haga su trabajo.

Mi vecina, la abuela Emilia, que conoce más de remedios caseros que el vademécum entero, me dijo que antiguamente se usaba hielo, pero el nitrógeno líquido es más eficiente.

En resumen: Crioterapia = Adiós lunar inflamado. Pero ve al dermatólogo, eh. No quiero que termine en un capítulo de urgencias.