¿Qué sale después de un enema?
Ay, qué alivio después de un enema, ¡qué tensión! Me imagino esa sensación de vaciado, un poco incómoda al principio, pero luego... ¡qué paz! Se siente como si una carga se hubiera quitado de encima. Claro, queda algo de bario que sale poco a poco, y ese aire que a veces te hace sentir un poco hinchado. Pero la sensación final, después de ir al baño, es de limpieza profunda y, la verdad, ¡es bastante reconfortante!
¡Ay, el enema! Solo de pensarlo ya me entra un poco de cosilla, ¿verdad? Pero, ¡madre mía, qué alivio después! Es como… ¿cómo decirlo? Como si te quitaran un peso enorme de encima, ¡literalmente!
Recuerdo la primera vez que me hicieron uno. Estaba nerviosísima, ¡vamos, que no cabía en mí! Al principio, sí, la verdad, un poquito incómodo es, ¡no lo vamos a negar! Esa sensación rara de llenado, el “ay, por favor, que no explote nada”. Pero luego… Luego empieza el vaciado y ahí es donde llega la magia, ¿no creen?
Sientes como si todo, absolutamente todo, se fuera por el desagüe. Es una limpieza profunda, ¡de las que te dejan como nueva! Y sí, es verdad que a veces queda un poco de “rastro”, ese bario que va saliendo poco a poco, o ese aire traicionero que te hace sentir como un globo a punto de estallar. Pero, ¿saben qué? ¡Vale la pena!
La sensación final, esa después de ir al baño y sentirte completamente vacía y limpia… ¡Es reconfortante a más no poder! No sé, a mí me da como una energía renovada, como si hubiera reiniciado el sistema. ¿Les pasa igual?
Es como cuando limpias tu casa a fondo y dices: “¡Uf, ahora sí que puedo respirar!”. Pues con el enema es igual, pero por dentro. Y aunque suene un poco raro decirlo, a mí me da una sensación de bienestar… ¡que no se paga con nada!
#Intestino#Limpieza#Salud