¿Qué se siente cuando se mueve un cálculo renal?

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Al moverse un cálculo renal, la persona puede experimentar un dolor agudo e intenso, usualmente en la espalda o abdomen bajo. Este dolor puede ser constante o intermitente, a menudo descrito como cólico. Además, es común sentir dolor al orinar y notar la presencia de sangre en la orina debido a la irritación causada por el cálculo.

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El Insoportable Viaje de una Piedra: ¿Qué se Siente al Moverse un Cálculo Renal?

La sola mención de la palabra “cálculo renal” evoca imágenes de dolor y malestar. Y es que, para quienes han experimentado el paso de una de estas formaciones cristalinas por el tracto urinario, la experiencia queda grabada en la memoria como un recuerdo sumamente desagradable. Pero, ¿qué se siente realmente cuando una piedra en el riñón decide emprender su viaje hacia la vejiga?

La respuesta corta es: dolor, mucho dolor. Sin embargo, la intensidad y la naturaleza de este dolor varían de persona a persona y dependen del tamaño y la ubicación del cálculo, así como de la anatomía individual.

Imagina una pequeña piedra, afilada e irregular, intentando abrirse paso por un conducto estrecho y delicado. Esa es la realidad del uréter, el tubo que conecta el riñón con la vejiga. Cuando un cálculo renal se mueve, la fricción que genera al rozar las paredes del uréter provoca una irritación e inflamación severas.

Este proceso se traduce en un dolor agudo e intenso, comúnmente localizado en la espalda o el abdomen bajo. No es un dolor sordo y constante, sino más bien un cólico nefrítico, caracterizado por olas de dolor que aumentan en intensidad, alcanzan un pico insoportable y luego disminuyen gradualmente. Estas oleadas pueden durar entre 20 y 60 minutos, dejando al paciente exhausto y angustiado.

La descripción más común que hacen los pacientes es la de un dolor “como un parto”. Esto ilustra la severidad y la naturaleza rítmica de las contracciones musculares involuntarias que el cuerpo realiza para intentar expulsar la piedra.

Además del dolor, el movimiento del cálculo renal a menudo provoca otros síntomas:

  • Dolor al orinar (disuria): El paso de la piedra por el uréter y la uretra (el conducto que conecta la vejiga con el exterior) puede irritar e inflamar estos conductos, causando dolor y ardor al orinar.
  • Sangre en la orina (hematuria): La irritación y el daño a los tejidos del tracto urinario provocados por el cálculo pueden causar la presencia de sangre en la orina. La hematuria puede ser visible a simple vista o solo detectable mediante un análisis de laboratorio.
  • Necesidad urgente de orinar (polaquiuria): La irritación de la vejiga puede provocar una sensación constante de necesidad de orinar, incluso cuando la vejiga está vacía.
  • Náuseas y vómitos: El dolor intenso puede desencadenar náuseas y vómitos en algunos pacientes.

El movimiento de un cálculo renal puede ser una experiencia debilitante y aterradora. Si experimentas estos síntomas, es fundamental buscar atención médica de inmediato. Un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar el dolor, facilitar la expulsión del cálculo y prevenir complicaciones.

En resumen, mover un cálculo renal no es simplemente una molestia; es una experiencia dolorosa y compleja que requiere atención médica. Entender los síntomas y buscar ayuda profesional es crucial para superar este desafío y recuperar la calidad de vida.