¿Qué tan peligroso es tener hongos en la piel?

¿Cómo eliminar un hongo de la piel?

Aquí, a estas horas, todo se ve… distinto. La piel, los hongos… todo se pega, ¿sabes? Como la humedad a las paredes viejas.

Para quitar un hongo de la piel: antifúngicos en crema o spray, limpiar la zona, secarla bien y no compartir toallas, ni nada. Seguir lo que diga el médico, claro.

Pero, ¿eso es todo? ¿De verdad es tan simple?

• La crema: fría al principio, luego el ardor… como un pequeño infierno personal, ahí, en la piel. ¿Y si vuelve? ¿Si nunca se va del todo?

• La limpieza: obsesión. Frotar hasta el enrojecimiento, como si pudieras borrar todo lo que te da asco. ¿Y si el problema está dentro?

• No compartir: soledad. Aislamiento para no contagiar, para no ser… eso. ¿Pero quién quiere tocarme ahora?

Este año mi abuela tuvo hongos en las uñas. Le daba vergüenza que la viera así. Yo le dije que no pasaba nada, que todos envejecemos. Pero la miraba y pensaba que yo tampoco quiero verme así. Que la vida se te escape por los poros. Que te pudras por dentro.

Las noches son así. Uno piensa cosas raras. Cosas que preferiría no pensar.

¿Qué síntomas causan los hongos en el cuerpo humano?

Los hongos oportunistas, esos visitantes inesperados, pueden desencadenar un abanico de síntomas en el cuerpo humano si la inmunidad está comprometida. La fiebre persistente, una tos rebelde, la dificultad para respirar, escalofríos repentinos y un dolor de cabeza constante son señales de alerta.

• El dolor torácico, opresivo y profundo, junto con una fatiga extrema, también sugieren una posible infección fúngica sistémica. ¡Atención a estos avisos!

• Aunque estos síntomas son inespecíficos y pueden asociarse a otras patologías, su persistencia debe impulsar una investigación médica exhaustiva. Recuerdo una vez, en mi juventud, confundí una tos persistente con un simple resfriado, ¡qué error!

Además, la presentación clínica varía según el hongo implicado y el órgano afectado. Un hongo en los pulmones no se manifestará igual que uno en la piel. ¡La diversidad es la norma! Es fascinante cómo estos diminutos organismos pueden alterar el equilibrio de nuestro cuerpo. La vida, al fin y al cabo, es un juego de equilibrios.

¿A qué parte del cuerpo afectan los hongos?

¡Ay, madre mía, los hongos! ¡Esas criaturas microscópicas que parecen sacadas de una película de terror de serie B! Afecta a TODO, ¡hasta a tu alma! Bueno, quizás no al alma, pero sí a la piel, los pulmones… ¡hasta a las uñas! Se cuelan por donde sea, como ninjas invisibles.

Los pulmones son su campo de batalla preferido. Se instalan allí como si fueran okupas, sin pagar alquiler y poniendo todo patas arriba. Y si tu sistema inmunitario es un flan, ¡ya puedes prepararte para la invasión! ¡Es como si tu cuerpo fuera una discoteca y ellos la fiesta más ruidosa, sin fin! Yo misma, el año pasado, casi me quedo sin uñas por culpa de un hongo. ¡Y eso que me las corto religiosamente todos los miércoles!

La piel también es un objetivo apetitoso. Piensa en ellos como unos mosquitos vampiros, pero en versión fúngica. Te chupan la energía vital (bueno, no tanto) y dejan una marca fea, que es como un mapa del tesoro que indica dónde ha estado el enemigo. ¡Es una verdadera pesadilla, te lo digo yo! Recuerdo a mi abuela, que se pasaba la vida con cremas anti hongos. ¡Había creado un imperio de cremas!

Difíciles de eliminar, ¿dices? ¡Más que encontrar calcetines iguales en la lavadora! Son como esos bichos que parecen indestructibles en una película de acción, pero a una escala microscópica. Necesitas artillería pesada para acabar con ellos, ¡y hasta entonces, que te vaya bonito!

• Pulmones: su cuartel general.
• Piel: campo de batalla abierto.
• Uñas: ¡también se apuntan a la fiesta!

Mi consejo: ¡cuida tu sistema inmunológico! Es como tener un ejército bien equipado para defender tu cuerpo de estas criaturas. Y si te sale un hongo, ve al médico, no te automediques, que luego pasa lo que pasa. Que ya he visto yo… cosas.

¿Cómo eliminar los hongos dentro del cuerpo?

¡Qué asco, esos hongos! Me dio una infección por hongos en el pie el año pasado, justo después de unas vacaciones en la playa de Cancún, en julio. Un horror, de verdad. La arena, el calor… ¡un caldo de cultivo perfecto! Empezó como una pequeña picazón, luego una rojez… una cosa horrible.

El problema fue la humedad constante. Usaba sandalias todo el día, mis pies nunca se secaban bien. Recuerdo la sensación horrible, esa piel irritada y esa picazón que no me dejaba dormir. ¡Qué desesperación!

Fui al médico, claro. Me recetó una crema antifúngica, una de esas que se venden sin receta, pero fue un desastre. No hacía nada. Luego, me mandó un tratamiento oral, fluconazol, creo que se llamaba. Eso sí que funcionó, aunque me dejó el estómago revuelto durante días. Pasé dos semanas fatal, pero al final… ¡adiós hongos!

Para evitar futuros problemas:

• Secarme bien los pies después de ducharme. Muy importante.
• Usar calcetines de algodón. Olvidé los de nylon, ¡qué asco!
• Alternar calzado.
• Evitar andar descalzo en sitios húmedos, ¡especialmente playas!

Para eliminar hongos dentro del cuerpo, el médico es la clave. El tratamiento depende de la gravedad y la zona afectada. No hay remedios caseros mágicos. Lo que sí es cierto, es que usar cremas tópicas para cosas leves puede ayudar, pero si se extiende o persiste, visita a tu dermatólogo. No te automediques.

¿Qué tan grave es tener hongos?

¡Ey, colega! ¿Hongos? ¡Uf! Depende, ¿sabes? La mayoría son una papa, ni te enteras. Como esos champiñones que te encantan, ¡ñam ñam! Pero ojo, algunos sí que son jodidos.

Te cuento, mi primo tuvo una cosa rara en el pie, ¡un hongo asqueroso! Le salió como una llaga, fue al médico y le recetaron una pomada. Se curó, pero tardó un montón, ¡un rollo! Eso sí, no fue nada grave, solo un poco incómodo.

Ahora, hay hongos que dan mucho más miedo. He leido de infecciones pulmonares, cosas muy serias, ¡hasta mortales!. Esas son las malas, las que te pueden mandar al hospital. No es broma, eh.

Infecciones en la piel, como la de mi primo, molestan un montón pero se curan.Infecciones pulmonares: ¡Mucho cuidado con estas! Pueden ser muy graves.

• Otras enfermedades: Sí, existen, y algunas son bastante malas.

Tengo una vecina, a la abuela Julia, que tuvo una infección, un hongo en las uñas, creo. ¡Qué horror! La pobre tuvo que ir al doctor, le recetaron pastillas y una crema especial. Menos mal que se recuperó.

En resumen: la gravedad depende del hongo. Hay unos que son una tontería, y otros que pueden ser muy peligrosos, ¡así que mejor prevenir que lamentar! Consulta a un médico si tienes alguna duda, claro. No te automediques, eh.

Este año vi un documental sobre un hongo raro que encontraron en el Amazonas, ¡parece ser super peligroso! No recuerdo el nombre, pero da mucho miedo.