¿Qué tipo de respiración ocurre en ausencia de oxígeno?

¿Qué tipo de respiración ocurre en ausencia de oxígeno? Ay, qué pregunta tan fundamental, ¿no? Me acuerdo una vez, haciendo senderismo en la Sierra Nevada… el aire se hacía cada vez más fino, me faltaba el aliento, sentía cómo mis músculos ardían. ¿Cómo seguía funcionando mi cuerpo, a ese ritmo, con tan poco oxígeno?

Pues resulta que, ahí estaba ella, la heroína invisible: la respiración anaeróbica. ¡Qué nombre tan… científico, no? Pero en realidad, es algo asombroso. Es como un plan B del cuerpo, un sistema de emergencia para cuando la situación se pone fea, cuando el oxígeno escasea. Sin oxígeno, ¿cómo sobrevive la célula? ¡Qué misterio!

La respiración anaeróbica, en pocas palabras, produce solo 2 ATP a partir del piruvato que sale de la glucólisis. Dos ATP, ¿poco, no? Si lo comparamos con la respiración aeróbica… ¡una miseria! Pero, oye, algo es algo, ¿verdad? Mejor dos que ninguno, cuando ya no hay oxígeno que pueda ayudar. Recuerda, cada célula es una pequeña fábrica, y necesita energía para funcionar.

Hay dos tipos principales, que recuerdo vagamente de mis clases de biología: la fermentación láctica y la alcohólica. La láctica, esa la conozco bien, por el quemazón en los músculos después de un entrenamiento intenso. Es como si las células gritaran “¡auxilio, me ahogo!”. Y la alcohólica… bueno, ahí ya entro en terreno menos conocido, la verdad. Algo de levadura y vino, ¿no? Siempre me fascinó ese proceso, la transformación de azúcares en alcohol… ¡pura magia biológica!

En fin, que la respiración anaeróbica es esencial, una solución de supervivencia para las células, para nosotros mismos. Es una muestra más de la increíble complejidad y capacidad de adaptación de la vida. A veces, reflexionando sobre estas cosas, me siento tan pequeño, tan insignificante… y a la vez, profundamente maravillado.