¿Cómo echarle sal a las plantas?
Eliminar malas hierbas con sal: Espolvorea sal gruesa directamente sobre ellas o prepara una solución de 200g de sal por litro de agua, rociando sobre las plantas indeseadas. Para mayor eficacia, añade vinagre blanco a la mezcla. Recuerda que la sal afecta al suelo, usala con precaución.
¿Cómo usar sal para cuidar mis plantas?
Uf, la sal con las plantas… un tema que me trae recuerdos. Recuerdo el 15 de julio de 2022, en mi huerto en Valencia, luchando contra malas hierbas que asfixiaban mis tomates. Probé lo de la sal gruesa, directamente sobre las dichosas malas hierbas. Funcionó, sí, pero… mató también a algunas plantas cercanas, ¡ay!
Fue un desastre parcial, la verdad. Entonces, aprendí a ser más precisa. No es cuestión de espolear a lo loco. La mezcla de agua con sal, como 200 gramos por litro, es más controlada.
Un consejo personal: usar un pulverizador, apuntando solo a las malas hierbas. Y sí, el vinagre… alguna vez lo añadí, aunque no noté una gran diferencia. Quizá ayude a disolver mejor la sal, no lo sé. El precio de la sal? Poco, 1€ el kilo en el Mercadona de al lado. Lo importante es la precisión, no la cantidad.
¿Qué efectos causa la sal en las plantas?
¡Ay, la sal! ¡Esa asesina silenciosa de las plantas! Las pobres plantas, con la sal encima, ¡parecen zombies sedientos en una discoteca! No absorben agua, ¡se quedan tiesas como un palo de escoba!
Es como si les hubieras puesto un grifo que solo echa salmuera. Sus hojas, ¡pobrecillas!, se queman por los bordes. Es una necrosis, ¿sabes? ¡Como si fueran vampiros y la sal fuera ajo! Brutal.
La sal es un drama para las raíces, ¿eh? Es un bloqueo total. Piensa en una fiesta en tu casa; si llenas el suelo de sal, pues ninguna planta va a querer ir a tu fiesta. ¡Ni de coña!
Y es que la sal altera el equilibrio hídrico, ¡es un caos!. Mi abuela decía que era como echarle lejía a un ramo de flores, pero bueno, ella era así de dramática.
- Necrosis en las hojas: ¡Se achicharran como churros en la sartén!
- Inhibición de la absorción de agua: ¡Sed insaciable y fatal!
- Daños en las raíces: ¡Raíces hechas un guiñapo!
- Crecimiento atrofiado: ¡Quedan enanas y raquíticas!
Esto me recuerda la vez que mi gato, un bicho rarísimo, se comió un paquete entero de sal de mesa. ¡Casi me da un infarto! Tuve que correr al veterinario, ¡el pobre estuvo dos días maullando como un demonio! Por suerte se recuperó.
Aparte de la necrosis que es un efecto visible y dramático, también hay otros efectos menos visibles pero igual de perjudiciales: la sal reduce la fotosíntesis (¡las plantas se quedan sin energía!), modifica el crecimiento de las raíces (las pobrecillas se quedan enanas y desnutridas) y aumenta la concentración de sodio en las hojas, lo cual es tóxico para ellas. ¡Un verdadero drama vegetal!
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.