¿Por qué deseo tanto ser mamá?

¿Por qué deseo tanto ser mamá? Es una pregunta que me da vueltas… ¿Será algo instintivo, como dicen? A veces siento una punzada, una especie de… ¿vacío? No sé cómo explicarlo. Como si me faltara una pieza.

Dicen que es la biología, ¿no? Que estamos programadas para esto. Y sí, quizás haya algo de eso. Pero es que la presión social… ¡buah! Es abrumadora. A partir de cierta edad –y no me digan que no– te miran raro. “¿Y tú para cuándo?” te sueltan, como si fuera la cosa más natural del mundo. Como si fuera tan simple. Como si todas tuviéramos que querer lo mismo.

Recuerdo una vez, en una cena familiar, mi tía –con toda su buena intención, supongo– me dijo: “Es el reloj biológico, mi niña”. Me quedé helada. ¿Reloj biológico? ¿Suena eso a bomba de tiempo o soy yo?

No sé si es solo biología o la sociedad metiendo el dedo en la llaga. A veces veo a mis amigas con sus hijos, riendo, jugando… y sí, me da ternura. Me imagino a mí misma en esa situación, con mi propio bebé… Pero otras veces, sinceramente, pienso en mi libertad, en mis proyectos, en mi vida tal y como es ahora… y me entra una especie de vértigo.

Leí por ahí –no recuerdo dónde, la verdad– que un alto porcentaje de mujeres sienten esta presión. No sé si era un 70% o un 80%, la verdad, no soy muy buena con las cifras. Pero el punto es… ¿por qué tenemos que justificarnos? ¿Por qué es tan difícil decir simplemente “no quiero” sin que te miren como si fueras un bicho raro?

En fin, supongo que es algo que cada mujer tiene que descubrir por sí misma. Yo sigo dándole vueltas… ¿Será que algún día ese vacío se llenará? ¿O quizás aprenderé a vivir con él? Quién sabe…