¿Quién ama a Shinobu?

0 ver

Tras la derrota de Doma, en sus últimos momentos, confiesa a Shinobu que se ha enamorado de ella. Con una inesperada declaración, le propone acompañarlo al infierno, revelando sentimientos que permanecieron ocultos hasta ese instante final.

Comentarios 0 gustos

El Amor Inesperado de Doma: Un Sentimiento Nacido en el Abismo

La muerte de Shinobu Kocho a manos de Doma, la Segunda Luna Superior, fue un golpe devastador para los Cazadores de Demonios. Su sacrificio, impregnado de veneno mortal, fue crucial para debilitar al demonio y permitir la victoria de Kanao Tsuyuri e Inosuke Hashibira. Sin embargo, en medio de la tragedia, surgió una revelación perturbadora e inesperada: el amor de Doma por Shinobu.

En sus últimos momentos, con su cuerpo desintegrándose por el veneno de la Pilar Insecto, Doma confesó sus sentimientos. No fueron palabras de burla o crueldad, sino una declaración sincera, aunque retorcida, de amor. Un amor nacido en el abismo, en la crueldad de su existencia demoníaca, y expresado en el instante final de su vida. Le propuso a Shinobu acompañarlo al infierno, pintando un cuadro macabro de una eternidad juntos.

Esta inesperada confesión deja un sabor amargo. La frialdad y la falta de empatía que caracterizaban a Doma hacen difícil creer en la sinceridad de sus palabras. ¿Era amor genuino o una última manipulación, un intento desesperado por aferrarse a algo en la inminente oscuridad? La respuesta se pierde con él, dejando un inquietante interrogante.

Shinobu, en su serena determinación, jamás correspondió a esos sentimientos. Su enfoque estaba en la venganza por su hermana, Kanae, también víctima de Doma. La idea de una unión eterna con su asesino es un escenario que la habría horrorizado. Su silencio ante la propuesta de Doma puede interpretarse como el rechazo más absoluto, una negación a reconocer cualquier validez en las palabras del demonio.

El amor de Doma, por tanto, se presenta como un amor no correspondido, un sentimiento unilateral y grotesco. Un amor nacido en la oscuridad y destinado a perecer en ella. Lejos de romantizar la situación, la confesión de Doma añade una capa de complejidad a la tragedia de Shinobu, resaltando la crueldad y la ironía del destino. Un destino que, finalmente, unió a cazadora y demonio en un último y perturbador acto. Un acto que, lejos de la unión propuesta por Doma, significó la liberación de Shinobu y la condena eterna del demonio. Un amor no correspondido, nacido en el abismo y consumido por él.