¿Cómo queda la piel después de quitarse un lunar?

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Después de retirar un lunar, aparecerán costras que se caerán en aproximadamente 15 días. La piel quedará rosada y, si la lesión era profunda, podría quedar una depresión. El tono rosado desaparecerá en 30 días y la depresión se nivelará en unos 2 o 3 meses.

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Cómo queda la piel tras la extirpación de un lunar

Tras la extirpación de un lunar, la zona afectada suele presentar una serie de cambios en su aspecto. Estos cambios son temporales y varían en función de la profundidad de la lesión y del tipo de técnica utilizada para su eliminación.

Formación de costras

Después de la extirpación del lunar, la zona afectada quedará abierta y comenzará a sangrar. El cuerpo, como mecanismo de defensa, formará una costra para proteger la herida y favorecer su cicatrización. Esta costra suele caerse en un plazo aproximado de 15 días.

Enrojecimiento de la piel

Tras la caída de la costra, la piel de la zona afectada quedará rosada o rojiza. Este enrojecimiento es normal y se debe a la inflamación y a la formación de nuevos vasos sanguíneos en el área lesionada. El tono rosado suele desaparecer en un plazo de 30 días.

Depresión en la piel

Si la lesión extirpada era profunda, podría quedar una depresión en la zona afectada. Esta depresión se debe a la eliminación de una parte del tejido subcutáneo. La depresión suele nivelarse y hacerse menos visible en un plazo aproximado de 2 o 3 meses.

Otros posibles cambios

Además de los cambios descritos anteriormente, la piel de la zona afectada también podría experimentar otros cambios como:

  • Hiperpigmentación: La zona de la piel donde se encontraba el lunar podría volverse más oscura debido a un aumento de la producción de melanina.
  • Hipopigmentación: La zona de la piel donde se encontraba el lunar podría volverse más clara debido a una disminución de la producción de melanina.
  • Cicatriz: En algunos casos, la extirpación del lunar podría dejar una cicatriz visible. El aspecto de la cicatriz dependerá de la profundidad de la lesión y del tipo de técnica utilizada para su eliminación.

Cuidados posteriores

Para favorecer la cicatrización y minimizar las posibles secuelas, es importante seguir las indicaciones del médico y realizar los siguientes cuidados posteriores:

  • Mantener la herida limpia y seca.
  • Aplicar una crema o pomada antibiótica según las indicaciones del médico.
  • Evitar rascar o manipular la zona afectada.
  • Proteger la herida de la exposición solar directa.
  • Acudir a las revisiones médicas programadas para controlar la evolución de la cicatrización.

Si se siguen estas indicaciones, la piel de la zona afectada se recuperará adecuadamente y las posibles secuelas serán mínimas.