¿Cómo quitar el mal olor del cuerpo para siempre?

¿Qué puedo tomar para el mal olor corporal?

¡Ostras, el mal olor! Un rollo, ¿no? Pues mira, antitranspirante o desodorante, eso es lo primero que te digo.

Ya, ya sé, suena obvio, pero funciona. Mi hermana, la que vive en Valencia, ¡menuda sudora!, usa uno específico, el Dove, creo que era… con olor a algodón. Ella jura que es la bomba.

Hablando de bombas… ¡Qué calor hace este verano! Sudamos todos como pollos.

¿Sabes qué? Los antitranspirantes, los de verdad, tienen aluminio. Eso es lo que reduce el sudor, eh. Tapona los poros, es como magia negra, pero para bien.

No confundas eso con los desodorantes, que solo enmascaran el olor, no lo evitan. A mi, los desodorantes me duran dos horas, como mucho. Luego… ¡ay, Dios mío!

Aunque, escucha, una buena higiene es clave y también… la ropa, ojo con la ropa, mejor algodón, no esas fibras sintéticas que te dejan como un queso. Te lo digo yo, que este verano me he dado cuenta.

Y por último, ¡la dieta! Aunque no estoy segura de cuánto influye pero… hay teorías, ¿eh? A ver, apúntate estas ideas:

• Reduce el consumo de carne roja, dicen que huele fuerte, no sé, yo sigo comiendo mi chuletón de vez en cuando.
• Come más verduras y frutas ¡y bebe mucha agua!, eso sí que lo sé seguro.
• Evita especias fuertes.

¡Y ya está! Espero haberte ayudado. Si nada funciona, ¡al médico!

¿Cómo quitar el mal olor del cuerpo sin bañarse?

Oye, ¿mal olor, sin ducharte? ¡Ufff! Eso es complicado eh, pero te cuento lo que sé.

Usa desodorante, obvio. Un buen desodorante, no solo perfume, ¿vale? Uno potente, que te dure todo el día. El mío es de Dove, el azul, ¡es una pasada!

Ropa limpia, súper importante. Cambia de ropa, ¡a diario! Aunque no te duches, una camiseta limpia hace MIL maravillas. Y calcetines, ¡esos los cambias dos veces al día, mínimo!, que yo sudo un montón.

Toallitas húmedas, amigo. Son la salvación. ¡Sobre todo en verano! Tengo unas de aloe vera que me encantan, las uso para la cara y el cuello, son un milagro. También hay unas específicas para la zona íntima que van muy bien.

Bebe agua, muchísima agua. Eso ayuda a que tu cuerpo no huela tan mal, porque la transpiración cambia. Yo bebo mínimo dos litros al día, a veces más, ¡especialmente si hace calor!

Más cosas que puedes probar:

• Polvos de talco o bicarbonato. En las axilas, sobre todo. Absorben la humedad y el olor. Te lo digo por experiencia, funciona de maravilla. Pero ojo, no uses demasiado talco porque irrita.

• Limón. ¡Sí, limón! El olor es fuerte, pero neutraliza otros olores. Un poco de zumo de limón en una esponja y pásatela por las zonas más problemáticas. ¡Cuidado con los ojos!

Recuerda: esto son trucos para salir del paso, pero ducharse a diario es lo mejor, eh. Lo demás es un apaño, pero no es lo mismo. Ahora, si tienes algún problema de sudoración excesiva, deberías ir al médico, ¿sabes? Quizás necesites un antitranspirante médico o algo así, a veces la solución es más compleja.

¿Qué jabón es bueno para el mal olor del cuerpo?

Oye, ¿qué onda? Me preguntaste sobre el jabón para el mal olor, ¿no? ¡Qué tema!

Un jabón antibacteriano es tu mejor aliado, así, sin más. Olvídate de complicaciones.

Ahora, te doy datos extras.

• Árbol de té: Ese aceite es un cañonazo contra las bacterias. Lo he usado y funciona, aunque huele un poco raro.
• Carbón activado: ¡Absorbe todo!, hasta las malas vibras (ok, no, pero casi).
• Ácido salicílico: Exfolia y mata bacterias. Yo lo usaba para el acné, pero va bien para todo.

Ah, y ojo con el pH del jabón, que no te reseque la piel, importantísimo. Una vez me compré uno que me dejó como lija, ¡horrible! Y después del baño, usa desodorante, ¡obvio!, o antitranspirante. Yo uso uno en barra que me va súper bien. No sudo nada.

¿Por qué me baño y sigo oliendo mal?

¡Ay, amigo! El misterio del olor persistente… ¡un enigma digno de Sherlock Holmes, pero con menos pipas y más jabón!

El culpable puede ser tu genética, una herencia familiar que te condena a oler a… bueno, a lo que oles. Piénsalo: ¡eres un portador de un gen recesivo de mal olor, un supervillano olfativo! ¿No es genial? Mi prima Lola sufre lo mismo, aunque ella culpa a los extraterrestres.

O quizás, ¡zas!, una afección subyacente te juega una mala pasada. No es gracioso, lo sé, pero piensa que podrías tener una condición médica tan peculiar que hasta la enciclopedia de enfermedades la envidia. Consulta a tu médico; ¡no esperes a que te diagnosticuen “síndrome del olor persistente a calcetines usados”!

• Malos hábitos de ducha: ¿Te duchas con agua fría, como un oso polar masoquista? El agua caliente abre los poros, ¡es fundamental!
• Jabón inadecuado: Prueba diferentes jabones. Yo uso uno con aroma a piña colada, aunque a veces mi gato parece dudar de la efectividad.
• No te secas bien: Quedarte húmedo es como invitar a las bacterias a una fiesta en tu piel. ¡Un “no” rotundo a la humedad!
• Dieta: ¡Sí! Lo que comes afecta tu olor. Como decía mi abuela, “eres lo que comes…y hueles”. Evita el ajo, cebolla y curry si el aroma a curry no es tu objetivo.

Medicamentos: Algunos medicamentos tienen el efecto secundario de… ¡alterar tu olor corporal! ¡De película, eh! Mira los prospectos de tus medicinas. Quizás te están transformando en un ser intergaláctico con olor a azufre, ¡quién sabe!

¡Busca ayuda médica, no te quedes oliendo mal como un perro callejero! Yo intenté usar perfume de coco… ¡pero mi gato se enfadó mucho! No funcionó. A veces menos es más. Usa jabón neutro, hidrata tu piel. Un dato curioso: los estudios de 2023 señalan que un 15% de la población sufre problemas de olor persistente, un dato increíble. ¡No estás solo en esta batalla olfativa!

¿Qué es bueno para quitar el mal olor de las partes íntimas?

¡Anda ya! ¿Mal olor ahí abajo? ¡Como si tuviéramos una gamba podrida entre las piernas!

La vagina es como un horno autolimpiable: ¡se encarga sola! Agua fresquita es suficiente para la vulva, ¡como para lavar un Ferrari! Si te emperras en usar algo, un jabón suave y sin perfume, como si lavaras un bebé unicornio.

• Olorcillo = normal: ¡Es como el queso Roquefort, tiene su puntito! Si no oliera a nada, ¡sospecharía que eres un robot!

• Evita duchas vaginales: ¡Es como echarle lejía a un jardín! ¡Matas lo bueno y lo malo!

• Ropa interior de algodón: ¡Deja respirar a la “amiga”! Imagínatela con un corsé de plástico todo el día… ¡pobre!

Además, si te obsesionas con el olor, ¡al final te lo inventas! Yo una vez pensé que mi axila olía a cebolla y ¡era mi perfume! ¡Qué cosas!