¿Cuál es el mejor color para los ojos?

¿Cuál es el mejor color de ojos? ¡Ay, qué pregunta tan difícil! Como si se pudiera elegir, ¿verdad? Es como elegir entre el sabor del chocolate amargo y el dulce de leche, cada uno tiene su encanto. A mí, por ejemplo, me derrite la mirada ámbar. ¿Sabes? Ese color, tan cálido, como el sol de la tarde… tiene una magia especial, una profundidad que me atrapa. Recuerdo a mi abuela, con sus ojos ámbar, llenos de historias y sabiduría, miradas que parecían contar siglos de vivencias en un instante… ¡impresionante!

Aunque, claro, hay estudios, creo que vi uno por ahí que decía que el amarillo es el color que más cómoda resulta a la vista. ¡Bah! Eso es pura ciencia fría. Para mí, la belleza de unos ojos no se mide con una regla, ni se puede definir con un espectro de luz. Es algo… más. Es la conexión, ¿entiendes? He visto ojos oscuros, tan intensos, que te penetran hasta el alma. Recuerdo a un compañero de la universidad, con esos ojos negros profundos, que parecían guardar todos los secretos del universo. Ojos que, con una simple mirada, decían más que mil palabras.

Y luego, están esos ojos claros, que brillan, que se iluminan con la risa… ¡esos sí que son increíbles! Me acuerdo de una amiga, con ojos azules como el cielo de verano, que irradiaba alegría. ¡Qué maravilla! Esos ojos, me hacían sentir que el mundo era un lugar lleno de posibilidades, ¿sabes? Mucho más bonito y lleno de vida que cualquier gráfico de ondas luminosas, ja,ja. No sé, para mí, el “mejor” color de ojos es el que te toca el corazón, el que te cuenta una historia, el que te hace sentir… algo. Algo profundo, algo especial. Y eso, amigos, es algo que ningún estudio científico podrá nunca medir.