¿Qué parte del cuerpo se lava primero?
Según el dermatólogo Sergio Alique García, de AIP Clinic, el orden del aseo es crucial para la higiene efectiva. Se aconseja comenzar la limpieza desde la parte superior del cuerpo. Específicamente, sugiere iniciar con el lavado del cabello para permitir que el jabón y la suciedad fluyan hacia abajo, evitando así que se acumulen en la piel ya limpia.
El Secreto de una Ducha Impecable: ¿Por Dónde Empezar? La Respuesta de la Dermatología.
Todos nos duchamos, a veces por placer, a veces por necesidad. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar si estás haciéndolo de la manera correcta? La mayoría simplemente entramos bajo el agua y aplicamos jabón donde creemos necesario, sin seguir un orden específico. Sin embargo, según la dermatología, la secuencia que sigues al lavarte juega un papel fundamental en la eficacia de la limpieza.
El Dr. Sergio Alique García, dermatólogo de AIP Clinic, revela un truco simple pero poderoso para optimizar tu higiene diaria: empezar por la parte superior del cuerpo. En concreto, el Dr. Alique García recomienda comenzar lavando el cabello.
¿Cuál es la razón detrás de esta recomendación? La lógica es bastante clara: al lavar el cabello primero, permitimos que el champú, el acondicionador y cualquier suciedad que se desprenda, fluyan hacia abajo por el cuerpo, en lugar de asentarse sobre la piel que ya hemos lavado. De esta manera, evitamos que los residuos de estos productos, que a menudo contienen aceites y químicos, obstruyan los poros o irriten la piel, especialmente en áreas como la espalda y el pecho, propensas al acné.
Imagina esto: si te lavas el cuerpo primero y luego te lavas el cabello, todo el jabón y la suciedad del pelo se depositarán sobre tu piel limpia, obligándote a enjuagarla nuevamente y posiblemente dejándola con residuos. Al empezar por el cabello, te aseguras de que todo el “sucio” se vaya directamente por el desagüe.
Más allá de la limpieza superficial, este enfoque ofrece beneficios adicionales:
- Prevención del acné corporal: Al evitar la acumulación de residuos en la piel, se reduce el riesgo de obstrucción de los poros y, por ende, la aparición de granitos y espinillas en la espalda, el pecho y otras áreas.
- Ahorro de tiempo y agua: Al enjuagar una sola vez las áreas del cuerpo afectadas por el jabón del cabello, reduces la necesidad de múltiples enjuagues.
- Mayor sensación de limpieza: Al eliminar por completo los residuos de champú y acondicionador, te sentirás más fresco y limpio por más tiempo.
En resumen, la próxima vez que te duches, recuerda el consejo del Dr. Alique García: empieza por el cabello. Este pequeño cambio en tu rutina puede marcar una gran diferencia en la salud y apariencia de tu piel. Es una forma sencilla y efectiva de asegurarte una higiene completa y optimizada, aprovechando al máximo cada minuto bajo el agua. Así que, deja de lado la rutina improvisada y adopta este nuevo hábito, tu piel te lo agradecerá.
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