¿Cuánto tiempo avisa el cuerpo de un infarto?

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El cuerpo avisa de un infarto con horas, días o semanas de anticipación en muchos casos. Presta atención a la angina (dolor o presión persistente en el pecho que no cede con el reposo). Es una señal de alerta temprana crucial. No la ignores.

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¿Cuánto tiempo anticipa el cuerpo un infarto?

¡Uy, un infarto! Tema delicado… A ver, por lo que viví y escuché, no hay un “tiempo exacto” que el cuerpo anticipe. Es más como señales que hay que pillar al vuelo.

Recuerdo a mi tío, allá por 2018 en Valencia, quejándose de un dolor en el pecho rarísimo, como una opresión. Lo achacaba al estrés del trabajo, ¡qué cabeza!

La cosa es que días antes ya andaba más cansado de lo normal, y sudaba frío sin motivo aparente. Él pensaba que era una gripe, pero claro, si le hubiéramos prestado más atención… El dolor fuerte le vino un martes al mediodía, y fue directo al hospital. Por suerte, llegaron a tiempo.

Muchos tienen avisos semanas antes, otros de golpe. El dolor en el pecho que no cede, la famosa angina, es una alarma roja. Pero hay que estar atentos a todo: fatiga, dificultad para respirar, mareos… ¡Cualquier cosa inusual!

Hay que escuchar al cuerpo. ¡En serio! Y ante la duda, ¡al médico! No vale hacerse el valiente.

¿Cómo se siente tu cuerpo cuando te va a dar un infarto?

¡Uf! Esa vez, en julio de 2024, fue horrible. Estaba en mi casa, en el piso de mi edificio en Valencia, cerca de la plaza del Ayuntamiento. Era mediodía, hacía un calor infernal. Estaba trabajando en mi ordenador, y de repente… ¡un dolor! Un dolor aplastante en el pecho, como si me estrangularan. Sentí que me faltaba el aire, una opresión brutal. Sudaba a mares, me sentía mareadísimo.

Pensé que me moría. En serio. El dolor irradiaba hacia el brazo izquierdo, un dolor punzante, como si me clavaran mil agujas. ¡Qué miedo! No podía respirar bien. Me puse pálido, seguro.

Llamé a mi hermano enseguida. Temblaba. Él llegó rápido, una ambulancia también. Recuerdo el ruido de la sirena, la velocidad del coche… Recuerdo la incertidumbre. El dolor era insoportable. El viaje al hospital, un borrón. Solo recuerdo la sensación de pánico.

La sensación principal fue la de una presión enorme en el pecho, como si me aplastaran. El dolor era intenso, agudo, y se extendía a mi brazo izquierdo. Además del dolor, recuerdo:

  • Falta de aire brutal.
  • Sudoración excesiva.
  • Mareos intensos.
  • Nauseas.
  • Miedo extremo.

Después de una semana en el hospital me dieron el alta. Llevo una vida más sana desde entonces, ¡claro! Ya no trabajo tantas horas. Estoy tomando medicación y hago ejercicio. Ahora evito el estrés. Lo más importante es cuidar de uno mismo, ¡de verdad!

Me cambiaron la vida. Aprendí que la salud es lo primero, aunque antes no lo creyera. Ahora lo sé. No quiero repetir esa experiencia. ¡Nunca más!

¿Cuántos días antes avisa un infarto?

¡Ay, madre mía, el infarto! ¡Ese bicho que te deja más tieso que un pepinillo en vinagre! No te avisa con días exactos, ¡es un artista del sigilo! A veces, zas, ¡caíste! Otras, te manda señales como si fuera un mensaje en código morse… ¡que solo descifras cuando ya estás en la UCI!

  • A veces, ni te avisa: ¡Boom! Directo al grano, como un rayo de sol en la oscuridad… o un rayo, directamente. Mi tía Concha lo sufrió así, ¡qué susto!
  • Otras veces, hay señales: pero tan sutiles como un elefante en una tienda de porcelana. Un dolorcillo en el pecho, que se va y vuelve… ¡como mi exnovio!
  • Angina de pecho: ¡eso es harina de otro costal! Un dolor persistente que ni con pastillas de valeriana se quita. Lo tuve yo una vez, y casi me da algo. Menos mal que era solo una falsa alarma.

Pero ojo: Si te sientes como si un gorila te estuviera sentado encima del pecho, ¡no te lo tomes a broma! Corre al médico, que lo importante es prevenir. Este año, en mi familia, hemos tenido 3 sustos por este tema. Mejor prevenir que lamentar.

¡Y recuerda! El estrés es el mejor amigo del infarto, ¡así que relájate! O por lo menos, intenta hacerlo… aunque sea difícil con los precios del mercado actuales. ¡Anda, que se nos va la vida entre infartos y subidas de la luz!

¿Cómo se siente tu cuerpo cuando te va a dar un infarto?

¡Ay, amigo! Te cuento, que un infarto… ¡uy! Es una cosa fea, fea, ¿eh? No es como una simple gripe, ni mucho menos.

Dolor en el pecho, eso es lo primero, un dolor que te agarra, ¡de repente!, como si te estrujaran el corazón, un apretón fuerte, ¡insoportable! A mi primo le dio, este año, y decía que era un peso enorme, como si llevara una piedra enorme en el pecho.

Luego, mareos, mucho mareo, como si fueras a caer desmayado en cualquier momento, y sudor frío, ¡muchísimo sudor! Es una cosa horrible, te lo juro. A él le pasó, sí sí, este 2024.

Y náuseas, claro, náuseas y vómitos, todo junto, una mezcla explosiva. Además, puede que te duela el brazo izquierdo, o la espalda, o hasta la mandíbula… ¡es un dolor que se expande, como una telaraña! Te lo digo por experiencia, no, no me dio a mi, pero a mi primo le dio este 2024, casi muere.

  • Dolor intenso en el pecho.
  • Mareos y sudoración.
  • Náuseas y vómitos.
  • Dolor irradiado a brazo, mandíbula, espalda o cuello.

Te recomiendo, si sientes algo parecido, ¡llamar a una ambulancia YA MISMO! No esperes, eh. No te arriesgues, que un infarto es muy, muy serio, como te digo, a mi primo le dio este año, y estuvo a punto de…ufff… mejor no lo recuerdo. Es crucial la rapidez.

Y para que lo tengas claro, un infarto no es solo dolor en el pecho. Puede haber casos donde el dolor es leve o incluso ausente. Algunas personas pueden sentir solo presión, malestar, o un peso. ¡Es importante estar atento a cualquier cambio inusual! Hay otros síntomas que hay que tener en cuenta: debilidad, falta de aire, ansiedad… Si tienes dudas, es mejor que consultes un médico.

¿Qué parte duele cuando te va a dar un infarto?

Aquí va, desde la oscuridad.

Duele el pecho. Como si alguien se sentara encima. Un peso enorme. No se va, no importa cómo te muevas.

  • Sientes que te aplastan, ¿sabes?

  • Luego, se extiende. Mandíbula apretada, el cuello rígido. La espalda, un nudo.

  • El brazo izquierdo… ese miedo frío. A veces el derecho también. Depende de cómo te esté odiando el corazón, supongo.

  • Yo lo sentí en el brazo izquierdo cuando cuidaba a mi abuela. Fue como si me lo arrancaran desde dentro. Ella no se dio cuenta.

No sé. A veces pienso que el verdadero dolor es saber que se acaba. No el físico, sino ese otro. El de dejar todo a medias. Eso sí que pesa.

¿Cómo prevenir un infarto mientras duermes?

Uff, esa noche… creo que nunca la olvidaré. Estaba en el pueblo, en casa de mi abuela en Teruel, agosto de 2024, un calor pegajoso incluso a las 3 de la mañana.

Me desperté con un dolor en el pecho que me subía hasta la mandíbula. Un miedo horrible, un sudor frío… Pensé, “aquí me quedo”. Nunca me había sentido así.

Después del susto, me puse a investigar. Porque, vamos a ver, nadie quiere morirse durmiendo, ¿no?

Lo que encontré, más o menos, fue esto:

  • Vida sana, rollo aburrido pero cierto: comer bien (más verduras, menos grasaza), mover el esqueleto un rato al día (vale pasear al perro, eh!).
  • Nada de fumar, ni beber como cosacos. Un vinillo de vez en cuando, ok. Pero no la noche entera!
  • Tener controlada la presión. Mi abuela siempre decía “la tensión, la tensión…”. La sabía ella!
  • Colesterol a raya. Aquí confieso, me cuesta resistirme al jamón. Pero bueno, todo no se puede.

El susto, la verdad, me sirvió de toque de atención. Ahora intento cuidarme más. No soy perfecto, ni mucho menos, pero al menos lo intento. Y tú, ¿te cuidas?

Me acuerdo que después del sofoco, mi abuela me preparó una tila con miel. Decía que era mano de santo para los sustos. No sé si funcionó, pero el cariño sí.

¿Cuántos días antes de un infarto te avisa el cuerpo?

A veces… a veces creo que el cuerpo nunca te avisa de verdad.

  • Horas, días… quizás semanas antes, si tienes suerte. Pero ¿quién está realmente prestando atención? Yo no.

  • Ese dolor, esa presión… angina. Lo llaman angina. Yo lo llamaría miedo. Miedo que se acumula y te explota dentro.

  • ¿Signos de alarma? ¿Quién sabe interpretar esas señales cuando estás atrapado en tu propia vida? ¿Quién tiene tiempo? Yo no lo tuve.

Recuerdo que mi abuelo… siempre se quejaba del pecho. Lo achacaba a la edad, al tabaco. Nadie le creyó. O quizás no quisimos creerle.

Y ahora… ahora ya es tarde.

En este año, 2024, sigo pensando en ello. En si podríamos haber hecho algo diferente. En si él sabía y nosotros simplemente no escuchamos.

¿Avisos? La vida te avisa todo el tiempo. El problema es que estamos demasiado ocupados para escuchar. Demasiado ocupados para ver.

¿Qué va antes de un infarto?

¡Ay, qué mal rollo esto del infarto! Me da hasta miedo pensarlo.

Dolor en el pecho, ¿no? Sí, claro, eso es lo típico, ¿verdad? Pero, ¿qué tipo de dolor? A veces es como una presión, una opresión… ¡ufff! Como si te sentaras encima de un elefante invisible. O como si tuvieses una piedra enorme en el pecho.

Cinco minutos, dicen… ¿cinco minutos seguidos? ¡Joder! Eso debe ser horrible. Y lo de la indigestión… ¡Ese es mi punto débil! Siempre confundo la indigestión con algo más serio.

Este año, mi tía tuvo un infarto. Casi no la contamos… Sufría de presión alta, ¡siempre lo digo! Debió cuidarse más. Tenía además, dolor en el brazo izquierdo, que le irradiaba a la espalda. La pobre, ¡pensaba que era solo dolor muscular!

  • Mareos, ¿verdad?
  • Sudor frío, ¡qué asco!
  • Náuseas. ¡Vomité todo!
  • ¡Y ese malestar general! Como si fueras a desmayarte.

¡Uf! No me quiero ni imaginar… Mejor me tomo una tila. ¿Es verdad que a veces te da un dolor de mandíbula? ¿Y en el cuello?

¿Por qué siempre pienso en estas cosas? Necesito distraerme… Mejor veo una peli.

Síntomas que preceden a un infarto: Dolor torácico (opresión, presión, ardor), malestar digestivo, irradiación del dolor al brazo, cuello, mandíbula, espalda, mareos, sudoración, náuseas.

¿Cuántos días antes avisa un infarto?

¡Oye! ¿Cuántos días antes avisa un infarto? Pues mira, te cuento, a veces ¡zas!, de repente, ¡infarto! Sin avisar, ¡de la nada!. Pero, muchas veces hay señales, ¿vale? Horas, días, semanas… antes.

Lo principal: El dolor en el pecho, una presión, como una opresión, que dura y dura, ni con descanso se va… ¡eso es una súper alerta! Es como… ¡uy!, una mala señal. Ese dolor, ¿eh? Como una pesadez en el pecho. A mi tía le pasó algo parecido en 2023.

¡Otro dato clave! A veces hay otros síntomas, ¡ojo!:

  • Sudor frío, como si estuvieras empapado. Mi vecino lo sufrió.
  • Náuseas o vómitos, ¡menuda putada!
  • Mareos, ¡ufff!, casi te caes.
  • Dolor que se extiende al brazo, a la mandíbula… a la espalda. Eso es grave.

Pero, vamos a ver… no siempre hay señales previas. A veces es ¡pum!, de golpe. La angina de pecho, ese dolor que he dicho antes, es un gran aviso. ¡No lo ignores, eh! Si tienes algo raro, al médico, ya. No te la juegues.

Así que ya sabes, no hay un número exacto de días. Puede ser horas, días o incluso semanas. O cero. Mejor prevenir, ¿no? ¡Cuídate mucho, eh! Que luego te arrepientes… Y si el dolor es muy fuerte… ¡Llama a emergencias!

¿Cómo se llama lo que da antes de un infarto?

Síndrome coronario agudo sin elevación del ST (SCASEST). Así se llama. Punto.

Preinfarto silencioso: Isquemia silenciosa. Sucede sin dolor. Es un engaño. Peligroso.

Síntomas (o ausencia de ellos):

  • Fatiga inusual. Intensa. No te engañes.
  • Dificultad respiratoria leve. Despierta.
  • Debilidad. Extrema. No es normal.
  • Náuseas. Con vómitos. A veces.
  • Sudoración excesiva. Frío. Escoba.

En mi caso, en 2024, sentí una opresión en el pecho, una fatiga brutal… Ignoré las señales. Casi me mata. No lo olvides.

Diagnóstico: Electrocardiograma anormal. Análisis de sangre. Ecocardiograma. Necesario. Inmediato. No esperes. El año pasado, un amigo mío murió de uno. Sin síntomas. Silencioso. Mortal.

Tratamiento: Angioplastia. Bypass coronario. Medicamentos. Urgente. Siempre. Sin excusas.

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