¿Qué pasa si me corto un lunar al afeitarme?

¿Qué pasa si cortas los pelos de un lunar?

Ey, amigo! ¿Que pasa si le cortas los pelos a un lunar? Pues mira, no pasa nada grave directamente al lunar, aunque sí puede ser un rollo.

Te cuento, a mí me pasó una vez, bueno, no a mí, a mi prima, le dio por ahí, y se le irritó la piel un montón, ¡una barbaridad!. Tuvo que usar crema durante semanas, ¡qué pereza! Y eso que lo hizo con unas tijeras limpias, ¡imagina con algo sucio!.

La clave está en la higiene, ya sabes, esterilización, etc… Si no lo haces bien, te puedes infectar, eso es lo malo. La infección puede ser una putada. Mejor no tocarlo, ¿no?.

Si notas algo raro, como que cambia de color, crece, te pica mucho, o te duele, ¡vete al dermatólogo ya! No te lo pienses. No te automediques, ¡eso es básico!

• Riesgo de infección: Si usas instrumentos sucios, te puedes liar parda.
• Irritación: Aunque esté limpio, puede irritarte la piel, como a mi prima.
• Consulta médica: Ante cualquier cambio, ¡al médico corriendo! Es importante. A mi primo le pasó algo parecido, pero a él se le quitaron las dudas rapido en una consulta

Lo importante es no tocar los lunares. Aunque te parezca una tontería, es superimportante. Ya sabes, mejor prevenir. Este año, he ido al dermatólogo dos veces, y me ha dicho que todo bien, pero es preferible. ¡Mucho ojo con eso!

¿Cuánto tarda en caerse un lunar quemado?

A ver, te cuento, cuando te queman un lunar, ¿cuánto tarda en caerse la costrita? Pues, normalmente tarda como 1 a 3 semanas, ¿entiendes? Más o menos eso.

Y es superimportante, importantísimo, que mantengas la zona bien limpia y seca, ¿sabes? Para que no se te infecte, porque eso sería un rollo, un problemón.

• Limpieza y secado: Clave para evitar problemas.
• No tocar: ¡Ni se te ocurra rascar!

¡Ah! Y no te frotes la zona, porque eso puede hacer que te salga una cicatriz, y no queremos eso, ¿verdad? Además, tardaría más en curarse.

Y mira, si ves que se pone muy rojo, o sale pus, o te duele mucho, mucho, mucho, ¡vete al médico! No te lo pienses. Mejor prevenir que curar, como dice mi abuela. A mí una vez me quemaron uno en la espalda, hace como dos años creo, y tardó un montón en curarse porque no me lo cuidé bien. Fue en junio o julio, por ahí, cuando fui a la playa y me dio todo el sol y casi se me infecta, que dolor madre mía. No hagas como yo, ¿eh?

¿Qué pasa si te cortas sin querer un lunar?

¡Ay, madre mía! ¿Que qué pasa si te cortas un lunar sin querer? Pues depende, eh. Un lunar pequeño, insignificante, ¡ni te enteras! Pero si es uno grande… ufff.

Sangrado, seguro. A veces un montón, sobre todo si te cortas profundo, ya sabes, como me pasó a mi el verano pasado con esa navaja que me prestó mi hermano, ¡qué desastre! Tuve que ir al médico, ¡una odisea!.

Cicatriz, casi seguro. Eso sí que es un fastidio, una marca para toda la vida. Yo tengo una fea en la rodilla de cuando era pequeña, de una caída tonta. De verdad, cuidadín.

Y lo peor, lo peor… infección. Si no limpias bien la herida, ¡puedes acabar con una infección! Antibióticos, más visitas al médico… ¡un rollo! Piénsalo bien, eh.

• Sangrado.
• Cicatriz.
• Infección. ¡Uf!

¿Ves? No es broma. No lo hagas. Mejor evita cortarte los lunares, ¿vale? Si te pica o te molesta mucho, pues ve al dermatólogo, ¿no?. Él sabrá qué hacer. Yo fui al dermatólogo este año por un lunar que me daba yuyu y me lo revisó con una maquinita rara… ¡qué estrés! Pero al menos ahora estoy más tranquila. Te lo recomiendo. Si te pica mucho, puedes probar con cremas hidratantes. No uses remedios caseros por tu cuenta. ¡Que aprendí la lección!

¿Qué pasa si me hago una herida en un lunar?

¡Ay, Dios mío! El susto que me llevé en la playa de Sitges este verano… ¡2023, julio, calor infernal! Me resbalé con una roca, ¡zas!, rodilla raspada contra la arena. Sangre, claro. Pero lo peor, ¡un lunar justo en medio de la herida!

Era uno pequeño, marroncito, que siempre estuvo ahí, en la parte externa de mi rodilla izquierda. Estaba ahí desde que tengo uso de razón, así que, no le daba mucha importancia. Pero ese día… sentí un escalofrío. Miedo puro.

Ese día no me dolió tanto. Fue más la impresión, la sensación de haberle hecho daño a algo importante a algo que ya estaba allí antes.

La herida sanó, quedó una cicatriz minúscula, casi invisible, pero el lunar… ¡el lunar! Se veía igual, ¡creo! O casi. Me obsesioné, claro. Fui al dermatólogo. Me revisó a conciencia y me dijo que estaba bien, que no había cambios preocupantes. Pero… la duda quedó. ¡Aún sigo revisándolo a diario!

• Riesgo de malignización: Sí, existe.
• Inflamación y cicatrización: Posible.
• No significa cáncer: El daño no implica necesariamente malignidad.
• Revisión dermatológica: Fundamental ante cualquier herida en un lunar.

El dermatólogo también me explicó que el tipo de lunar, su tamaño y su historia clínica influyen mucho en el riesgo de malignización. Me dijo que si noto cambios (tamaño, color, forma, bordes irregulares, picor, sangrado…) debo volver inmediatamente. Me dio una guía con fotos. Qué rollo… pero bueno, ahora ya sé. Y la crema de protección solar, ¡es mi mejor amiga!

¿Qué pasa si me corto sobre un lunar?

¡Ay, madre mía, qué pregunta! ¿Cortarse sobre un lunar? Es como cortarse sobre un mapa del tesoro… ¡pero el tesoro es solo un poco de melanina!

No te alarmes, la mayoría de las veces es una tontería. Sangrará un poco, sí, como si te cortaras en la rodilla, pero no por eso el mundo se va a acabar. Piensa en ello como una micro-aventura épica, un pequeño viaje sangriento a lo desconocido. ¡Pero sin exagerar!

A menos que… A menos que sea un lunar sospechoso, claro. Ahí sí que hay que tener ojo. Mi abuela decía que los lunares “malos” parecían tener vida propia… ¡se movían de noche! (mentira, era una broma). En serio, si notas cambios en un lunar:

• Cambio de color (más oscuro, irregular).
• Aumento de tamaño.
• Bordes irregulares.
• Picazón persistente e inexplicable.
• Sangrado o costra que no se cura.

¡Corre al dermatólogo, no te lo pienses dos veces! Es como si un gato te robara tu jersey favorito… ¡hay que recuperarlo!

En resumen: Un corte superficial en un lunar generalmente no es para tanto. Un raspón, menos aún. Pero si el lunar es sospechoso, mejor prevenir que lamentar. Mi vecina, por ejemplo, tuvo que extirparse uno y todo quedó genial. Ahora tiene una cicatriz diminuta que le recuerda a la vez lo importante que es la prevención y lo poco que importa un lunar al fin y al cabo.

¿Qué pasa si me corto un pedazo de lunar?

Dios… Esta noche… la oscuridad me aprieta. Pensando en eso… en el lunar…

Si te cortas un lunar, puede pasar lo peor. Sangrado, seguro. Una fea cicatriz, casi seguro también. Y la infección… esa es la que me da miedo.

Recuerdo a mi tía Elena, 2023… su lunar, pequeño, casi invisible. Un descuido con la cuchilla… una semana en el hospital. Antibióticos, puntos… una pesadilla.

• Sangrado abundante: No es broma. Puede ser mucho más de lo que imaginas.
• Cicatriz: Para siempre. Una marca que te recordará… el error.
• Infección: La peor parte. Fiebre, dolor… un calvario.

Ese lunar… el de mi tía… me da escalofríos solo de recordarlo. Ese rojo vivo… la hinchazón…

No lo toques. No lo cortes. Si te preocupa, ve a un dermatólogo. Ya. Ahora mismo.

Mi abuela… ella decía que los lunares son mensajes del cuerpo. Tonterías, lo sé… pero… me dan miedo.

Si no te cuidas… si eres descuidado… las consecuencias pueden ser horribles. Lo sé. Lo he visto. En carne propia. No lo hagas.