¿Qué quiere decir que un color sea puro?

¿Cuáles son los 7 colores puros?

Los colores puros, como clásicamente se definen, son siete: rojo, naranja, amarillo, verde, añil, azul y violeta. Esta categorización, influenciada por Newton, es interesante.

El arcoíris exhibe los mismos colores en el mismo orden:

• Rojo: La longitud de onda más larga, percibida primero.
• Naranja: Transición entre el rojo y el amarillo.
• Amarillo: Color brillante y energizante.
• Verde: El color de la naturaleza, el más relajante.
• Añil: Un azul oscuro y profundo, difícil de distinguir.
• Azul: Color del cielo y el mar.
• Violeta: La longitud de onda más corta visible.

La formación del arcoíris es un fenómeno óptico resultado de la refracción y reflexión de la luz solar en las gotas de agua. Cada gota actúa como un pequeño prisma, descomponiendo la luz blanca en sus colores constituyentes.

La luz se refracta al entrar en la gota, se refleja en la parte posterior y se refracta nuevamente al salir. Este proceso separa la luz en sus diferentes longitudes de onda, creando el espectro visible.

La belleza del arcoíris reside en su carácter efímero, una manifestación fugaz de la física de la luz y el agua. Y sí, me recuerdan a mis acuarelas cuando pinto paisajes. Es curioso cómo algo tan científico puede ser tan evocador.

¿Qué describe la pureza del color?

A ver… la pureza del color… ¿eso es la saturación? Saturación = intensidad, sí, creo que sí. ¡Qué lío con los nombres!

• Como cuando confundes “azulado” con “cian”.

• Menos gris = más saturación.

• O sea, color más puro.

Es como cuando hago zumo de naranja. Si le echo mucha agua, pierde el color naranja intenso, ¿no? Se vuelve más pálido. ¿Eso es bajar la saturación? Hmm…

¿Y qué pasa con mi camiseta naranja chillón? ¿Esa tiene mucha saturación? ¡Uy, tengo que lavarla! Está fatal… Por cierto, ¿la saturación afecta al brillo? ¿O eso es otra cosa?

¿Cuáles son las 4 cualidades del color?

¡Uf! El calor de julio en Sevilla, pegaba que daba gusto. Recuerdo estar en la Plaza de España, ese día, pintando un bodegón con mis acuarelas. Era para un encargo, una terraza con naranjos, y me estaba volviendo loca con el color. ¡Ese naranja! ¡Impresionante!

El tono, es lo primero que se me vino a la cabeza. El tono era clave, para ese naranja vibrante, casi rojizo que buscaba, un naranja intenso, nada apagado. El sol reflejaba en el azulejo blanco de la fuente cercana, y cambiaba todo el juego de luces, increíble.

Luego la saturación, ¡qué lío! Era crucial porque definía la intensidad. Quería un naranja brillante, lleno de vida, no un naranja pastel, muy saturado, eso sí. Me costó un montón lograr esa riqueza del color.

Para encontrar el equilibrio justo, necesitaba controlar la luminosidad. Observé cómo el sol jugaba con la sombra de los naranjos y el reflejo en los azulejos. Era fascinante, el naranja intenso y soleado, tenía que ser claro, luminoso. Pero, ¡no demasiado!

Por último, el matiz, la pequeña variación de tono, que lo distinguía de otros anaranjados. Era sutil, pero importante. Un naranja con un leve toque rojizo para capturar la esencia de las naranjas de Sevilla. ¡Ajá!

Esa tarde terminé exhausta, pero satisfecha. El bodegón quedó precioso. Me ayudó a entender mucho mejor estas cuatro cualidades, de manera práctica. No hay nada como la práctica para comprenderlo.

• Tono: La base del color.
• Saturación: Intensidad del color.
• Luminosidad: Claridad u oscuridad.
• Matiz: Variación sutil del tono.

Me encanta pintar al aire libre, sobre todo en sitios con mucha luz natural. El año pasado pinté en la Alhambra, ¡una maravilla! La paleta de colores era mucho más fría, predominaban los azules, grises y ocres, todo lo contrario a la intensidad de Sevilla.

¿Cuáles son las propiedades del color?

¡Uf! Propiedades del color… ¿qué era eso de nuevo? A ver… 2024, año de la gran confusión con los colores. Me acuerdo que en mi taller de pintura, el otro día, había un marrón que me volvía loca. ¿Por qué? ¡Misterio!

Tono, claro, eso es fundamental, ¿no? Como ese azul eléctrico, chulo, ¿verdad? Pero luego está la saturación. A veces lo pienso y… ¡zas! Se me va la cabeza. ¡Qué lío todo esto! Mi hija, Sofía, dibuja con acuarelas y siempre me pregunta por los colores.

Brillo, ah, sí, ¡eso también! Influye un montón, ¿no? Piensa en un rojo apagado versus un rojo brillante. ¡Menuda diferencia! Ese rojo brillante me recuerda a las fresas de la huerta de mi abuela, ¡qué ricas!

Entonces… ¿Modelo Munsell? Sí, algo así oía. Año 1905, ¿no? Viejísimo. Casi tan viejo como mi bici, jaja. Aunque… espera… ¿Era Munsell? ¡Qué cabeza la mía! Mejor dejo de pensar y me tomo un té.

• Tono
• Saturación
• Brillo

¡Ay, Dios! ¡Tengo que volver a pintar! Se me olvidaba que tenía que terminar el cuadro de los girasoles para la exposición de este mes. ¡Qué estrés! Necesito más café. Tengo que apuntar todo esto para no olvidarlo:

• Más información sobre el modelo Munsell la encontré en un libro de teoría del color del año pasado.
• Este año, estoy experimentando con colores complementarios. ¡Es alucinante!

Ah, ¡casi se me olvida! El sábado me regalaron un set de acuarelas nuevas. Son preciosísimas… ¡Debería probarlas!

¿Cuáles son las 3 propiedades básicas del color?

Tono, saturación, brillo. Eso es todo. Tres pilares. Nada más.

El tono, la longitud de onda. Simple. Como la música, pero con luz. Mi viejo tocadiscos… aquellos surcos. Analogía imperfecta, pero… sirve.

La saturación: pureza. Primarios, secundarios, terciarios. Una jerarquía, una estructura. Como las castas, pero con pigmentos. A veces pienso en eso.

Brillo. Intensidad. La luz misma. Brutal. Como el sol de mi tierra, Valencia. Recuerdo aquel verano, 2024. Inolvidable.

• Tono: Longitud de onda. Rojo, verde, azul. El espectro.
• Saturación: Pureza del color. Vibrante. O apagado.
• Brillo: Intensidad lumínica. Claro. Oscuro.

Y ya está. No hace falta más. Fin de la historia. O el principio. Depende de cómo se mire.