¿Qué se puede hacer con sal?
"La sal es un recurso versátil. Suaviza el agua potable, protegiendo tuberías de incrustaciones. Es crucial en la producción de papel, curtiembre de cuero y en la elaboración de jabones y detergentes."
¿Usos creativos de la sal: cocina, limpieza y más?
¡A ver, a ver! La sal, ese granito blanco omnipresente, ¡es mucho más que un simple sazonador!
En mi cocina, por ejemplo, la uso para curar el salmón. Lo cubro con una montaña de sal gruesa, eneldo fresco y un poco de azúcar. Tres días en la nevera y ¡voilà!, un manjar delicioso. ¡Ah!, también me salva cuando se me quema algo en el horno: un puñado de sal encima sofoca el humo y evita un desastre mayor.
¡Pero espera, que hay más! Recuerdo, cuando vivía en Barcelona, que el agua era durísima. Un fontanero me recomendó instalar un descalcificador con sal para proteger las tuberías. ¡Y vaya si funcionó! Adiós a la cal incrustada en la ducha.
¿Sabías que la sal también es clave en la fabricación del papel y el cuero? ¡Quién lo diría! Y ni hablar de los jabones y detergentes. Es como la “navaja suiza” de la industria, ¿no crees? A mí, estas cosas siempre me dejan 🤔.
Preguntas y respuestas concisas:
- ¿Para qué más sirve la sal además de cocinar?: Suaviza el agua, elaboración de papel y cuero, fabricación de jabones y detergentes.
- ¿Cómo ayuda la sal a suavizar el agua?: Evita las incrustaciones de sales minerales en tuberías y depósitos.
- ¿En qué industrias se usa la sal?: Papel, cuero, jabones y detergentes.
¿Dónde se pone la sal para proteger la casa?
Buf, qué calor hacía ese día de julio, creo que fue el 15. Me acuerdo que sudaba la gota gorda cargando la caja con todas mis cosas para el nuevo piso. Un pequeño estudio, nada del otro mundo pero mío, al fin. Mi madre, claro, apareció con un bote de sal gorda. Me miró con esa cara de… ya sabes, de madre. “Pon esto en la entrada, para la buena suerte”, me dijo.
Sal en la entrada, eso era. Justo detrás de la puerta. Casi se me olvida con el jaleo de la mudanza. No es que crea mucho en esas cosas, pero bueno, por si acaso. Ya tuve suficiente con el estrés de encontrar piso en Madrid este año, como para jugármela con las malas vibras, ¿no? El bote era de cristal, de esos de mermelada, con una tapa de cuadros rojos y blancos. Quedaba fatal con la decoración, pero ahí sigue.
La verdad es que el piso tiene buena energía. Mucha luz, aunque las vistas den a un patio interior. He tenido alguna visita rara, amigos de amigos, con cara de pocos amigos, je, pero vamos, nada fuera de lo normal. ¿Será la sal? Quién sabe. Igual es simplemente que el barrio mola.
- Colocar sal en la entrada: costumbre para la buena suerte y protección.
- Recipiente: cualquier tipo.
- Ubicación: detrás de la puerta de entrada.
Madre mía el calor que pasé. Todavía me acuerdo del olor a cartón de las cajas. Y a sal, claro.
¿Qué beneficios tiene limpiar la casa con sal?
Medianoche. Otra vez. La casa en silencio. Y yo aquí, pensando… en la sal. Suena absurdo, ¿verdad? Pero sí, la sal. La uso para limpiar, sí. No sé, como un ritual. Absorbe la humedad. La veo desaparecer, llevándose… no sé… algo conmigo.
- Manchas. Las borra, sí. Pero las mías… esas no se van.
La uso con limón. Sal y limón. Limpia la cocina, la deja brillante. Un brillo falso. Como mi sonrisa. Este año, 2024, la cocina ha visto muchas lágrimas caer. Muchas. Demasiadas.
Abrasiva. Froto con fuerza. Como queriendo arrancar algo más que la suciedad. Algo que llevo dentro. Este año ha sido… duro. Perdí mi trabajo en marzo. Y… bueno, otras cosas.
- Moho. Lo elimina. Pero el que crece dentro, ese no. Ese se queda. Se extiende.
Blanquea la ropa. Intento blanquear mis recuerdos. Imposible. Este año conocí a alguien. Y se fue. Así, sin más. Dejando todo manchado. Como si hubiera derramado café sobre mi vida entera.
Limpia. Eso dicen. Yo sigo sintiéndome sucia. Por dentro.
Respuesta corta: Absorbe humedad, abrasiva, limpia con ácidos.
¿Qué beneficios tiene la sal en la casa?
¡Sal en la entrada! ¿Para qué? Ay, sí, ¡para la prosperidad! Eso sí que lo he oído decir a mi abuela, la que me enseñó a hacer pan con masa madre, ¡qué recuerdos! Y también, que absorbe las malas vibras… ¿Será verdad? Es que ayer, justo ayer, mi gata, Luna, destrozó el sofá nuevo… ¿Mala vibra? ¿O es que Luna está en su etapa rebelde?
Ahuyenta la negatividad. Eso dicen. Como un escudo energético. Imagino un campo de fuerza invisible, jaja. Pero bueno, no es magia, ¿no? Aunque… a veces, las cosas inexplicables pasan. Como cuando se me rompió el móvil el lunes pasado, justo después de una discusión con mi jefe, ¡qué casualidad!
Atrae la buena suerte. Eso espero. Necesito suerte, mi cartera está más vacía que mi jarra de agua después de una maratón. ¡Necesito dinero! Así que, sal en la puerta, a ver qué pasa.
- Protección
- Prosperidad
- Buena suerte (¡ojalá!)
¿Pero qué tipo de sal? ¿Gruesa? ¿Fina? ¿De ese bote enorme que tengo en la despensa? ¿O mejor compro una especial, de esas que venden en tiendas esotéricas? ¡Tengo que buscar información! Me preocupa el tema de la Luna y el sofá nuevo, ¿cómo se limpia eso?
Previene envidias. Al menos, eso es lo que he leído por ahí, en algún blog de esas cosas de Feng Shui. La sal… misterio.
En fin, hoy probaré a poner un puñadito en un plato bonito, cerca de la puerta, y a ver si funciona. Ya os contaré si Luna deja de ser tan traviesa. ¡Ya contaré si mi situación económica mejora!
Dato extra: En 2024, mi vecina, Carmen, puso sal en su nueva tienda y dice que le ha ido genial en ventas. Pero claro, también hizo una gran campaña de marketing… Difícil saber qué influyó más.
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