¿Qué significa tener lunares en la cara?
Los lunares faciales, resultado de un exceso de melanina producida por los melanocitos, son una acumulación de pigmento en la piel. Su aparición es un proceso natural, aunque su tamaño, forma y color pueden variar. Para cualquier inquietud sobre lunares, consulta a un dermatólogo. Un diagnóstico profesional es clave para una evaluación adecuada.
¿Qué significan los lunares en la cara y cuál es su significado?
¡A ver, a ver! Lunares en la cara, ¡tema interesante! Siempre me he preguntado qué rollo tienen.
¿Qué significan los lunares en la cara y cuál es su significado?
Pues mira, yo creo que el significado… ¡No sé! Jaja, pero sí que cada lunar es único, ¿no? Como una mini constelación personal.
¿Por qué se producen lunares en la cara?
Ah, ¡esto sí lo sé más o menos! Según tengo entendido, es por la melanina, esa sustancia que nos da color. Cuando se acumula en un punto, ¡pum!, lunar al canto. En Oncosalud tienen un artículo interesante sobre esto, si quieres investigar más.
Información de preguntas y respuestas (breve y concisa):
- ¿Qué son los lunares en la cara? Acumulaciones de melanina.
- ¿Por qué se producen? Exceso de melanina producida por los melanocitos.
¿Qué pasa si tengo lunares en la cara?
Aquí, en la oscuridad, hasta los lunares parecen diferentes.
La mayoría no significan nada, solo pintas en la piel.
Pero…
- Siempre está ese pero. El miedo silencioso a que uno, solo uno, decida cambiar. A rebelarse.
- Este año noté uno nuevo, cerca del labio. Pequeño, casi imperceptible.
- Me recuerda a la cicatriz que me hice de niña, jugando en el parque. Otra marca. Otra historia.
- Debería ir al dermatólogo, lo sé. Aplazarlo es como negar la sombra que crece.
- Mi abuela murió de cáncer de piel. Y eso… pesa.
Si ves que algo cambia, no lo ignores. Hazlo por ti. Y quizás, un poco, por los que ya no están.
¿Qué significa nacer con un lunar en la cara?
¡Ay, amigo! ¿Un lunar en la cara al nacer? ¡No te me sulfures! Igual te toca ser el próximo Clark Gable, pero con un toque especial.
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Trastorno genético (neurofibromatosis): ¡Ojo al parche! A veces, un lunar de nacimiento en la jeta puede ser señal de neurofibromatosis. No te rayes, pero si tienes muchos lunares raros o manchas café con leche, ¡dale un toque al médico! Mejor prevenir que curar, ¡como decía mi abuela! Que en paz descanse…
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¿Todos tenemos lunares?: ¡Pues sí, campeón! ¡Casi todos llevamos la marca de Caín (bueno, lunares)! La mayoría aparecen después de nacer. Como cuando te sale una cana después de ver al Valencia perder otro partido (¡ay, mi Valencia!).
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¡No es el fin del mundo!: Que no cunda el pánico. Un lunar no te define. ¡Puedes ser astronauta, domador de leones, o incluso político! ¡Bueno, quizás no eso último! Jajaja.
¿Mi experiencia personal? ¡Yo tengo un lunar en la espalda que parece la Península Ibérica vista desde arriba! ¡Es como tener un mapa del tesoro en la piel! Pero bueno, aparte de eso, ¡todo normal! ¡Ah! Y no te olvides de la crema solar, ¡que el sol achicharra!
¿Por qué me están saliendo lunares en la cara?
¡Ay, Dios mío, estos lunares! Me salieron este verano, justo después de ese viaje a la playa con mi familia a Cancún en julio. El sol, ¡qué brutalidad! Estaba todo el día en la arena, sin protección solar, ¡qué tonta! Ahora tengo como tres lunares nuevos en la mejilla izquierda, uno grandote y dos pequeñitos al lado. Me dan un poco de grima, la verdad.
Se me pusieron así, como… ¿cómo decirlo? Como pequeñas manchas marrones, ¡y pican a veces! Uno es más oscuro que los otros, ¡me da hasta un poco de miedito! Tengo que ir al dermatólogo, es que estoy un poco… agobiada. ¡No me gusta nada tenerlos ahí!
¿Por qué me están saliendo lunares en la cara? Porque me quemé la cara, ¡claro! Debería haber usado protector solar de factor 50, al menos. Ahora lo sé.
Los melanocitos, esos bichos , producen melanina y se agrupan, formando lunares. Total, que el sol los ha activado.
Lo que me preocupa es si son peligrosos… Ese lunar grande… me da mala espina.
- Tres lunares nuevos en la mejilla izquierda.
- Uno grande y dos pequeños.
- Aparecieron después del viaje a Cancún.
- Pican a veces.
- Necesito ir al dermatólogo YA.
Tengo 32 años, por cierto. Y me llamo Ana. Soy bastante blanca de piel, siempre he sido así. Siempre me quemé al sol con facilidad.
Voy a llamar para pedir cita, a ver cuándo me pueden ver.
¿Qué es bueno para eliminar los lunares de la cara?
Perdón… Es tarde. Debería dormir. Pero estos lunares… me obsesionan.
El bisturí, lo recuerdo… un corte limpio, dicen. Pero la cicatriz… siempre ahí. Como una marca. Como un recordatorio. En mi mejilla izquierda, justo al lado de la boca.
El nitrógeno líquido, ¡ay! Eso sí que duele. Una quemadura helada, una ampolla que se forma… luego se cae. Dejé de usarlo después de la de mi barbilla, quedó fea.
La quema, el afeitado, el láser… todo lo mismo, ¿no? Una herida. Un recuerdo.
Este año, intenté con la crema que me recomendó la dermatóloga, la Dra. García. Nada. Siguen ahí, esos malditos lunares. Parece que son parte de mi.
- Bisturí: Cicatriz visible.
- Nitrógeno líquido: Dolor intenso, posibles cicatrices.
- Cauterización: Riesgo de hiperpigmentación.
- Excisión: Posible cicatriz.
- Láser: Menos invasivo, pero también puede dejar marcas.
- Crema recomendada en 2024 por la Dra. García: Inefectiva en mi caso.
No hay una solución mágica. Solo dolor y marcas. Como una maldición. Como yo.
¿Cómo queda la cara después de quitar un lunar?
La cara… después… uff. Quitaron ese lunar, el de la mejilla izquierda, cerca de la boca. Recuerdo el pinchazo, un dolor agudo… luego, nada. Un vacío.
Quedó una costra, fea. Como una herida pequeña, oscura. Me daba asco mirarme.
Y la inflamación… Dios, la inflamación. Como un grano enorme, rojo e hinchado. Parecía que iba a explotar. Duros días. Tres días, creo. No podía sonreír bien, ni tocarme la cara. Me sentía… monstruosa.
- Dolor intenso, al principio.
- Hinchazón, bastante considerable. Mucho más de lo que esperaba.
- Enrojecimiento, un rojo vivo, casi morado en los bordes.
- Cosas horribles. Como una marca de nacimiento pero peor.
Ahora… ahora se ve mejor. Queda una pequeña marca, apenas perceptible. Pero la recuerdo, la recuerdo… como una pequeña cicatriz. Es como un mapa, un mapa de mis miedos. Fue en la clínica dermatológica de la calle Mayor, en mayo de este año. Fue la Dra. Elena García quien lo hizo.
La marca es pequeña, afortunadamente. Pero… la sensación, la angustia, esa sigue ahí. A veces, por la noche… me veo en el espejo, y allí está…
- Una marca.
- Un recuerdo.
- Un pequeño susto.
- Una cicatriz de 2023.
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