¿Qué significan los lunares de carne en el cuello?

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¡Ay, los lunares de carne! A mí me dan un poco de repelús, la verdad. Siempre he pensado que son como fallas en la piel, aunque sé que no son peligrosos. Me imagino que deben ser molestos si rozan con la ropa, especialmente en el cuello. ¡Qué bueno que la mayoría de las veces son inofensivos!

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¿Qué significan esos dichosos lunares de carne en el cuello? Ay, qué rollo, ¿verdad? A mí, personalmente, me dan un poco de grima. No sé, siempre los he visto como… ¿imperfecciones? Como si la piel hubiera dicho “ups, aquí me equivoqué”. Aunque claro, sé que en realidad no son peligrosos, al menos la mayoría no. Recuerdo a mi abuela, que tenía uno enorme en el cuello, ¡casi como una pequeña cereza carnosa! Y vivió hasta los noventa y tantos, así que… ¿qué te digo?

Me imagino la incomodidad, ¿eh? Sobre todo si te roza la ropa, ¡qué fastidio! A mí, por ejemplo, me da un poco de miedo que con el roce se irrite o algo. Una vez, tenía un lunarcito pequeño, ¡mínimo!, en la nuca, y una bufanda nueva, de esa lana súper suavecita pero áspera a la vez, me lo irritó de tal forma que me salió un pequeño granito… ¡qué horror! Aprendí la lección. Desde entonces, con los lunares, cero riesgos.

Dicen, he oído, que son muy comunes, que el 80% de la población los tiene o algo así. ¡No me lo creo! ¡Igual sí!, no sé, suena mucho, pero bueno, si es cierto, ¡podemos formar un club! Un club de los lunares carnosos, ¿qué te parece? Nos reímos un rato y nos compartimos cremas hidratantes y consejos para evitar que se irriten, ¿vale? Al fin y al cabo, son parte de nosotros, ¿no? Aunque esos pequeños bultos… siempre me dan esa sensación rara, como si fueran un secreto de la piel. Un secreto que, por suerte, suele ser inofensivo. Pero bueno, siempre es mejor estar prevenidos, ¿no?