¿Cómo se encuentra la Luna ahorita en estos momentos?

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Actualmente, la Luna presenta una visibilidad del 99,97%, acercándose a la fase de Luna Nueva. Se encuentra en la fase menguante, es decir, su luminosidad decrece día a día después de haber alcanzado su máximo esplendor en la fase de Luna Llena. Esta fase culminará con la ausencia total de luz visible.

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La Luna esta noche: Un susurro de plata que se desvanece

La noche nos envuelve, y con ella, la sutil presencia de la Luna. Pero a diferencia de las noches de luna llena, donde su radiante disco ilumina el paisaje, esta noche la reina de la noche se presenta con un rostro ligeramente velado. Actualmente, la Luna exhibe una visibilidad del 99,97%, un porcentaje que, si bien parece abrumadoramente completo, nos indica una inminente transición. Estamos a las puertas de la Luna Nueva.

Su aspecto actual es el de una menguante, un disco casi perfecto, pero con un sutil oscurecimiento en su borde occidental. Este lento desvanecimiento, este delicado descenso lumínico, es un espectáculo astronómico en sí mismo. Después de haber bañado el cielo con su resplandor total durante la Luna Llena, ahora su luz decrece día a día, como un susurro de plata que se desvanece lentamente en la negrura del cosmos. Cada noche, un fragmento más pequeño de su superficie refleja la luz solar, un proceso gradual que culminará con la ausencia total de luz visible, con la Luna Nueva, un misterio oculto en la oscuridad, esperando su renacimiento.

Este progresivo oscurecimiento nos invita a la contemplación. No es la exuberante luminosidad de la luna llena, sino una belleza más sutil, más introspectiva. Es la antesala de un nuevo ciclo, un momento de quietud antes de que la Luna, renovada, vuelva a emerger en el cielo nocturno, brillando con renovada fuerza. Observemos este sutil espectáculo celestial, un recordatorio del constante ciclo de vida, muerte y renacimiento que rige el universo y, de alguna manera, también nuestras propias vidas. Porque incluso en su casi total ocultación, la Luna mantiene su poderosa influencia, un silencioso testigo de la danza cósmica que continúa incesantemente.