¿Cuál es la evidencia científica que confirma que la Pangea existió?

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La distribución geográfica de fósiles, como el helecho Glossopteris en continentes separados, apoya la teoría de Pangea. Estudios paleontológicos muestran la similitud de especies en zonas actualmente alejadas, corroborando el supercontinente.
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La Pangea: Evidencia Científica de su Existencia

La Pangea, el supercontinente que existió hace unos 335 millones de años, es una teoría científica bien respaldada por una amplia gama de pruebas geológicas y paleontológicas.

Distribución Geográfica de Fósiles

Una de las pruebas más convincentes de la Pangea es la distribución de fósiles idénticos en continentes que actualmente están separados por vastos océanos. Por ejemplo, el helecho Glossopteris se encuentra en formaciones rocosas de América del Sur, África, India, Australia y la Antártida. Esta distribución sugiere que estas masas de tierra alguna vez estuvieron conectadas en un solo continente.

Similitud de Especies

Los estudios paleontológicos han demostrado similitudes notables entre especies que viven hoy en continentes que anteriormente estaban unidos. Por ejemplo, los marsupiales, un grupo de mamíferos que dan a luz a crías vivas, se encuentran en Australia y América del Sur. Esto implica una conexión terrestre entre estos continentes en el pasado.

Otras Evidencias Geológicas

Además de los fósiles y las especies similares, existen otras pruebas geológicas que respaldan la teoría de Pangea. Por ejemplo:

  • Estructuras geológicas coincidentes: Las cadenas montañosas y otras estructuras geológicas se extienden a través de continentes que alguna vez estuvieron conectados, como los Apalaches en América del Norte y las montañas Caledonianas en Europa.
  • Correspondencia de rocas: Las rocas de edades y composiciones similares se encuentran en continentes separados, lo que sugiere un origen común.
  • Marcas de arañazos glaciales: Las marcas de arañazos dejadas por los glaciares se encuentran en regiones ahora separadas por océanos, lo que indica que estos continentes se movieron desde un área polar común.

Conclusión

La evidencia científica a favor de la existencia de Pangea es abrumadora. La distribución geográfica de fósiles, la similitud de especies y las estructuras geológicas coincidentes proporcionan un fuerte apoyo a la teoría de que los continentes alguna vez estuvieron unidos en un solo supercontinente. Esta evidencia ha llevado a una amplia aceptación de la Pangea como un hecho científico bien establecido.