¿Cuando el Sol y la Luna desaparecen de nuestra vista?

¿Cuándo el sol y la luna desaparecen de nuestra vista? Ay, los eclipses… Me ponen la piel de gallina, de verdad. Recuerdo uno que vi de pequeña, con mi abuelo. Estábamos en el campo, un silencio enorme, solo el viento… y de pronto, esa sombra, como un mordisco gigantesco en el sol. ¡Qué miedo, y qué fascinación a la vez! ¿No te parece increíble? Sentí como si el mundo se estuviera deteniendo, un momento mágico y un poco inquietante al mismo tiempo.

Uf, siempre me han fascinado. Ese desvanecimiento, ese… ¿cómo decirlo?… ese “apagarse” de la luz, tan abrupto, tan misterioso. Entiendo perfectamente que antes la gente les tuviera tanto miedo. ¡Imagínate, sin saber qué pasaba, viviendo en una época donde todo se atribuía a los dioses! Debió ser aterrador. Aunque ahora sabemos que son fenómenos astronómicos, perfectamente explicables – bueno, perfectamente explicables para los que entienden de eso, yo todavía me quedo con la boca abierta – , ¡la magia no se pierde! Sigue ahí.

Me pregunto cuánta gente los ha visto a lo largo de la historia… millones, ¿no? He leído, o creo que leí, que hay registros de eclipses desde hace… miles de años. ¡Miles! ¡Alucinante! Y pensar que ocurren en otros planetas también… ¡El universo es tan inmenso! Es como… no sé, como si este pequeño planeta nuestro, con toda su historia y sus dramas, fuera un granito de arena en una playa infinita. Da vértigo, ¿verdad? A veces me siento insignificante, otras, con una suerte increíble de poder presenciar estas maravillas. Como ese eclipse… con mi abuelo, bajo ese cielo enorme. Ojalá pudiera volver a ese momento.