¿Cuánto tarda Plutón en dar la vuelta al zodiaco?

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Plutón, al transitar lentamente por los signos zodiacales (entre 12 y 30 años por signo), completa su recorrido por el zodíaco en 248 años, marcando el inicio y el fin de ciclos generacionales y etapas significativas. Este lento movimiento define su influencia a largo plazo.
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El Largo Viaje de Plutón: Un Ciclo Generacional de 248 Años

Plutón, el planeta enano relegado a la periferia de nuestro sistema solar, guarda un secreto fascinante: su lentísimo tránsito por los signos del zodíaco. A diferencia de los planetas más cercanos al Sol, cuya influencia astrologica se siente a corto plazo, la influencia de Plutón se extiende a lo largo de generaciones enteras. No se trata de un viaje rápido y fugaz, sino de una travesía épica que redefine eras y moldea la historia humana.

Mientras que planetas como Marte o Venus cruzan un signo zodiacal en cuestión de meses, Plutón se toma su tiempo. Su recorrido por cada constelación puede oscilar entre 12 y 30 años, un periodo que permite una transformación profunda y a menudo imperceptible en la conciencia colectiva. Imaginen el impacto de un planeta que permanece en un solo signo zodiacal durante más de una década. Esto no es un leve susurro, sino un profundo zumbido resonando a través del tejido mismo de la sociedad.

La suma de estas estancias prolongadas resulta en un ciclo completo alrededor del zodíaco de 248 años. Este número, en sí mismo, es un testimonio de la naturaleza trascendental de la influencia plutoniana. No estamos hablando de tendencias pasajeras ni de modas efímeras. Se trata de ciclos generacionales de proporciones monumentales, marcando el inicio y el fin de eras definidas por transformaciones sociales, políticas y tecnológicas radicales.

¿Cómo afecta este largo viaje a nuestras vidas? La influencia de Plutón se manifiesta en la transformación profunda, a menudo forzada, de estructuras de poder, creencias arraigadas y sistemas obsoletos. No es un tránsito de cambios sutiles; más bien, representa momentos de catarsis, de crisis que nos obligan a confrontar nuestras sombras y a reinventarnos. A nivel individual, este lento movimiento puede reflejar procesos de autodescubrimiento profundos y transformaciones personales significativas, a menudo asociadas con el poder, el control, la muerte y el renacimiento.

En conclusión, los 248 años que tarda Plutón en completar su órbita zodiacal no son solo un dato astronómico; son una medida del tiempo profundo, del ritmo lento y arrollador de las transformaciones que modelan la civilización. Su influencia, aunque imperceptible a simple vista, teje el hilo conductor de la historia humana, recordándonos la potencia de los ciclos a largo plazo y la inexorable transformación que acompaña a la evolución de la sociedad.