¿Dónde se encuentra el centro de la Vía Láctea?

Un viaje al corazón de la oscuridad: Buscando el centro de la Vía Láctea

Al mirar al cielo en una noche despejada, lejos de las luces de la ciudad, podemos apreciar una franja blanquecina que cruza el firmamento: la Vía Láctea. Esta banda de luz no es más que la acumulación de miles de millones de estrellas que conforman nuestra galaxia, vista desde nuestro pequeño punto azul dentro de ella. Pero, ¿alguna vez te has preguntado dónde se encuentra el corazón palpitante de este sistema estelar, el centro de nuestra galaxia espiral?

Para encontrarlo, debemos dirigir nuestra mirada hacia la constelación de Sagitario, visible en el hemisferio norte durante las noches de verano. Es allí, en medio de la multitud de estrellas que dibujan al arquero mitológico, donde se esconde el centro galáctico.

A simple vista, la región central de la Vía Láctea aparece oscurecida por densas nubes de gas y polvo interestelar que absorben la luz visible. Sin embargo, gracias a telescopios que observan en longitudes de onda como el infrarrojo y las ondas de radio, los astrónomos han logrado penetrar este velo y revelar lo que se oculta tras él: un agujero negro supermasivo, con una masa equivalente a millones de soles, que domina gravitacionalmente el centro de nuestra galaxia.

Se estima que este coloso cósmico se encuentra a una distancia de 24.000 años luz de nosotros. Es decir, la luz que hoy nos llega de esa región partió de allí hace 24.000 años, cuando nuestros ancestros aún pintaban bisontes en las paredes de las cuevas.

Aunque el centro de la Vía Láctea se encuentra oculto a nuestra vista directa, su influencia se extiende por toda la galaxia. Es el motor que impulsa la rotación de miles de millones de estrellas, un faro en la oscuridad que nos recuerda la vastedad y el misterio del universo que habitamos.