¿Por qué la Tierra se ve más pequeña cuando se ve desde la Luna?

Tierra. ¿Pequeña? Vista desde la Luna… Es una cosita, ¿verdad? Un mármol azul suspendido en esa negrura… Imaginen, yo a veces lo intento, estar ahí parado, en ese polvo gris, mirando hacia arriba… y vernos a todos nosotros, aquí abajo, en esa esfera. Me da como… no sé, ¿vértigo? Un escalofrío. Es que, claro, ¡es enorme la distancia! No me extraña que se vea pequeña. Es como… ¿cómo explicarlo? Como cuando te alejas de la costa en un barco, y la ciudad se va haciendo chiquitita, hasta que solo ves luces borrosas. Pues algo así, pero a lo bestia.

Recuerdo una vez, era niño, estaba mirando la luna llena, brillante, enorme. Y pensé: “¡Allá arriba, alguien nos está mirando!” Ahora, de adulto, pienso que si alguien estuviera allí, en la Luna, vería la Tierra… una bolita azul. Casi frágil. Y nosotros, aquí, peleándonos por tonterías. ¿No les parece absurdo?

Dicen, he leído por ahí, que la Tierra se ve unas cuatro veces más grande desde la Luna que la Luna desde la Tierra. Bueno, tiene sentido, ¿no? Es cuestión de distancias. Pero no son solo números, es la sensación… esa sensación de perspectiva. De saber que todo lo que conocemos, todo lo que amamos, está ahí, contenido en ese pequeño círculo azul.

A veces, en las noches claras, miro la luna y me cuesta creer que alguien haya estado allí, haya caminado sobre ella, haya visto nuestra Tierra así, pequeñita. Es como… como un sueño. Y a la vez, me da una extraña paz. Saber que estamos todos juntos en este… ¿cómo se llama? Ah, sí, en este “pálido punto azul”. Y que, a pesar de todo, seguimos aquí.