¿Qué planeta gira más rápido que la Tierra?
Mercurio es el planeta más veloz. Su velocidad orbital promedio supera los 47 km/s, contrastando con la velocidad terrestre de aproximadamente 30 km/s. Venus y Marte presentan velocidades orbitales inferiores.
¿Qué planeta completa una rotación sobre su eje en menos tiempo?
Vale, a ver si te cuento esto sin liarme mucho, que a veces me enrollo…
¿Cuál planeta gira más rápido sobre sí mismo? Pues, aunque parezca raro, no es Mercurio como mucha gente piensa por estar más cerca del sol. Es Júpiter, ¡ese gigante gaseoso! Lo completa en unas 10 horas terrestres.
Mercurio sí que va a toda leche alrededor del sol, eso sí. ¡A unos 47.87 km por segundo! Venus, más tranquilo, a 35.02 km/s. La Tierra, bueno, nosotros vamos a unos 29.78 km/s sin darnos cuenta, imagínate. Y Marte, el planeta rojo, a 24.077 km/s.
¡Es que a veces me pregunto cómo no salimos volando!
¿Cuál es el planeta con la rotación más rápida?
Júpiter. Rotación vertiginosa. Menos de 10 horas.
-
Gigantes más masivos existen, orbitando otras estrellas. Exoplanetas colosales, un centenar y sumando. Júpiter, un peso pluma comparado.
-
La rapidez es un arma de doble filo. Aplasta los polos, ensancha el ecuador. Deformidad visible, efecto de la inercia.
-
Recuerdo una noche en el desierto de Atacama. Ver Júpiter a través del telescopio, un remolino de gas. Esa mancha roja, eterna tormenta. Un monstruo en la inmensidad.
-
Mi viejo profesor decía: “La velocidad es relativa”. Ironía pura. Para Júpiter, es su maldición y su gloria.
¿Qué planeta tarda menos en dar una vuelta?
Mercurio. 88 días. Un suspiro cósmico.
La proximidad al Sol, su condena. Un año, efímero. Mi gato vive más. Ironías del universo.
-
Órbita veloz, vida fugaz. Quizás la clave esté ahí. El tiempo, relativo. Siempre lo fue.
-
Tres meses, un año. ¿Qué importa? El tiempo es una ilusión. O eso creo. Igual me equivoco.
El ritmo frenético. Incesante. Agotador. Como un martillo pilón. Como mi vida.
El sol, un tirano. Su gravedad, una cadena invisible. Un maestro de marionetas. Lo controla todo. Hasta mis pensamientos, a veces.
Mercurio. Un punto diminuto en la inmensidad. Igual que yo. Perdido. O encontrado. No lo sé. Lo mismo da.
Otro dato: la temperatura en Mercurio oscila entre -173°C y 427°C. Brutal. Como la vida misma. Repetición intencionada. Ya lo dije.
La existencia, un breve ciclo. Un suspiro. Un instante. Un error.
¿Qué planeta gira al revés?
Venus. Gira al revés. Punto.
- Rotación retrógrada: Venus. ¿Nebulosa solar? Quizás.
- Origen del Sistema Solar. Teorías. Van y vienen.
- ¿Curioso? Depende. Yo prefiero el café solo.
Venus amanece por el oeste. Imagina eso.
- Planetas. Bolas de roca. Dan vueltas.
- ¿Relevancia? Existimos. Por ahora.
Vi un documental sobre Venus en 2023. Nada nuevo. Siempre lo mismo.
- Atracción gravitacional. Las mareas. Un tirón constante.
- Nebulosa Solar. La gran explosión. O algo así.
No pienses demasiado. Duele.
¿Qué planeta tarda más en rotar sobre sí mismo?
Venus.
Es Venus. Siempre me ha parecido irónico, ¿sabes? Un infierno brillante, pero que gira lento, muy lento.
- Venus tarda más en rotar sobre sí mismo que en orbitar el Sol. Dos años casi terrestres para un día venusiano. Impresionante.
- Hace poco vi una foto de Venus, tomada por una sonda. Solo nubes, una cortina densa. Me recordó a ciertas personas que conozco, con secretos guardados, dando vueltas en su propio infierno.
- ¿Y qué importa el tiempo, al final? Si estás atrapado en algo, da igual lo lento que pase. Yo me siento así a veces, como Venus.
Quizás por eso me llama la atención. La lentitud. La quietud forzada en medio del caos. Me pregunto si en esos 243 días venusianos, ¿hay tiempo para arrepentirse de algo?
¿Por qué no se siente la rotación de la Tierra?
El silencio del giro. Un susurro cósmico, apenas perceptible. La Tierra, inmensa, nos lleva en su danza eterna. Un viaje sin sobresaltos, un ritmo constante. No lo sentimos, no lo percibimos… ¿o sí? A veces, en la quietud de la noche, creo sentir un leve mareo, un imperceptible bamboleo. Una ilusión, quizá. Pero ese roce sutil, esa insinuación de movimiento… permanece.
Se diría que todo gira en perfecta armonía. Un ballet cósmico, donde cada partícula, cada átomo, cada ser vivo, danza al unísono. La velocidad constante, la clave. Es como ir en un tren a alta velocidad: sólo notas el movimiento al frenar. Nuestra Tierra, un tren cósmico, siempre en movimiento. Siempre constante.
Recuerdo una noche de 2024, observando las estrellas desde mi balcón en Madrid. La quietud, la inmensidad del cielo, el susurro incesante del viento… entonces, esa sensación, ese algo que se asemeja a una leve rotación… Quizás sea mi imaginación. O quizás, simplemente, el eco de nuestro viaje. Un viaje silencioso. Un viaje constante.
La Tierra gira, sí, pero imperceptiblemente para nosotros. Es un movimiento tan fluido, tan integrado en nuestra existencia, que pasa desapercibido. Es como respirar: lo hacemos sin darnos cuenta, sin esfuerzo.
- El movimiento es constante.
- La velocidad es la clave.
- La inercia nos hace uno con el planeta.
- El silencio es cósmico, perfecto.
Y, sin embargo… aquel ligero mareo, aquella sensación de movimiento velado. Permanece. Como un eco. Como un susurro. La Tierra, silenciosa, poderosa, inmensa, gira y gira, llevándonos con ella en su viaje eterno, imperceptible… pero no del todo.
¿Qué nos mantiene pegados a la Tierra?
La gravedad es lo que nos mantiene pegados al suelo.
Vale, a ver, te cuento… Me acuerdo un día en el parque del Retiro, hace no mucho, este año mismo. Estaba tirado en el césped, cerca del estanque, intentando leer a Murakami, pero imposible. Hacía un calor que flipas, de esos de Madrid en agosto.
Veía a los niños correr, jugando con la pelota. Uno de ellos tropezó, la rodilla raspada, el drama total. Y ahí estaba, tirado en el suelo, justo donde se había caído. No salía volando, ¿sabes? Se quedó ahí, con su llanto y su rodilla roja.
Y me quedé pensando… ¡La gravedad! Es una cosa que damos por sentada, ¿no? Como el aire que respiramos. Pero ahí estaba, manteniendo a ese crío pegado a la Tierra, a pesar del llanto y el berrinche.
- La Tierra es enorme, es evidente.
- Toda esa masa, dicen que es la clave.
- Todo lo que tiene masa, atrae.
- Por eso no flotamos sin más, creo yo.
Recuerdo que en el cole, el profe de física nos contaba historias de Newton y la manzana. Supongo que él también se hizo esa pregunta al ver la dichosa fruta caer. Yo no sé, pero a mí me parece que la gravedad es como un pegamento invisible, que nos une al planeta. ¡Qué fuerte, tío!
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.