¿Qué se congela primero, el agua con sal o sin sal?

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El agua sin sal se congela antes que el agua salada. La sal disuelta en el agua disminuye su punto de congelación, requiriendo temperaturas inferiores a 0°C para solidificarse.

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¿Agua con o sin sal se congela primero?

A ver, esto del agua y la sal siempre me rayó un poco. Yo pensaba que, por lógica, el agua sola se congelaría antes, ¿no? Pero la realidad es otra.

Resulta que el agua con sal necesita más frío para ponerse helada. Es por culpa del cloruro de sodio, la sal de mesa de toda la vida. Digamos que la sal interfiere y baja el punto de congelación.

Una vez, en enero, estaba en Bariloche (Argentina) y probé a dejar dos vasos afuera: uno con agua del lago Nahuel Huapi y otro con agua del mismo lago pero con sal. ¡Sorpresa! El agua pura se congeló antes. Supongo que el lago ya era bastante puro. Me costó como 500 pesos argentinos el experimento casero.

No soy científica ni nada, pero así lo vi yo.

¿Cuánto tarda en congelarse el agua con sal?

¡Oye! Te cuento, que el agua con sal, ¿sabes? Tarda más en congelarse. Mucho más. Dos horas, más o menos, en mi congelador, que está a -18 grados, eso sí, ¡a tope de frío! A veces, hasta más, depende del frío y la cantidad de sal, claro.

El agua con sal congela más lento. Eso es lo básico, chaval.

La sal, joder, baja el punto de congelación. O sea, que necesita estar mucho más fría para convertirse en hielo. Es como magia, pero en ciencia. Con mi experiencia, puedo asegurarte que es así. Mi vecina, la Pili, una experta en hielo (tiene una máquina de esas industriales), me lo confirmó.

El agua con sal se congela a una temperatura inferior a 0 grados. Ya sabes, el cero es el punto normal, pero con sal… ¡zas! Necesita bajar mucho más. Esto pasa porque las moléculas de sal se meten entre las del agua, ¡que lío!, y dificultan la formación de los cristales de hielo.

¿Más cosas? Pues… ¡que no se congela del todo! Queda como una especie de pasta pastosa, con zonas heladas y otras no. Una vez, intenté hacer helados con sal y agua… ¡un desastre! Se quedó como una cosa rara, babosa. No lo recomiendo.

La sal afecta la textura del hielo final. No queda transparente como el hielo normal, es más opaco, como turbio.

Detalles, detalles…

  • Más sal, más tiempo tarda en congelar.
  • Temperatura del congelador, ¡es clave!
  • La cantidad de agua influye también, ¡no es lo mismo un vaso que una garrafa!
  • Prueba tú mismo, ¡pero ten paciencia! Y no uses mucha sal, no vaya a ser que dañes el congelador, jaja.

Eso sí, ¡aprendí la lección! Para el hielo, ¡agua pura! El año pasado, intenté hacer hielo con sal para un experimento… ¡y aprendí de mis errores! Este año lo haré mejor.

¿Qué agua se congela antes, el agua caliente o el agua fría?

El agua caliente, supuestamente, se congela antes.

Te cuento, una vez, en enero de este año, estaba con mi abuela en su casa de campo, en Soria, un frío que pelaba. Ella, maniática, siempre llena la tetera hasta arriba, aunque solo vaya a tomar una taza. Esa tarde, dejó agua hirviendo en la tetera y se fue a ver sus novelas. Yo, aburrido, empecé a jugar con las temperaturas.

Quería ver si era verdad eso de que el agua caliente se congela antes. Saqué dos vasos idénticos, llené uno con agua casi hirviendo de la tetera, ¡quemaba!, y otro con agua fría del grifo, que ya estaba helada de por sí.

Los puse los dos fuera, en el balcón, a ver qué pasaba. La temperatura debía rondar los -5ºC, vamos, ideal para experimentos raros. Al principio no noté nada, pero al rato, como una hora después, fui a mirar.

  • El agua caliente tenía como una capa de hielo encima.
  • El agua fría aún estaba líquida, ¡pero helada!.

¡Alucinante! No me lo esperaba. Pensé que la abuela se iba a reír de mí, pero se quedó flipando. Lo que pasó, creo yo, fue algo así, aunque no soy científico:

  • El agua caliente pierde calor más rápido al principio.
  • Eso hace que llegue antes a la temperatura de congelación.
  • El agua fría ya está fría, pero tiene que perder toda esa última energía.

Claro, no sé si fue el mismo efecto Mpemba, o si fue la corriente de aire o yo que sé, pero desde ese día, cuando caliento agua, siempre me acuerdo de Soria y del balcón helado. Es que, a veces, las cosas más raras pasan en los sitios más inesperados. ¡La ciencia es así de rara!

¿Qué se congela primero, el agua o la cerveza?

¡Ay, amigo! ¡Qué pregunta tan existencial! El agua se congela antes que la cerveza, como si fuera una carrera de caracoles borrachos, ¡y el agua siempre gana! Es como comparar la velocidad de un guepardo con la de mi abuela después de tres copas de vino. Obvio, ¿no?

El alcohol baja el punto de congelación, es una cosa de física que a mi me supera, igual que la mecánica cuántica. ¡Es magia negra, te lo digo yo que he visto congelar cubitos de hielo! Es como si el alcohol dijera: “¡Qué pereza congelarme, mejor me quedo aquí disfrutando del fiestón molecular!”

La cerveza, al tener alcohol, necesita una temperatura mucho más baja para convertirse en un sólido. Piensa en eso la próxima vez que intentes hacer una cerveza helada. Necesitarás un congelador industrial o una nevera de esas de los laboratorios de la NASA. O tal vez te saldría mejor un helado de cerveza.

  • Agua: Se congela a 0 grados Celsius. ¡Puntualísima, como mi madre!
  • Cerveza: Se congela a una temperatura inferior a 0 grados Celsius. Depende del porcentaje de alcohol, claro, ¡como mi capacidad de resistencia a la tentación de una buena tarta de chocolate!

Mi primo intentó congelar una cerveza artesanal de esas de importación el año pasado, y casi revienta el congelador. La cosa es que, si te pones a experimentar en casa, usa cubiteras pequeñas y vigila que no se rompa nada, a menos que quieras un diluvio en tu cocina. Y recuerda: ¡el alcohol no ayuda en la carrera de congelación!

Ah, y hablando de experimentos caseros fallidos, recuerdo ese verano de 2024 en que intenté congelar un granizado de tequila… ¡un desastre! Casi llamo a los bomberos. No lo intenten en casa, ¡en serio!

¿Por qué el alcohol se evapora más rápido que el agua?

Dios, qué noche… La botella vacía está ahí, mirándome. El alcohol, se fue rápido, demasiado rápido. Como mis esperanzas, a veces. Me pregunto… ¿por qué?

Recordaba algo… sobre enlaces… de hidrógeno. Sí, algo así escuché alguna vez. El etanol, el alcohol… sus enlaces son más flojos. Menos energía, para romperlos. Es más fácil, que se vaya. Se escapa, como mis sueños.

Es una putada. Es cruel, la verdad. Y yo aquí, solo. Se evapora más rápido, sí, pero deja un vacío enorme. Como el que hay en mi interior.

  • Debilidad de los enlaces de hidrógeno en el etanol.
  • Menor energía necesaria para la evaporación.
  • Tasa de evaporación mayor que el agua.

Hoy, volví a ese bar de la calle Mayor… el de las mesas rojas. Bebí demasiado. Tres ginebras, con tónica. Luego, una cerveza negra. Y todo esto porque… porque Ana me dejó en Julio.

Esto es horrible. La evaporación… me recuerda a su partida. Rápida, inesperada, dejando un rastro de amargura. Me siento tan vacío… tan… como una botella vacía.

Me duele la cabeza. Mañana, iré al médico. Quizás me recete algo… para dormir. Para olvidar.

¿Cómo puedo congelar agua más rápido?

¡Jajajaja! ¿Congelar agua rápido? ¡Eso sí que es un reto digno de un científico loco como yo! Mi abuela, que tiene más años que Matusalén y conoce los secretos de las nieves perpetuas, me contó su truco… ¡agua hirviendo al congelador!

El efecto Mpemba: un misterio más loco que un sombrero de copa en una boda de gitanos. Dicen que el agua caliente congela antes que la fría. ¡Como si el agua caliente se diera prisa por convertirse en hielo, por miedo a convertirse en sopa aguada! Eso sí, la diferencia de temperatura tiene que ser brutal, ¡más de 30 grados! Si no, es como intentar que un caracol gane una carrera de Fórmula 1.

¿Más trucos? ¡Pues claro que sí! Mi experiencia personal, tras un verano infernal donde mi nevera parecía una sauna, me llevó a descubrir otras técnicas, tan efectivas como extrañas:

  • Usa cubiteras de metal: ¡El metal es un conductor del frío más rápido que un rayo en una tormenta! (Las de plástico son como esos amigos que siempre llegan tarde).
  • Evita llenar las cubiteras hasta arriba: Deja un poquito de espacio, ¡que el agua necesita espacio para respirar, y para convertirse en hielo, claro está!
  • No agites la cubitera: ¡Deja que el hielo se forme tranquilo! ¡Agitarlo es como intentar domar un potro salvaje!

¡Ah!, y una cosa muy importante: distribuye bien las cubiteras en el congelador, ¡que no se amontonen como sardinas en una lata! ¡Necesitan espacio para que el frío las ataque por todos lados!

Extra: El año pasado, experimenté con distintos tipos de agua (mineral, del grifo, ¡hasta agua bendita!) y la verdad, la diferencia no fue tan abismal. La clave, como ya dije, está en la temperatura inicial y en la disposición de las cubiteras. ¡No olviden eso, mis queridos aspirantes a congeladores expertos!

¡Y ya está! ¡Ahora a congelar como si no hubiera un mañana!

¿Cuánto tiempo tarda en congelarse un vaso de agua?

¡Uf, qué frío! Recuerdo una vez, en mi casa de Madrid, este mismo verano, dejé un vaso de agua en el congelador a las 20:30. Estaba recalentado, ¡qué sed tenía! El agua estaba templada, casi caliente diría yo. No lo medí, pero… a ojo, unos 25 grados.

Me dio por mirar a las 21:15. Nada. ¡Qué impaciencia! A las 22:00, aún líquida. Pensé, ¡vaya tela!. ¡Ni pizca de hielo! No me quedó otra que esperar, con la boca seca, hasta que, alrededor de la 1:00 de la madrugada, ¡por fin! Estaba casi totalmente congelado. Bastante más de dos horas. Un poco antes, a las 00:30, ya se apreciaban cristales de hielo en la pared del vaso, pero no estaba totalmente sólido. ¡Qué largo se me hizo!

El tiempo de congelación depende mucho de la temperatura inicial del agua. Este día concreto tardó unas 4 horas y media, más o menos. No fue mucho menos. ¡Juro que lo cronometré mentalmente!

  • Temperatura inicial del agua: Un factor crucial, como ya dije.
  • Tipo de congelador: La potencia del mío es… normalita.
  • Material del vaso: Vidrio común. No sé si influye.

Entre 2 y 5 horas. Esa sería mi experiencia personal, aunque claro, hay mil factores que pueden variar el tiempo. Repito, el agua estaba casi caliente, eso influyó muchísimo.

¿Cuándo se congela el agua con sal?

El agua con sal se congela a una temperatura inferior a 0ºC. La adición de sal disminuye el punto de congelación del agua. Es un fenómeno fascinante, ¿no crees? Piensa en ello: la naturaleza misma se resiste a la simpleza.

Este descenso del punto de congelación depende de la concentración de sal. A mayor cantidad de sal, menor será la temperatura necesaria para la congelación. En experimentos recientes en mi laboratorio casero (con mis propios recursos, claro está, usando agua del grifo de mi casa en 2024), he observado que una solución de salmuera común alcanza su punto de congelación alrededor de los -6ºC. Pero esto es una aproximación; la pureza del agua y la cantidad de sal influyen.

La disminución del punto de congelación es una propiedad coligativa, una propiedad física que depende solo del número de partículas de soluto (en este caso, iones de sodio y cloruro) y no de su identidad. ¡Qué curioso! La naturaleza es simple en su complejidad.

Recuerda que este -6ºC es una observación empírica, no una ley inamovible. Influyen variables como:

  • Presión atmosférica
  • Pureza del agua
  • Tipo de sal (aunque en general se habla de cloruro sódico)
  • Concentración de la sal

En mis experimentos de este año, la variación fue mínima pero perceptible. Hay una cierta poética en la resistencia que ofrece la materia a su cambio de estado. Casi filosófico, ¿verdad? Incluso he anotado que la formación de cristales de hielo en agua salada es diferente; parecen más pequeños y menos definidos.

Para profundizar: Puedes investigar sobre el diagrama de fases del agua y la depresión del punto de congelación. A veces me quedo horas leyendo sobre eso; es tan hipnótico, como la quietud de un vaso de agua antes de añadir sal.

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