¿Cómo debo comer el huevo si tengo gastritis?
¡Ay, la gastritis, qué lata! A mí me da cada susto... Mira, el huevo es mi salvación en esos días. Pero frito, ¡ni pensarlo! Me cae como una bomba. Yo prefiero comerlo cocido, suavecito, o a la plancha con un poquito de aceite de oliva. Así me nutre sin revolverme el estómago. ¡Pruébalo y verás qué alivio sientes!
Uf, la gastritis… ¿quién no ha sufrido ese fuego interno? Yo, la verdad, un montón de veces. Es como si un pequeño volcán hiciera erupción justo en mi estómago. ¿Te ha pasado? Y claro, en esos momentos, lo que menos quieres es empeorar las cosas con la comida. Justo ahí es donde el huevo, mi querido huevo, entra en escena.
Pero ojo, no cualquier huevo ni de cualquier manera. ¿Frito? ¡Olvídalo! Me acuerdo una vez, después de una fiesta… Me tenté con un huevo frito y… bueno, digamos que pasé la noche abrazada al inodoro. ¡Qué horror! Aprendí la lección a la fuerza.
Ahora, cuando la gastritis me ataca, mi opción segura es el huevo cocido. Suavecito, casi como un flan. A veces, si me siento un poco más atrevida, me lo hago a la plancha, con apenas una gotita de aceite de oliva virgen extra. Es que, además, necesito la energía, ¿no? La gastritis te deja hecha polvo.
Recuerdo a mi abuela, que siempre decía que el huevo cocido era “la comida de los enfermos”. Y tenía razón, ¡qué bien sienta! No sé si habrá estudios científicos que lo respalden, pero mi estómago me lo confirma. Es un alivio instantáneo, una caricia para el alma… y para el estómago, claro.
Prueba, de verdad. Un huevito cocido, calentito… Ya me contarás si te funciona tan bien como a mí. A veces las soluciones más sencillas son las mejores, ¿no crees?
#Comer Huevo#Gastritis Dieta#SaludComentar la respuesta:
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