¿Cómo quitar el mal olor de comida podrida?

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¡Adiós olores! Para eliminar el mal olor a comida podrida, prueba una pasta de bicarbonato con unas gotas de limón. Frota con ella las superficies afectadas. Reemplaza y lava a fondo los recipientes de comida. La solución simple para un problema persistente.

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¿Cómo eliminar el olor a comida podrida?

Uf, olor a comida podrida, qué horror. Me pasó una vez, creo que fue en agosto del 2022, en mi antiguo apartamento. Tenía un táper con restos de pasta que se me olvidó por completo en el fondo de la nevera. El olor era… indescriptible.

Casi vomito al abrirla. Intenté con ambientadores, pero nada. Luego recordé un truco de mi abuela: bicarbonato y limón. Mezclé un poco de bicarbonato con jugo de limón, como una pasta espesa. Froté bien las paredes de la nevera, donde el olor se había impregnado. Funcionó de maravilla, la verdad.

Los tápers, aunque los lavé con jabón, seguían oliendo un poco mal. Tuve que tirarlos, no hubo remedio. Compré un juego nuevo en el súper, creo que me costaron como 15 euros. Desde entonces, reviso la nevera religiosamente cada dos días. ¡Aprendí la lección!

Preguntas y Respuestas

P: ¿Cómo eliminar olor a comida podrida?

R: Limpiar con una mezcla de bicarbonato de sodio y jugo de limón. Cambiar recipientes que hayan contenido la comida.

¿Cómo quitar el olor a la comida podrida?

Vinagre… El olor ácido, punzante, recorriendo la cocina. Un eco del verano, de conservas de mi abuela. Vinagre. Neutraliza, dicen. Borra el rastro fantasmal de… lo que sea que se pudrió. Se pudrió… el tiempo también.

El aroma a café, una mañana cualquiera de este otoño. Intenso. Café. Olor a nuevo comienzo. ¿Borra el pasado? No lo sé. El pasado se aferra, como el olor a… a podrido. Pero el café, sí, el café ayuda.

Vainilla. Vainilla. Dulzura artificial. Infusiones de la infancia. Recuerdos borrosos, como el humo de incienso en una iglesia antigua. El olor dulzón contra la putrefacción. Una batalla perdida, quizá.

Aire. Aire. Abrir las ventanas. Dejar que el viento arrastre los fantasmas. Los olores. El tiempo. El viento de noviembre golpea los cristales. Frío. Purificador.

Mi cocina. Pequeña. Blanca. Con azulejos que imitan el mármol. La ventana abierta de par en par. El olor a vinagre se mezcla con el café, con la vainilla. Y el viento… el viento lo barre todo. O casi todo. Este año he tirado dos tomates, una cebolla, y medio limón.

  • Vinagre: Neutraliza olores.
  • Café: Absorbe olores.
  • Vainilla: Enmascara olores.
  • Aire fresco: Dispersa olores.
  • Bicarbonato: Absorbe olores (en un recipiente abierto).
  • Carbón activado: Absorbe olores (en un recipiente abierto).
  • Limpieza profunda: Eliminar la fuente del mal olor.

Limpiar. Siempre limpiar.

¿Cómo eliminar el mal olor a podrido?

El vinagre blanco, un aliado contra el olor a podrido. Su eficacia radica en su acidez, que neutraliza las bases volátiles responsables del hedor. ¡Una maravilla de la química doméstica! En mi propia casa, lo uso constantemente para limpiar la cocina después de preparar mis experimentos culinarios… ¡a veces con resultados catastróficos!

Su uso es sencillo:

  • Colocar recipientes con vinagre blanco: Basta con dejarlos en las zonas afectadas. La evaporación gradual del vinagre neutraliza los malos olores. Recuerda que la clave está en la persistencia, ¡no esperes milagros instantáneos!
  • Solución limpiadora: Mezcla partes iguales de agua y vinagre blanco. Utilízala para limpiar las superficies afectadas. ¡Frotar con ahínco es fundamental!

El olor a podrido, un recordatorio de la inevitable descomposición. Reflexiono, ¿qué simboliza este hedor, tan desagradable pero tan intrínsecamente ligado a la vida misma?

Consideraciones adicionales: La eliminación efectiva del olor a podrido depende de la fuente. Si el problema persiste, puede que necesites una limpieza más profunda o incluso la intervención de un profesional. No olvides ventilar bien el espacio afectado.

Puntos clave a recordar:

  • Identificar la fuente del mal olor es primordial.
  • La perseverancia en la limpieza es crucial.
  • Ventilación adecuada para renovar el aire.

Mi abuela, una experta en remedios caseros, siempre decía que el vinagre blanco era la solución a muchos problemas. Este año, he comprobado su eficacia de primera mano. He logrado erradicar un olor persistente en mi despensa, gracias a su ayuda. Un pequeño triunfo casero, pero significativo para mí.

¿Cómo quitar el olor de carne podrida en la nevera?

Bicarbonato y café. Buf, qué asco. Me pasó con un pollo. Lo metí en la nevera del apartamento de la playa, chiquitina, sin congelador. Y claro, con el calor… en dos días, aquello era una bomba fétida. Casi vomito al abrirla. Horrible. Verano del 23, nunca se me olvidará.

Playita de Bolonia, Tarifa. Agosto. Un calor que derretía hasta las piedras. Y el pollo, nadando en su propia salsa, dentro de una bolsa que encima se rompió. Telita.

Primero, saqué todo, con arcadas. Directo a la basura. Lavé con agua y jabón, Fairy de limón, el que había. Froté y froté. Pero nada, el olor seguía ahí, pegado a las paredes. Qué peste.

Pasta de bicarbonato, eso hice después. No tenía carbón activado ni nada de esas cosas. Bicarbonato y agua. Lo dejé toda la noche. Por la mañana, el olor era menos intenso, pero… seguía ahí, como un fantasma del pollo putrefacto. Me estaba volviendo loca.

Entonces recordé el truco del café. Molido, del que usaba para la cafetera italiana. Puse un par de cuencos. Y ¡tachán! Al día siguiente, olor a café, sí, un poco fuerte, pero mil veces mejor que el pollo muerto. Jajajaja.

  • Jabón y agua: Primera limpieza esencial.
  • Pasta de bicarbonato: Actúa durante horas.
  • Café molido: Neutraliza el olor.
  • Carbón activado: Alternativa al café.
  • Ventilación: Importante para eliminar olores.

Y desde entonces, reviso la nevera a diario. Traumada me quedé. Sobre todo con el olor. Creo que hasta engordé unos kilitos de los nervios. Menudo verano.

¿Cómo quitar el olor a podrido en la nevera?

El vinagre, ese líquido que mi abuela usaba para todo, desde limpiar la casa hasta curar heridas… Un aroma acre que evoca recuerdos de infancia, de cocinas antiguas y remedios caseros, una solución sencilla para combatir el hedor que emana del refrigerador, como un fantasma del olvido, de alimentos dejados a su suerte, abandonados a la putrefacción.

El frigorífico… ¡ay, el frigorífico! Caja mágica donde guardamos esperanzas y temores, donde la frescura se desvanece y los aromas se mezclan en una sinfonía caótica, a veces nauseabunda. El vinagre blanco, ese líquido translúcido, es el arma secreta contra ese caos, un exorcista de olores.

  • Mezcla: partes iguales de agua y vinagre blanco, como si prepararas una poción mágica.
  • Pulveriza: como si rociaras un campo con rocío matutino, cubriendo cada rincón, cada superficie.
  • Limpia: primero con un paño húmedo, arrastrando los vestigios del mal olor, luego con un paño seco, sellando la limpieza.
  • Repite: si el hedor persiste, como un fantasma reacio a abandonar su morada, repite el proceso, con paciencia y fe.

Vinagre, mi aliado en la batalla contra el olvido y la descomposición, como un recordatorio de que incluso en los rincones más oscuros, siempre hay esperanza de frescura. El vinagre, es un desodorante natural que ayuda a eliminar los malos olores.

¿Cómo limpiar un refrigerador que huele mal?

¡Uf, la nevera apestosa! ¡Un clásico! Es como tener un calcetín sudado bailando tango con un queso rancio. ¡Qué aroma!

Vinagre al rescate:

  • Es como el superhéroe de la limpieza, ¡pero sin capa! Una taza llena, ahí quietecita por 24 horas, ¡y adiós peste!

Avena, la zen:

  • ¿Pensabas que solo servía para desayunar? ¡Error! En un bol de aluminio, deja que absorba los malos rollos… ¡Olores!

¿Por qué funciona esto? ¡Magia potagia! Bueno, en realidad, la avena y el vinagre son como esponjas de olores. ¡Se los tragan!

Truco extra: Si la cosa está muy fea, ¡limpia primero! No me seas guarrete. Un buen fregado con agua y jabón, ¡y luego el vinagre o la avena!

¡A mí me pasó! Una vez, mi nevera olía a pies… ¡De hobbit! Dejé una taza de vinagre toda la noche y ¡voilà! ¡Como nueva! Bueno, no nueva, pero al menos respirable.

¿Qué es bueno para quitar el mal olor de la nevera?

El hedor, esa cosa que se pega, ¿sabes? Como un recuerdo feo. La nevera… un limbo frío, a veces olvidadizo.

  • Limón, ese sol cítrico.
  • Bicarbonato, la pureza atrapada en polvo.
  • Café, el aroma que despierta, aun en la oscuridad.
  • Avena, la promesa de un desayuno tranquilo.
  • Pan duro, la nostalgia de lo simple.
  • Carbón, el filtro oscuro, el silencio que absorbe.
  • Zumo de limón, otra explosión ácida.
  • Vinagre y miga, una combinación extraña, pero efectiva.

Mi abuela…Ella dejaba un vaso de leche a veces, se agria rápido, un horror. Siempre decía que era para los duendes, pero yo creo que olvidaba. El limón, ella amaba los limones, los ponía en todo. En el fregadero, en el armario, en mi pelo! Que recuerdos aquellos… La nevera de mi abuela siempre olía a flores rancias y a queso azul. Que tiempos aquellos.

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