¿Cómo quitar la cal muy incrustada de la mampara?
Adiós a la cal rebelde: Recupera el brillo de tu mampara con un truco casero
La mampara de la ducha, expuesta constantemente al agua y a los residuos de jabón, es un imán para la cal. Con el tiempo, estas manchas blancas y opacas se incrustan, afeando su aspecto y dificultando la limpieza. Si los métodos tradicionales ya no funcionan y te encuentras luchando contra una capa de cal persistente, este sencillo truco casero te devolverá la sonrisa (y el brillo a tu mampara).
Olvídate de productos químicos agresivos y costosos. La solución está en tu cocina: el vinagre blanco y el limón, dos poderosos aliados naturales contra la cal. Su acidez actúa disolviendo los depósitos minerales, facilitando su eliminación sin dañar la superficie de la mampara.
La receta para una mampara reluciente:
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Prepara la mezcla: En un pulverizador, combina vinagre blanco destilado y zumo de limón natural a partes iguales. Para un aroma más fresco, puedes añadir unas gotas de aceite esencial de tu preferencia, como lavanda o eucalipto. Asegúrate de que el pulverizador no sea metálico, ya que el vinagre puede reaccionar con algunos metales.
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Aplica la solución: Pulveriza generosamente la mezcla sobre toda la superficie de la mampara, insistiendo en las zonas con mayor acumulación de cal. Evita aplicar la mezcla sobre juntas de silicona de color, ya que el vinagre podría decolorarlas. En ese caso, aplica la mezcla solo sobre el cristal y limpia las juntas por separado con un cepillo de dientes y bicarbonato de sodio.
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Deja actuar la magia: La paciencia es clave. Permite que la mezcla actúe durante al menos 15 minutos, o incluso 30 minutos si la cal está muy incrustada. Este tiempo permitirá que la acidez del vinagre y el limón penetre y ablande los depósitos minerales.
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Frota con suavidad: Una vez transcurrido el tiempo de reposo, frota la mampara con una esponja suave o un paño de microfibra. No utilices estropajos metálicos ni abrasivos, ya que podrían rayar la superficie. Para las zonas más difíciles, puedes ayudarte con un cepillo de dientes viejo de cerdas suaves.
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Aclara y admira el resultado: Enjuaga la mampara con abundante agua tibia para eliminar los restos de la mezcla y la cal disuelta. Seca con un paño limpio y seco para evitar que se formen nuevas manchas de agua. Disfruta del brillo recuperado de tu mampara.
Este método, además de ser efectivo, es económico y respetuoso con el medio ambiente. Repítelo una vez a la semana o según la necesidad para mantener tu mampara libre de cal y reluciente como nueva. Recuerda que la constancia es la clave para prevenir la acumulación excesiva de cal y facilitar la limpieza.
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