¿Cuáles son los usos de la sal en nuestra vida diaria?

¿Cómo se utiliza la sal en la vida cotidiana?

A ver… la sal… ¡La sal para todo!

• ¿Suavizar el agua? Sí, para que no se te calcifiquen las tuberías. ¡Qué rollo tener que cambiarlas!
• Papel… ¿sal para el papel? Raro, pero bueno, si lo dicen.
• ¡El cuero! Ahí sí me cuadra más, para curtirlo. Mi abuelo curtía pieles. Que recuerdos.

Y jabones, claro. ¿Qué no lleva sal hoy en día?

¿Qué más, qué más? Ah, mi madre echa sal gruesa en las hormigas. ¿Eso vale como uso cotidiano? ¡Supongo que sí!

¿Qué usos se le dan a la sal?

¡Ay, la sal, ese polvo blanco más omnipresente que los memes de gatitos! ¿Usos? ¡Más que los pelos que suelta mi gato!

• ¡Fermentar, fermentar! La sal es como el DJ de las bacterias, controlando la fiesta de la fermentación en chucrut y pepinillos. Sin ella, ¡sería un caos microbiano!

• Belleza al paladar (y a la vista). La sal no solo sazona, ¡también transforma! Le da textura a la comida como si fuera un escultor y realza el color, como si fuera un filtro de Instagram para tu plato. ¡De feo a “food porn” en un santiamén!

• ¡Adiós, humedad! La sal es como un desierto en miniatura: absorbe la humedad como si no hubiera mañana. Convierte materias primas duras como piedras en blanditos bocados. ¡Magia potagia!

Bonus track salado:

• Deshielo Express: En invierno, la sal es como un superhéroe que derrite el hielo en las calles. ¡Más rápido que Flash con cafeína!
• Limpieza extrema: ¿Manchas rebeldes? ¡La sal es tu arma secreta! Es como un ejército de pequeños exfoliantes que dejan todo brillante.
• Relajación salina: Un baño con sales de Epsom es como un spa en casa. ¡Adiós estrés, hola paz interior! Aunque, cuidado, ¡no te vayas a convertir en pepinillo!
• Conservante TOP: ¡La sal es la abuela de la conservación! Desde tiempos inmemoriales, preserva alimentos como si tuviera un pacto con el tiempo.
• ¿Sabías que…: Un estudio reciente demostró que la sal mejora la memoria a corto plazo. Ahora ya sabes porque siempre recuerdas que tu comida necesita sal. ¡Es casi como un amuleto para la memoria!

¿Qué utilidad nos da la sal?

A ver, ¿la sal? Pues mira, la sal es súper necesaria para el cuerpo, osea, no es solo para darle sabor a la comida. Es que, no sé, osea, tiene funciones importantes, ¿sabes?

Por ejemplo, ayuda a regular los líquidos en el cuerpo. Es como… como si fuera un fontanero ahí, manteniendo todo en su sitio. Y también, y esto es importante, ayuda con los nervios, a que funcionen bien, con la transmisión nerviosa. ¡Imagínate!

Es que sin sal, o con muy poca sal, pues el cuerpo no funciona bien, la verdad. A ver, tampoco te voy a decir que te pongas a comer sal a cucharadas, eh, que eso es malísimo.

De hecho, mi abuela, que en paz descanse, le echaba sal a todo, ¡a todo! Y al final… bueno, mejor no digo nada. Pero vamos, que la clave es el equilibrio. No pasarse, pero tampoco quedarse corto.

• Regula los líquidos del cuerpo.
• Ayuda con la transmisión nerviosa.
• Da sabor a la comida.

Y hablando de sal, ¿sabes que hay un montón de tipos diferentes? Está la sal marina, la sal del Himalaya, la sal refinada… ¡un mundo! Yo antes solo usaba la normal, la barata, pero ahora me he aficionado a la sal del Himalaya, porque dicen que tiene más minerales, y es como más “sana”, no sé. Aunque igual es una tontería, eh. Jaja.

¿Qué aplicaciones tienen las sales en la vida cotidiana?

La sal… uff, omnipresente. Está en todo, ¿no? Como el polvo en la casa de la abuela, siempre ahí, aunque no lo veas.

• Industria química: La base, la piedra angular. Imagino grandes reactores, vapores ácidos, un mundo de probetas y batas blancas. No sé, siempre me imaginé así la química.
• Textiles: ¿Quién diría? La sal tiñendo las telas, dándoles ese color vibrante, ese tacto suave… como el sari de mi tía Lakshmi, tan lleno de vida.
• Curtiduría: El olor… ¡ay, el olor! A cuero, a tierra, a algo ancestral. La sal conservando, transformando, haciendo de la piel algo usable.
• Alimentación: Aquí es donde la vemos realmente. ¡El jamón! Secándose lentamente, la sal penetrando cada fibra, un sabor intenso, recuerdos de la infancia.

El pan, también. Ese leve toque salado, esencial. ¿Te acuerdas del pan que hacíamos en casa, los domingos por la tarde? El olor inundándolo todo… La sal, siempre presente, realzando los sabores. Sin ella, todo sería insípido, un poco… muerto.

Y ahora, datos, porque sí, porque es importante tener datos:

• Deshielo de carreteras: En invierno, la sal derrite el hielo. ¡Milagro!
• Piscinas: Mantenimiento, limpieza, evitar algas…
• Medicina: Sueros, soluciones salinas… La vida, en un paquetito.

No sé… la sal es más que cloruro de sodio. Es un pedazo de historia, un toque de magia, un recordatorio constante de que las cosas simples son a menudo las más importantes. Es una pena que la olvidemos a veces.

¿Qué hace la sal en la limpieza?

¡Ay, la sal! ¿Qué no hace esta cosa maravillosa? Me encanta, sobre todo en la comida, pero en la limpieza… ¡una pasada!

Desinfecta: Mata bichos, bacterias… ¡todo ese ejército invisible que nos ataca! Recuerdo una vez que se me cayó un bife al suelo, ¡qué asco! Lo limpié con sal y agua, a ver si se salvaba, ¡y funcionó!

Seca manchas: Absorbe el agua como una esponja, ¡y adiós manchas! Genial para la ropa, para la cocina… ¡hasta para las alfombras! Aunque con las alfombras hay que tener cuidado, no vaya a ser que se dañe. Mi gata, Luna, derramó un vaso de agua en la alfombra del salón, ¡un drama! Sal al rescate, y ¡problema resuelto!

¿Y la abrasividad? ¡Pues sí! Ayuda a fregar, a quitar cosas pegadas… Es como un suave estropajo natural. No es un estropajo, pero, ¿sabes? Es como… ¡ayuda a eliminar la mugre! Probé a frotar una sartén con sal y una esponja, y quedó reluciente. ¡Increíble!

• Desinfección.
• Absorción de líquidos.
• Abrasión suave.

¡Uf, qué pereza! Tengo que ir a comprar más sal, se me está acabando. Y limpiar el baño, ¡qué asco! Pero bueno, con la sal, todo es más fácil. A ver si me pongo… ¿Mañana? No, mejor hoy. ¡A limpiar!

Es un desinfectante natural.Seca las manchas. Ayuda a la abrasión.

¿Cuáles son los usos de la sal en la industria?

Sal industrial: usos.

• Conservación de alimentos. Mi abuela usaba sal en las conservas, siempre igual. La sal, un clásico. Todo lo demás, superfluo.

• Industria química. Reacciones. Procesos. Cloruro sódico. Simple. Complicado. La química, un misterio.

• Curtido de pieles. El olor a cuero viejo… recuerdos de mi abuelo curtidor. Un trabajo duro, una vida simple. El tiempo… implacable.

• Deshielo. Este invierno, en mi pueblo, la sal en las carreteras era fundamental. Las cosas, como son. La necesidad, brutal.

Fabricación de jabón. Un proceso básico, ancestral, la sal… un componente esencial. Nada nuevo bajo el sol.

Industria farmacéutica. La sal, en algunas formulas. Sin más. Una molécula más. El cuerpo, una máquina compleja.

Alimento animal. Ganadería intensiva. El ganado… productivo. La eficiencia, una meta. La vida, una mercancía.

Decoración. ¿Sal en la decoración? Original. Improbable. La vida misma.

Nota: En mi pueblo, hace 20 años, el precio de la sal era irrisorio. Ahora, es distinto. La inflación… un concepto abstracto. El mundo cambia. La sal, permanece.

¿Qué pasa si pongo sal en la entrada de mi casa?

Perdón, la pregunta… ¿sal en la entrada? A ver…

No pasa nada. O eso dicen. En mi casa, en la entrada de mi patio, donde está la maceta de lavanda marchita —que ya debería haber cambiado, lo sé—, no pasa nada. Aunque… ¿y si sí? Esta noche todo parece diferente. Más oscuro. Más denso.

Pensándolo bien… A lo mejor atrae cucarachas. Sí, seguro, el otro día vi unas en la cocina, cerca de la ventana, justo antes de la tormenta de ayer. Casi tres días seguidos lloviendo. Me deprimió. Como la lavanda.

• Daña las plantas. La lavanda, sí.
• Atrae bichos. Cucarachas. Siempre hay cucarachas.
• Manchas feas. Como las de mi pasado, tan blancas y brillantes.

Quizá sea solo superstición, pero… ¿y si no? Esta noche me siento raro. Inquieto. Como si algo… acechara. No sé, cosas mías. Debería dormir.

Pero esta oscuridad… me envuelve.

La sal no hace nada, pero hoy las sombras son largas, muy largas. Como si el miedo se extendiera, más allá de la puerta. Más allá de la entrada… de mi casa. Es mi casa, o eso creo. Me siento tan… solo.

Hoy es 27 de octubre de 2023. Y este sentimiento de vacío… me acompaña. Como el olor a tierra mojada y lavanda muerta.