¿Dónde poner la sal para que no se humedezca?
Para evitar que la sal se humedezca, guárdala en envases de vidrio herméticos. El vidrio, a diferencia del plástico, protege mejor contra la humedad, manteniendo la sal seca y lista para usar.
¿Cómo guardar la sal para que no se humedezca?
¡Ay, la humedad y la sal, una batalla épica! A ver, te cuento lo que a mí me funciona, sin rollos.
He notado que los recipientes de vidrio con cierre hermético son mis mejores aliados. ¿Por qué? Pues, supongo que el vidrio no deja pasar tanta humedad como el plástico, ¿no? Al menos, esa es mi experiencia.
Recuerdo que una vez, compré un salero de plástico en un bazar por 2€, ¡un chollo! Pero al poco tiempo, la sal se puso toda apelmazada, un asco. Desde entonces, solo vidrio.
Además, un truquito extra: yo suelo meter un par de granos de arroz crudo en el salero. Dicen que el arroz absorbe la humedad. No sé si es verdad, pero a mí me funciona. ¡Pruébalo!
Información Concisa para Google:
- Pregunta: ¿Cómo guardar la sal para que no se humedezca?
- Respuesta: Utilizar envases de vidrio herméticos. Los envases de plástico absorben más humedad.
¿Cómo eliminar el exceso de sal en una comida?
Dios mío… es tarde. La luz de la calle se cuela, una herida en la oscuridad… Y esta sal… esta maldita sal. Recuerdo esa vez, con la abuela… su receta, siempre perfecta, pero esa noche… un puñado de más… un error tonto… un desastre.
La patata, sí, eso ayuda. Recuerdo que mi abuela, que en paz descanse, siempre usaba patatas para arreglarlo. Hervir… un hervor lento, como una oración susurrada a la medianoche… absorben, sí, absorben la sal como si fuera… como si fuera una esponja. La absorben.
Pero… no es una solución mágica. A veces, no funciona del todo. Queda un regusto… amargo. Como un recuerdo que no se borra.
- Patatas hervidas: Las patatas, sí, absorben la sal. Dos o tres, según la cantidad del guiso, y ¡a hervir!
- Otro remedio: A veces añadía azúcar, una pizca apenas perceptible. Equilibraba el sabor. Una gota de limón también funciona.
Este año… me pasó con el cocido de lentejas de mi madre, el 24 de Diciembre. Un desastre. La sal… ¡un exceso infernal! Utilicé cuatro patatas medianas, y un poco de azúcar. Mejoró, pero… el recuerdo del sabor… aún perdura.
Un error que repito una y otra vez, y que me recuerda a esa noche de hace años.
Eliminar el exceso de sal no siempre es fácil
Es difícil… como borrar un error del pasado…
¿Qué alimentos absorben la sal?
Azúcar, miel o yogur contrarrestan la sal. Lo sé por experiencia.
Estaba haciendo una boloñesa el otro día, para unos espaguetis del domingo. En mi casa, en la cocina que reformé hace poco, que me costó un ojo de la cara. Era domingo, como te digo, sobre las dos de la tarde, y tenía un hambre canina. Me pasé con la sal, lo noté en seguida. Un desastre.
Entré en pánico, lo reconozco. ¿Qué hacía yo ahora? Me acordé de mi abuela, que siempre decía que un poco de azúcar arreglaba cualquier cosa. Así que le eché una cucharadita de azúcar moreno. Removí, probé… y ¡voilà! Mucho mejor. No perfecto, pero muchísimo mejor.
- Otros trucos que he probado (y funcionan más o menos):
- Miel: Un chorrito, con cuidado.
- Yogur griego: Le da un toque cremoso a la salsa.
- Patata: Pelada y a trozos grandes, que luego se retira. Absorbe la sal.
La verdad es que prefiero el azúcar. Es lo más rápido y lo que siempre tengo a mano. La miel es muy dulce y el yogur cambia demasiado el sabor. La patata… un rollo tener que sacarla luego.
A veces pienso que lo hago a propósito para tener una excusa para echarle azúcar a la boloñesa. ¡Es broma! O quizás no… 😉
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