¿Qué es lo que más produce grasa abdominal?
El exceso de grasa abdominal se debe principalmente a dos factores: una dieta alta en grasas saturadas y la falta de actividad física. La predisposición genética y hormonal influyen, pero el estilo de vida juega un papel crucial. Una alimentación equilibrada y ejercicio regular son clave para reducirla.
¿Qué causa la grasa abdominal?
Uf, la grasa abdominal… ¡qué rollo! Recuerdo el verano del 2021, en Valencia, me sentía fatal. Estaba hinchada, la ropa me apretaba.
Creo que la clave está en dos cosas, aunque no soy médico, eh. Por un lado, el estilo de vida. Es que, a ver, pasaba horas sentada frente al ordenador, picoteando cosas. Un horror. Además, comer fuera, pizza y hamburguesas… fue un desastre. Gasté un dineral en comida basura, unos 300€ al mes seguro.
Y por otro lado, la genética juega su papel. Mi madre tiene la misma tendencia, aunque ella se cuida más. Debe influir algo más allá de la alimentación, pero no tengo ni idea qué. Es un misterio, un poco frustrante.
En resumen: mala alimentación y poca actividad física. Es lo que más me parece obvio, al menos en mi caso.
¿Qué causa la grasa abdominal?
Sedentarismo y alimentación alta en grasas saturadas. Factores genéticos y hormonales también influyen.
¿Qué aumenta la grasa en el abdomen?
¡Aumentar la grasa abdominal! ¡Ah, el Santo Grial de la anti-operación bikini! ¿Cómo se logra esa proeza? ¡Te lo cuento!
Comida que te hace “feliz”… la barriga:
- Grasas saturadas: ¡Como las de un buen cocido! ¡O el bacon crujiente que te mira desde el plato! Esas grasitas son como imanes para tu abdomen. Se pegan ahí como si no hubiera un mañana. ¡Como yo a la siesta los domingos!
- Azúcares refinados: ¡El azúcar! ¡El néctar de los dioses… adiposos! Presente en refrescos, bollería industrial… ¡Cuidado! ¡Que te endulzan la vida y te engordan la tripa! ¡Como las promesas de un político!
- Carbohidratos simples: Pan blanco, galletas… ¡La alegría efímera del paladar! Suben el azúcar en sangre más rápido que un cohete espacial, y luego… ¡pum! ¡Todo a la barriga! ¡Es como si tu cuerpo dijera: “Aquí te espero, michelín”!
Otros sospechosos habituales:
- Sedentarismo: ¡Moverse es de cobardes! ¡Estar tirado en el sofá es el verdadero arte! Pero claro, luego pasa lo que pasa… ¡La barriga te saluda!
- Estrés: ¡La vida es una locura! ¡Y el estrés es el combustible de la grasa abdominal! Cuando estás estresado, tu cuerpo libera cortisol, que te dice: “¡Guarda grasa, por si acaso!”. ¡Y tu abdomen obedece!
- Falta de sueño: ¡Dormir es para débiles! ¡La noche es joven! Pero si no duermes lo suficiente, tu metabolismo se resiente y… ¡adivina qué! ¡Más grasa en la barriga!
¡Así que ya sabes! ¡Si quieres un abdomen plano, aléjate de estas tentaciones! ¡O únete al club de los que amamos la barriga cervecera! ¡Tú decides! (guiño, guiño).
Info extra (y secreta):
Mi abuela decía que un buen puñado de nueces al día ayuda a mantenerse “en forma”… ¡redonda! ¡Pero feliz! Y yo la creo. Total, ¿qué más da un michelín más? ¡Lo importante es disfrutar de la vida!
¿Qué hacer para que no se acumule la grasa en el abdomen?
A ver…¿grasa en la panza? Uf, tema.
- Ejercicio diario: ¡fundamental! ¿Pero qué rollo es mejor?
- No vale matarse tres horas el finde, eso lo tengo claro. Mejor 30 minutitos cada día. Tipo paseo rápido, nadar… Yo que sé, ¡lo que te motive!
¿Caminar o nadar? Mmm… este año me apunté a pilates, ¿será suficiente? No lo sé. Pero la constancia, dicen, es la clave. ¿Será verdad? Porque a mí me cuesta un mundo ser constante con el ejercicio.
Y luego está la comida, claro. Pero de eso ya hablamos otro día, que ahora me entra sueño.
Otras ideas que me vienen a la mente:
- El estrés influye. ¿Será por eso que tengo más panza ahora? Trabajo horrible, este año fue un desastre.
- Dormir bien… dicen. ¿Pero cómo duermes bien con el estrés? ¡Es un círculo vicioso!
¿Y si pruebo con yoga? ¿O con baile? ¡A lo mejor así me motivo más!
¿Qué alimentos aumentan la grasa abdominal?
¡Ay, la barriga! Esta semana me he dado un atracón de pizza… ¡qué rica estaba! Pero luego… ¡el remordimiento! ¿Será por eso que el pantalón me aprieta?
Grasas saturadas, el enemigo. Sí, eso lo tengo claro. Patatas fritas, ¡ufff! Y esas hamburguesas con queso que me pedí el sábado… ¡qué desastre! El gimnasio se me está resistiendo, la verdad.
¿Qué más? Ah, sí, alimentos procesados. Esos bocadillos precocinados que como a veces para el almuerzo… ¡terrible! Son como bombas de calorías vacías, me lo dijo mi nutricionista. Y este año he pecado mucho con ellos.
Tengo que apuntar todo en mi diario… necesito controlar mejor lo que como.
- Comida rápida.
- Bollería industrial.
- Refrescos azucarados. Esos sí que engordan, ¡qué asco de sabor tan artificial!
Azúcar, el otro gran villano. ¡Me encanta el chocolate! Es mi perdición. Tengo que buscar alternativas… ¿chocolate negro? No sé…
¿Más cosas? ¡Ay, Dios mío, se me está olvidando algo! ¡El estrés! Sí, el estrés también influye. Este año ha sido un caos en el trabajo. Necesito un plan. Un plan para comer mejor, para ir al gym, para controlar el estrés.
Necesito un cambio radical… Mañana empiezo dieta. Sí, mañana seguro.
Nota: Mi nutricionista me recomendó reducir las porciones, no eliminarlas totalmente. También dijo algo de “equilibrio nutricional”. Pero ¡pizza! ¡Qué difícil es resistirse!
¿Qué no debo comer si quiero bajar la panza?
Maldita sea, otra noche pensando en esto… la panza… No es fácil. Debería evitar las carnes grasas, esas cosas… salchichas, tocino… Recuerdo un domingo, comí un montón de costillas… ¡qué asco ahora! Me siento un cerdo.
Y el queso… ¡Dios mío, el queso! Pizzas, burritos, macarrones… Es una maldita adicción. El queso es mi enemigo, lo sé, pero es tan… delicioso.
Comida frita, también, ni se me acerca. Patatas fritas, churros… Todo eso engorda muchísimo, lo sé. Lo sé, pero a veces… Es difícil resistirse. Esa sensación…
Luego, los lácteos… Helado, pudín… La leche entera es un desastre para mi meta. Ya he intentado mil veces dejarlo.
- Carner grasas: Salchichas, tocino, costillas.
- Queso: Pizza, burritos, macarrones con queso. Ese queso cheddar…
- Comida frita: Patatas, churros… ¡Me encanta! Pero lo odio más.
- Lácteos enteros: Helado, pudín, leche.
Es una lucha constante. Ayer mismo, caí. Comí una hamburguesa con queso… y patatas… fritas… ¡Qué horror! No puedo creer lo que hago. Necesito fuerza de voluntad… o algo así. Me siento tan mal. Este año, 2024, es el año en que lo superaré… Espero.
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