¿Qué hierbas ayudan a bajar la presión alta?

¿Qué hierva sirve para bajar la presión?

No existe una hierba mágica para bajar la presión así, de golpe. Lo sé porque mi abuela, en paz descanse, siempre buscaba atajos con yuyos, pero la hipertensión es más compleja.

Quizás el olmo rojo, sí, lo he escuchado. Hibiscus, también, por la tele, en esos programas de la mañana. Y la valeriana, esa para dormir, ¿ayuda también con la presión? Vaya uno a saber… pero lo importante, lo que recalcaba el doctor, es que necesitas un médico.

• Olmo Rojo: Suave, como la tierra húmeda después de la lluvia.
• Hibiscus: Rojo intenso, como el atardecer en el campo de mi tío.
• Valeriana: Olor a tierra mojada, sueño profundo.

Ojo con las interacciones, me decía mi abuela. Ella mezclaba todo, pobre. ¡Un día casi le da un patatús! Mejor prevenir, ¿no? No vaya a ser que la hierba te dé un susto mayor que la propia presión.

Y hablando de sustos, recuerdo que un año, no este, otro, cuando mi perro se enfermó, busqué hierbas para calmarlo. No funcionó. Al final, veterinario. Con la presión, igual. Un abordaje integral es clave. No hay atajos, solo caminos.

¿Cómo bajar la presión arterial de manera natural?

Para domar esa tensión arterial rebelde, sin pastillas que te hagan sentir como un zombie, hay truquitos, ¡oh sí!

• Despídete del sobrepeso. No es solo por lucir mejor en bikini (aunque ayuda), sino porque cada kilo de más es un ladrillo en la muralla que tu corazón tiene que escalar. Yo misma perdí unos kilitos hace poco… ¡y mi presión se puso más civilizada!

• ¡Muévete, vago! El ejercicio regular no solo te da energía, sino que afloja las tuberías de tu sistema circulatorio. ¡Baila como si nadie te viera! O, bueno, como si nadie te juzgara demasiado.

• Come como un campeón (de la salud). Frutas, verduras, granos integrales… la dieta DASH es tu amiga. ¡Piensa en arcoíris en tu plato!

• Menos sal, más sabor. La sal es como el villano de tu presión arterial. ¡Modérala! Explora especias, hierbas… el mundo está lleno de sabores aparte del salado.

• Alcohol, con moderación (o con cautela). Una copita de vino tinto puede ser… “saludable”. Pero pasarte de la raya es como invitar a la presión alta a una fiesta en tu cuerpo.

• ¡Fumar es de otra época! En serio, ¿quién fuma en 2024? Deja ese vicio y tu presión (y tus pulmones) te lo agradecerán.

• Duerme como un lirón. No te desveles viendo series hasta las 4 AM. El descanso es vital para que tu cuerpo se recupere y tu presión se mantenga a raya.

• ¡Relájate! El estrés es un asesino silencioso (y ruidoso a veces). Medita, practica yoga, sal a pasear… lo que sea que te ayude a desconectar. A mí me funciona tejer… ¡aunque mis bufandas sean un desastre!

Extra:

• Té de hibisco: Se rumorea que baja la presión. ¡Pruébalo! Yo lo tomo con limón y me siento como una reina (con la presión controlada, claro).
• Potasio: Plátanos, aguacates… ¡a comer potasio! Es como el superhéroe que combate el sodio.

Recuerda, esto no es magia. Consulta a tu médico antes de hacer cambios drásticos en tu estilo de vida, ¡no vaya a ser que te dé un patatús!