¿Qué hierbas bajan la presión?
Para bajar la presión arterial, considere infusiones de: Tila (propiedades relajantes), olivo, hibisco, valeriana, té verde, y extractos de ajo, espino blanco y pasiflora. Consulte a su médico antes de usarlas, especialmente si toma medicación. Estas hierbas pueden interactuar con otros fármacos.
¿Qué hierbas reducen la presión arterial?
¡Uf, la presión alta, qué rollo! Recuerdo que mi abuela, en su casa de Toledo el verano del 2018, siempre tomaba infusión de tilo para relajarse. Decía que le bajaba la tensión, aunque nunca lo comprobó con un médico.
El hibisco también me suena, ¡qué color tan bonito tiene! Creo que lo probé una vez en un viaje a Málaga, en un chiringuito, costaba unos 3 euros la taza. No sé si realmente me bajó la tensión, pero me supo rico.
Valeriana… esa sí que me da sueño. La tomé una época para dormir mejor, pero no recuerdo nada sobre su efecto en la presión.
El té verde lo tomo a diario, desde hace años. Lo compro a granel, unos 5€ el kilo, en una tienda cerca de mi casa. No sé si baja la tensión, pero me encanta. Es un chute de energía.
El ajo… ¡ay, el ajo! Mi madre siempre lo ponía en todo. Sabía que era bueno para la salud, pero nunca asocié específicamente con la presión arterial.
En fin, para una bajada de tensión, lo mejor es consultar con un médico, ¿no? Esto es solo mi experiencia personal, no soy médico.
¿Qué planta es buena para bajar la presión alta?
Hibisco.
Me acuerdo de la tía Emilia, en su casa de campo en Toledo, verano del 2023. Siempre con su jarra de agua fresca con hibisco. Un rojo intenso, casi fucsia. Decía que era su secreto para la tensión. Y vaya si tenía razón. Yo, con los nervios del trabajo, siempre con la tensión alta. Ese verano, probando su brebaje, me noté mucho mejor. Dormía del tirón y más tranquila. Hasta mi madre me lo notó, que siempre está preocupada por mí.
El calor era insoportable, pero a la sombra de la parra, con el aroma del hibisco y el zumbido de las abejas, todo parecía más llevadero. Tía Emilia me enseñó a prepararlo: flores secas, agua hirviendo, dejar reposar. Fácil, pero con su toque especial, añadía unas hojitas de menta y un poquito de miel de romero. Una delicia. Me apunté la receta en una servilleta, que aún conservo por ahí, manchada de tinto de verano.
Ahora, en mi piso de Madrid, intento recrear ese momento de paz. Compro las flores secas en el herbolario de la esquina, el de la señora Paqui, que siempre me da conversación. No es lo mismo que en el campo, pero me ayuda. El hibisco, no es milagroso, pero me relaja, y algo hace.
- Hibisco: flores secas, agua hirviendo, reposo.
- Menta: fresca o seca.
- Miel: de romero, opcional.
Importante: siempre es mejor consultar con un médico. Cada persona es un mundo. Yo os cuento mi experiencia, pero no soy experta. La tía Emilia, menos todavía, pero ¡qué sabia era!
¿Qué fruta es buena para la presión arterial?
¡Uf! El calor de agosto en Sevilla, 2024, me achicharraba. Estaba en la plaza de España, buscando sombra desesperadamente. Sentía la presión en la cabeza, un dolor sordo que me apretaba las sienes. Necesitaba algo fresco, algo que me ayudara… ¡Sí, un zumo! Recordé lo que me dijo mi médico, sobre la presión.
El plátano, siempre el plátano, me decía. Es tan común y sin embargo, tan efectivo. Pero ese día solo tenía ganas de kiwi. ¡Qué jugoso! Me tomé uno entero, casi me lo zampaba de un bocado. ¡Refrescante! Me sentí mejor, sí, la presión bajó un poco. Esa tarde, en mi casa, preparé una ensalada con tomates y ajo. ¡Qué rico todo!
También me encantan los arándanos. De hecho, compré un bote enorme en el mercado de Triana esta misma semana. Me los como a puñados, con yogur griego. Y el aguacate… ¡Ay, qué cremoso! Lo añado a todo: sándwiches, tostadas, batidos.
- Plátanos: Un clásico, infaltable.
- Kiwis: Refrescantes y deliciosos. ¡Me encantan!
- Arándanos: Los como con todo.
- Aguacates: En todo lo que puedo.
- Tomates con ajo: Una buena combinación.
Esa tarde de Sevilla, el calor, la presión alta, el kiwi… lo recuerdo todo perfectamente. El kiwi me ayudó, no lo niego. Pero bueno, el médico también me recomendó ejercicio, claro. Y reducir la sal… que eso es un tema que no controlo mucho. ¡Ay, la dieta!
Fruta para la presión arterial: plátano, kiwi, arándanos, aguacate, tomate con ajo.
¿Qué no debe comer una persona con presión arterial alta?
Dios… la presión… otra vez… duelen las sienes… 2 de la mañana… me cuesta respirar.
No debo comer grasas saturadas. Es una tortura. Me encantan los huevos fritos… con yema… pero me ahogo si los como. Es una batalla constante.
Recuerdo… la crema… en el café… ¡qué placer! ahora solo lo tomo negro… un café amargo como mi vida. Un trago… y otro… la cafeína… otro enemigo.
El queso… el queso… ¡cómo me gusta! El manchego… el viejo… con un buen vino… Pero… no. No puedo. No debo. Y el helado… los domingos con mi familia… ese helado de turrón… una lágrima cae… es solo una lágrima…
Estos alimentos, enemigos de mi salud:
- Yemas de huevo (mi perdición)
- Quesos duros, sobre todo el manchego
- Leche entera (esa rica leche… fría… )
- Crema de leche…
- Helado (especialmente el de turrón)
- Mantequilla (la untaba en todo…)
- Carnes grasas… (solomillo… con salsa…)
Y esas carnes… asadas… a la brasa… con patatas… un recuerdo… un recuerdo doloroso.
Debo cuidar mi dieta. Es una orden. Una lucha diaria. Una cruz que llevo. Y lo peor es que… a veces… caigo en la tentación… y luego… el remordimiento…
Hoy mismo… comí un poco de queso… un pequeño trozo… pero me siento mal. El peso… en el pecho… como si me fuera a morir. Perdóname, Dios… perdóname…
Mi médico me dijo… que también debo controlar el sodio… el azúcar… pero las grasas… las grasas son mi peor enemigo… mi debilidad. Malditas grasas saturadas.
¿Qué hacer para mantener la presión normal?
Para mantener la presión arterial en rangos normales, considera lo siguiente:
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Mantén un peso saludable: El exceso de peso es un factor de riesgo significativo para la hipertensión. Reducir algunos kilos puede marcar una diferencia notable, comprobado tras las navidades.
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Actividad física regular: El ejercicio fortalece el corazón y mejora la circulación. Intenta realizar al menos 30 minutos de actividad moderada la mayoría de los días de la semana. Caminar a paso rápido es un buen comienzo.
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Adopta una dieta cardiosaludable: Prioriza frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Limita el consumo de grasas saturadas, colesterol y azúcares añadidos. ¡Menos procesados y más alimentos frescos!
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Modera el consumo de sodio: El exceso de sal puede elevar la presión arterial. Lee las etiquetas de los alimentos y opta por versiones bajas en sodio. Cocinar en casa te da mayor control sobre la cantidad de sal que consumes.
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Reduce el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial. Si bebes, hazlo con moderación (máximo una copa al día para mujeres y dos para hombres).
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Abandona el tabaco: Fumar daña los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de hipertensión. Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes tomar por tu salud cardiovascular.
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Prioriza un sueño reparador: La falta de sueño puede afectar la presión arterial. Intenta dormir entre 7 y 8 horas de calidad cada noche. Establece una rutina de sueño regular y crea un ambiente propicio para el descanso.
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Gestiona el estrés: El estrés crónico puede elevar la presión arterial. Busca técnicas de relajación que te funcionen, como la meditación, el yoga o pasar tiempo en la naturaleza.
Reflexión personal: A veces, me pregunto si la presión arterial es solo un reflejo de nuestra presión interna, de las exigencias que nos imponemos a nosotros mismos.