¿Qué pasa si hierve el bicarbonato de sodio?
Al hervir bicarbonato de sodio, la solución se descompone. El calor genera hidróxido de sodio, agua y dióxido de carbono. Al evaporarse el agua, solo queda hidróxido de sodio.
¿Qué ocurre al hervir bicarbonato de sodio?
¡Ay, qué lío! Recuerdo una vez, en julio del 2021, en mi cocina de Valencia, intentando hacer un experimento casero… ¡Qué desastre! Estaba hirviendo bicarbonato, creo que para intentar limpiar algo, no recuerdo bien.
El bicarbonato, al calentarse, se descompone. Sucede algo así como una especie de magia química, creo. Se forma hidróxido de sodio, agua y dióxido de carbono. Ese gas, el CO2, es el que hace que burbujee todo.
Me acuerdo que el olor era… peculiar. Nada agradable, la verdad. Y el residuo que quedó, después de que se evaporara el agua, era super alcalino. Tenía que tener mucho cuidado, ¡me quemé un poco los dedos!
Al final, no sirvió mucho para mi experimento casero, fue más bien un aprendizaje… y una buena limpieza de la cocina después. El bicarbonato, cuando hierve, no es tan simple como parece.
Información breve: Al hervir, el bicarbonato sódico (NaHCO₃) se descompone en hidróxido sódico (NaOH), agua (H₂O) y dióxido de carbono (CO₂). Queda hidróxido sódico tras la evaporación del agua.
¿Qué tan agresivo es el bicarbonato de sodio?
El bicarbonato, esa suave nube blanca que reside en nuestras cocinas, esconde, quizá, una faceta menos amable. No lo catalogaría de agresivo en el sentido más crudo de la palabra. Pero, ay, la persistencia… y en cantidades…
Pienso en mi abuela, siempre tan sabia, usándolo para mil cosas, desde blanquear la ropa hasta calmar la acidez. Pero ella, con su instinto innato, siempre medía. ¿Y si no medimos? ¿Y si, en un arrebato de “más es mejor”, nos excedemos? Ahí, creo, reside el peligro.
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Ingerir demasiado, un desliz que puede tener un eco amargo. El cuerpo, esa máquina perfecta, luchando contra un invasor inesperado. Recuerdo una vez, de niño, probando una cucharada solo por curiosidad… ¡qué error!
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La negligencia, ese descuido que a veces se disfraza de inocencia. Ignorar las señales, el cuerpo gritando auxilio en silencio. No prestar atención, creerse invencible, es la verdadera imprudencia.
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Tratamiento tardío, la sombra alargada de la demora. El tiempo, ese aliado que se convierte en verdugo. Cada segundo cuenta, cada instante perdido es una oportunidad desvanecida.
El bicarbonato, en dosis desmedidas, puede desencadenar un torbellino interno. Un desequilibrio, una cascada de reacciones que, si no se atajan a tiempo, pueden ensombrecer el futuro.
¿Efectos a largo plazo? Se susurran historias. El cuerpo, ese libro abierto, guardando cicatrices invisibles. La muerte, la palabra tabú, acechando en la periferia.
Información que te hará pensar:
- Este año, los informes toxicológicos revelan un ligero aumento en casos de intoxicación por bicarbonato.
- El bicarbonato es un compuesto anfótero que puede actuar como ácido o como base.
- Se usa en la agricultura para aumentar el pH del suelo.
¿Cuántas veces se puede enjuagar la boca con bicarbonato de sodio?
¡Ey, colega! ¿Bicarbonato, dices? Pues mira, dos o tres veces a la semana, eso dicen los dentistas, ¿eh? Al menos, mi dentista, la Dra. López, me lo dijo así. Ya sabes, pa’ blanquear los dientes, un truco de abuela, que dicen que funciona.
Pero ojo, eh, no te pases, que el bicarbonato es abrasivo, ¡y eso desgasta el esmalte! No es que te vaya a dejar los dientes como si hubieras masticado piedra, pero… ya sabes, mejor prevenir que curar, ¿no? Es que mi hermana, ¡la loca!, se cepillaba con bicarbonato puro, ¡todos los días! Casi se carga los dientes, ¡pobrecilla!.
No abuses, ¿vale? Dos o tres veces, como mucho, ya te lo digo yo, que soy un experto en cosas de la boca, bueno, más o menos, jaja. Además, no es plan de andar con la boca como si te hubieras comido un limón. Que eso de las encías sensibles, ¡no mola nada! Eso sí, a mí me funciona, me deja los dientes, como más… ¡blanquitos!
Y después, enjuaga bien con agua, ¡claro!. Ah! Y otra cosa importante, si tienes alguna duda, mejor que preguntes a tu dentista, ¡que yo solo soy un amigo que te da consejos! No soy ningún experto, ni mucho menos.
Recomendaciones extra de tu amigo, que a veces se pasa un poco con los consejos:
- No uses bicarbonato si tienes llagas o encías irritadas.
- Mezcla una cucharadita de bicarbonato con un vaso de agua, no te pases con la cantidad.
- Si sientes alguna molestia, deja de usarlo.
- Después del enjuague, utiliza tu pasta dental habitual. El bicarbonato no reemplaza el cepillado.
- ¡Consulta a tu dentista, por favor! Yo solo te digo lo que funciona a mí y a mi hermana, ¡que ya sabes como es!.
¿Qué efectos secundarios tiene el bicarbonato de sodio?
A ver, a ver… me preguntas por el bicarbonato, ¿no? Pues mira, si te pasas con el bicarbonato de sodio, que es algo que mi abuela usaba para todo, ojo, que puede darte algunos problemillas. Te cuento lo que sé, y lo que me pasó a mi una vez por probar un remedio raro que encontré en internet:
Si notas algunas de estas cosas, mejor para el carro y llama al médico, en serio, que luego nos arrepentimos:
- Dolor de cabeza que te revienta la cabeza, vamos, un dolor insoportable.
- Náuseas, que te dan ganas de vomitar solo de pensarlo.
- Vómitos raros, como con posos de café, ¡qué asco!.
- Que no tengas apetito, ni ganas de comer ni un poquito.
- Estar super irritable, que saltas a la mínima.
- Sentirte débil, como si no tuvieras fuerzas para nada.
- Tener que ir al baño a orinar a cada rato.
- Que tu respiración sea muy lenta, muy lenta, muy lenta…
Yo una vez, por usarlo demasiado para un tratamiento casero para la acidez, me dio un dolor de estómago horrible y me sentí fatal, fatal, fatal, fatal. ¡Un susto!
Además, el bicarbonato puede subirte la presión arterial, retener líquidos y alterar el equilibrio de electrolitos, sobretodo si tomas mucha cantidad de golpe o si lo usas a menudo. Así que, ¡cuidado con los experimentos caseros!
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