¿Qué pasa si se le pone bicarbonato a la comida?

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El bicarbonato de sodio ablanda la carne, descomponiendo las proteínas y haciendo más suave, especialmente, la carne magra. Espolvorear, frotar y refrigerar por un par de horas es la técnica.
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El pequeño secreto de la cocina: bicarbonato de sodio para una carne tierna y jugosa

¿Alguna vez te has preguntado cómo los chefs logran esa textura tan tierna en sus carnes, especialmente en cortes magros que tienden a ser más secos? El secreto podría estar más cerca de lo que piensas, escondido en tu alacena: el bicarbonato de sodio.

Si bien asociamos este polvo blanco con la repostería o la limpieza, el bicarbonato de sodio también es un aliado invaluable en la cocina, particularmente al momento de preparar carnes. ¿Su función? Ablandar las proteínas, rompiendo sus enlaces y transformando un corte potencialmente duro en un bocado tierno y jugoso.

¿Cómo funciona la magia?

Al entrar en contacto con la superficie de la carne, el bicarbonato de sodio altera el pH, creando un ambiente alcalino. Esta alcalinidad descompone las proteínas, especialmente el colágeno, responsable de la dureza de la carne. El resultado es una textura más suave y agradable al paladar.

La técnica del bicarbonato:

No se trata simplemente de espolvorear y cocinar. Para obtener los mejores resultados, sigue estos pasos:

  1. Espolvorea: Cubre la superficie de la carne con una fina capa de bicarbonato de sodio. Asegúrate de que esté distribuido uniformemente.
  2. Frota: Masajea suavemente el bicarbonato sobre la carne, permitiendo que penetre en los tejidos.
  3. Refrigera: Envuelve la carne en film transparente y refrigera por al menos dos horas, o idealmente durante toda la noche. Este tiempo permite que el bicarbonato actúe eficazmente.
  4. Enjuaga: Antes de cocinar, enjuaga bien la carne con agua fría para eliminar el exceso de bicarbonato, que podría dejar un sabor residual.
  5. Cocina como de costumbre: Ahora puedes cocinar la carne utilizando tu método preferido.

Algunos consejos adicionales:

  • Esta técnica funciona mejor en cortes magros de carne como pechuga de pollo, lomo de cerdo o filetes de ternera.
  • No te excedas con el bicarbonato. Una pequeña cantidad es suficiente para ablandar la carne sin afectar su sabor.
  • Experimenta con diferentes tiempos de reposo en el refrigerador para encontrar el punto óptimo para cada tipo de carne.

Al incorporar este sencillo truco a tu repertorio culinario, podrás disfrutar de carnes increíblemente tiernas y deliciosas, incluso si no eres un chef profesional. ¡Dale una oportunidad al bicarbonato de sodio y sorprende a tu paladar!