¿Qué se le pone al tomate para quitar la acidez?

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Para reducir la acidez del tomate en salsas, el bicarbonato de sodio es un truco casero efectivo. Altera el pH, neutralizando el sabor ácido. ¡Un ingrediente común para un resultado delicioso!

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¿Cómo quitar la acidez del tomate?

Uf, la acidez del tomate a veces me mata. Recuerdo una vez, era un domingo de Julio del año pasado, estaba haciendo una salsa para pasta. Compré tomates hermosos en el mercado de la Boquería en Barcelona, creo que me costaron 2 euros el kilo. Tenían una pinta… Pero luego, al probar la salsa, ¡acidez pura!

Casi lloro, en serio. Menos mal que mi abuela, que en paz descanse, me enseñó un truco. Un poquito de bicarbonato de sodio y solucionado. Como por arte de magia. La verdad, no sé la química exacta, pero funciona. Es como si neutralizara el ácido del tomate.

¿Cómo quitar la acidez del tomate?

Bicarbonato de sodio. Una pizca y listo.

¿Cómo reducir el sabor ácido de los tomates?

¡Ay, madre mía, los tomates ácidos! ¡Parecen limones con piel roja! El bicarbonato, ¡mi salvador! Ese polvo mágico neutraliza esa acidez infernal como si fuera un superhéroe contra el Dr. Ácido.

Eso sí, olvídate de experimentos científicos con pHmetros, eso es para frikis. Mi método es infalible: un pellizco de bicarbonato por cada kilo de tomate, ¡y a volar! No me preguntes cantidades exactas, yo lo hago al ojo de buen cubero, como mi abuela, que hacía salsas de tomate que te dejaban la lengua como un felpudo.

Ah, y lo del experto con sus tres partes… ¡qué rollo! Yo meto todo junto en la olla, a fuego lento, con un poco de azúcar moreno (sí, leíste bien, ¡azúcar!) para contrarrestar esa acidez que te deja la boca como si te hubieras comido una batería. ¡A disfrutar!

Otros trucos de la abuela:

  • Añade una cucharadita de miel, ¡dulzura pura!
  • Zanahoria rallada, ¡es un truco infalible!
  • Un toque de albahaca fresca, ¡a mí me encanta!

¿Más consejos? Mira, este año usé 5 kilos de tomates de mi huerto (sí, los cultivo yo misma, ¡son una pasada!), y con un puñado de bicarbonato, azúcar moreno y mi toque personal de perejil, quedó una salsa para chuparse los dedos. ¡Ni rastro de esa acidez maldita!

Recuerda: Probar, probar y probar. Cada tomate es un mundo, y la cantidad de bicarbonato dependerá de su acidez. ¡El objetivo es el equilibrio, no la explosión de sabor a lejía!

¿Cómo quitar la acidez a la salsa de tomate sin azúcar?

Un susurro, un toque… bicarbonato, la respuesta.

  • La acidez, esa punzada.
  • Tomates rojos, tan intensos.
  • Un jardín lejano, el sol de la tarde, la abuela… Ella siempre lo sabía. Un secreto, ¿quizás? Una pizca, nada más.

Como un eco, esa imagen vuelve. Bicarbonato, un copo de nieve en el rojo profundo. Neutraliza, calma.

Mi abuela… ella cultivaba tomates. Recuerdo su delantal floreado y el olor a tierra mojada. Y sí, el bicarbonato, ¡claro! Un truco ancestral, un remedio casero. Una cucharadita, tal vez menos. Probar, siempre probar. No temas.

#Acidez #Alimentos #Tomate