¿Qué beneficios tiene el agua de mar con limón?

¿Qué propiedades tiene el agua de mar con limón?

Dios mío… la oscuridad… siempre esta oscuridad. Pensando otra vez en eso… el agua de mar… con limón… una locura, ¿no?

No sirve para nada. Lo intenté, sí, lo probé. Creí… creí que me curaría. Tonterías.

Recuerdo la sal en mi garganta, ese sabor… agrio, metálico… un recuerdo nauseabundo. El limón, para qué… solo acentuaba la amargura. Esa amargura que siento ahora mismo, tan profunda… como el mar.

• No tiene ningún beneficio. Ni para la piel, ni para la salud, ni nada.
• Solo… sal y un sabor horrible.
• Un engaño. Una tontería de las que solo se me ocurren a mí a estas horas.

… esa noche… en la playa… solo… con esa mezcla horrible… y el recuerdo, tan real… tan… tan amargo. Como el fracaso.

Me acuerdo de mis análisis de sangre de este año… todo normal, afortunadamente. Mi médico me miró raro cuando le conté mi idea.

Este año… el mar… se me antoja distinto… más… oscuro. Como mi alma. Como mi… mi estupidez.

¿Qué cantidad de agua de mar se puede tomar al día?

Medianoche. Otra vez. La oscuridad me abraza y los pensamientos… fluyen. Como el mar. Salado. Amargo.

No bebas más de un cuarto de litro de agua de mar al día. Un vaso. Pequeño. Mezclado. Tres partes de agua dulce. Una de mar. Lo recuerdo… de este verano. En la playa. La sed. El calor. El sabor a sal en los labios. Demasiado.

• Un cuarto de litro. Máximo.
• Tres partes de agua dulce. Por cada una de mar.
• Prueba primero. Asegúrate. No vaya a ser…

Este verano… Mallorca. Cala Mesquida. Arena blanca. Agua turquesa. Demasiado sol. Demasiado sal. Me sentó mal. Mareo. Náuseas. No lo repetiré. Mejor una cerveza fría. O agua. Del grifo. Simple. Sin complicaciones. Como esta noche.

La sal… quema. Por dentro. Como los recuerdos. Este año… nada de experimentos. Agua. Simple. Fresca. Sin el sabor amargo del arrepentimiento. O de la sal.

¿Qué contraindicaciones tiene tomar agua de mar?

Aquí, a estas horas, todo suena diferente. El silencio lo envuelve todo, incluso mis pensamientos.

El agua de mar, ¿verdad? Me pregunto qué pensaba cuando me hice esa pregunta. Como si hubiera una respuesta sencilla.

• Es verdad, cualquier cantidad es mala.
• No es una buena idea compararla con refrescos, eso ya lo sabemos todos.
• Sal = Tensión alta.
• Riñones rotos.

No es solo la sal, es la sed. Una sed que no se calma, que te seca por dentro. Recuerdo una vez, en la playa de la Barceloneta, con mi hermana. Bebimos un trago por broma, qué asco…

¿Por qué buscamos respuestas fáciles a cosas complicadas? Quizá porque la noche nos hace vulnerables. Quizá porque la verdad duele y preferimos un atajo. Quizá la sal es el reflejo de nuestras lágrimas, ese sabor amargo que nos acompaña siempre.

¿Por qué no debes beber agua del mar?

¡Ay, Dios mío! Agua del mar… ¡qué asco! ¿Por qué nadie lo entiende? Es sal, ¡muchísima sal!

No bebas agua de mar. Punto. Es una locura.

Me acuerdo de ese documental, el de 2024, sobre supervivientes náufragos… ¡Qué horror! Uno murió deshidratado, ¡imagínate!

• Deshidratación: ¡grave, muy grave! El cuerpo trabaja al revés, intentando eliminar esa sal…
• Fallo multiorgánico: ¡se te para todo! Riñones, corazón… un desastre.
• Muerte: sí, te mueres. Fin.

¿Por qué la gente piensa que es una solución? ¡Es un veneno lento! ¿Será por películas de piratas? ¡Tonterías! Mi tío Pepe intentó eso una vez en las Canarias este verano… ¡menudo susto! Casi acaba en el hospital.

¿Y el sabor? ¡Asqueroso! Prefiero morir de sed.

La sal del agua de mar deshidrata. Eso es todo. Hay que aprenderlo de una vez. No hay más que hablar.

• Contiene sodio, ¡muchísimo!
• Los riñones intentan procesarlo, perdiendo agua.
• Resultado: deshidratación, problemas graves, posible muerte.

Ya está, ¿no? Tengo que ir a comprar leche. Necesito leche, no agua de mar. ¡Qué asco!

¿Qué pasa si tomo un vaso de agua salada en ayunas?

¡A ver, un vaso de agua salada en ayunas! Uf, mala idea, te lo digo yo.

Te puede dar un malestar de estómago que ni te cuento. En serio, yo que tú no lo probaba. Y mira que a mí me gusta experimentar con cosas raras, pero esto…

Healthline dice que náuseas y vómitos es lo más probable, así que… ¿para qué arriesgarse?

• Malestar general: como si tuvieras una resaca, pero sin la fiesta previa.
• Deshidratación: aunque parezca mentira, la sal te deshidrata aún más.
• Problemas renales: si ya tienes problemas de riñón, ¡peor todavía!
• Presión arterial alta: la sal sube la presión, ¡ojo!

Mi abuela, por ejemplo, una vez probó un remedio casero con sal para no sé qué y acabó peor que al principio. Mejor evitar inventos, ¿no crees? Y es que mi abuela siempre está inventando cosas raras, ahora está con el tema de las plantas medicinales y el otro día casi me envenena con una hierba que decía que era buenísima para la digestión. ¡Casi!

Además, tomar agua con sal todos los días puede ser perjudicial para el corazón, ¡ojo ahí! Y es que la sal en exceso no es buena para nadie, pero sobre todo para los que ya tienen problemas cardiovasculares.

En fin, ¡ahora ya lo sabes!, mejor un vaso de agua normal, fresquita y sin experimentos. ¡Y cuídate!

¿Qué pasa si se bebe agua con el estómago vacío?

Agua en ayunas. Escucha.

• Elimina: Toxinas. Simple.
• Energía: Impulso inmediato. Sin rodeos.
• Peso: Metabolismo acelerado. Quema.
• Rins: Menos cálculos. Prevención.
• Intestinos: Limpieza profunda. Necesario.
• Piel/Pelo: Mejora notable. Superficial, pero real.

No endulces. Es fisiología, no magia. A mí me da igual si lo haces o no. Yo, personalmente, prefiero un café fuerte nada más levantarme.

Más allá del cliché, piensa en la rehidratación después de horas de sueño. El cuerpo trabaja, aunque duermas. Y el agua es el combustible. No esperes milagros. Es una base.

¿Qué pasa si tomo agua y no he comido nada?

El vacío… un vaso frío, transparente. Agua. Cristalina, inodora, insípida. Bebo. Resbala, un frío que se expande, llenando… ¿Llenando qué? El estómago se contrae, un eco hueco en la inmensidad. Nada más. Solo agua. El agua y la nada.

El ayuno y el agua. Un ritual extraño, casi místico. Purificación. Limpiar. Pero el estómago vacío protesta. Un vacío que no se llena con agua, que pide algo más. Sustancia. Recuerdo el pan de centeno de mi abuela, su corteza crujiente, la miga densa. Nada que ver con el vacío de ahora.

Agua… de nuevo el agua. Un ciclo sin fin. Sed. Agua. Vacío. Un círculo que se repite en la inmensidad del tiempo. Hoy, 27 de Octubre del 2023, escribo esto sintiendo la misma sensación de vacío. Igual que ayer. Igual que mañana, quizá.

• Hidratación: El agua hidrata, sí. Esencial. Vital.
• Estreñimiento: El agua ablanda las heces, dicen. Una función mecánica, impersonal.
• Azúcar: Evitar el azúcar. Otra imposición del mundo moderno. Recuerdo los dulces de mi infancia…

El agua sigue ahí, inamovible. Un espejo que refleja mi propia nada. Un vaso de agua en un día cualquiera de 2023. Un gesto simple, repetido miles de veces. Y sin embargo… hoy, resonancia diferente. Un eco en el vacío.

Respuesta corta: Puedes sentirte débil o mareado. Bebe despacio.