¿Qué desayunar antes de ir a nadar?

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Antes de nadar, prioriza alimentos de digestión fácil y ricos en energía sostenida. Opta por una pequeña porción de pasta o arroz integral para obtener carbohidratos. Un plátano u otra fruta rica en potasio te ayudarán a mantener los electrolitos. Hidrátate con agua o una bebida isotónica para optimizar tu rendimiento y prevenir calambres.

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El desayuno ideal para un chapuzón energético

Ir a nadar, ya sea por ejercicio, competición o simplemente por placer, requiere energía y concentración. Un desayuno adecuado te proporcionará el combustible necesario para un rendimiento óptimo y evitará molestias como la pesadez o los temidos calambres. Pero, ¿qué comer antes de zambullirse? Olvídate de los atracones y prioriza la digestión ligera y la energía sostenida.

No se trata de atiborrarse, sino de elegir inteligentemente. Una cantidad moderada de carbohidratos complejos es fundamental para obtener energía prolongada. En lugar de pan blanco o bollería industrial, opta por una pequeña porción de pasta o arroz integral. Estos alimentos se digieren lentamente, liberando glucosa gradualmente en el torrente sanguíneo, lo que te permitirá mantener el ritmo durante tu entrenamiento o disfrute acuático.

Acompañar estos carbohidratos con una pieza de fruta rica en potasio, como el plátano, es una excelente estrategia. El potasio es un electrolito esencial para la función muscular, y su pérdida a través del sudor puede provocar calambres. Otras opciones de frutas ricas en potasio incluyen el melón, el kiwi y las naranjas. Una macedonia con yogur natural bajo en grasa también puede ser una opción refrescante y nutritiva.

La hidratación es otro pilar fundamental para un buen desempeño en la piscina. Antes de nadar, asegúrate de beber suficiente agua o, si la actividad es intensa y prolongada, una bebida isotónica que te ayude a reponer los electrolitos perdidos. Evita las bebidas azucaradas o carbonatadas, ya que pueden dificultar la digestión y provocar malestar.

Recuerda que cada persona es diferente y que la tolerancia a los alimentos varía. Experimentar con diferentes opciones de desayuno antes de nadar te ayudará a identificar la combinación ideal que te proporcione energía y confort. Escucha a tu cuerpo y ajusta las cantidades según la intensidad y duración de tu actividad acuática. Con un desayuno equilibrado y una hidratación adecuada, ¡estarás listo para disfrutar al máximo de tu tiempo en el agua!