¿Cómo se llaman los últimos rayos del Sol?
Los últimos rayos de sol reciben el nombre de crepúsculo vespertino. También se conoce como atardecer, ocaso o anochecer. Este período sucede tras la puesta del sol y se caracteriza por una suave iluminación.
¿Cómo se llaman los últimos rayos del Sol al atardecer?
A ver, los últimos rayos del sol cuando se va el día, esos que pintan el cielo de colores… creo que les decimos “crepúsculo vespertino”. Siempre me ha gustado esa palabra, suena como un secreto.
Me acuerdo una vez, en Valparaíso, Chile, un 15 de enero. Estaba en un cerro con una amiga, viendo el atardecer sobre el Pacífico. ¡Qué espectáculo! El cielo se incendiaba con esos arreboles…
Más allá de lo poético, también se le llama atardecer, ocaso, anochecer o simplemente “arrebol”. Aunque “crepúsculo vespertino” tiene algo especial, ¿no creen? Es como el nombre oficial de la magia.
¿Y qué es el crepúsculo vespertino? Es el período que sigue a la puesta de sol.
También se conoce como: Atardecer, ocaso, anochecer y arrebol.
¿Cómo se les llama a los últimos rayos del Sol?
Los últimos rayos del Sol, fugaces pinceladas de luz antes de que la noche se apodere del cielo, a menudo se conocen como “rayo verde”. Este fenómeno óptico, esquivo y codiciado por los observadores del cielo, es más que un simple destello; es una promesa de la naturaleza que nos recuerda la belleza efímera del mundo que nos rodea.
Ahora, hablando de fugaz, ¿sabías que el rayo verde es en realidad una ilusión óptica? ¡Sí, una treta de la luz! Se produce cuando la atmósfera actúa como un prisma, separando los colores de la luz solar. El verde, siendo el color que más se refracta, logra colarse en nuestro campo de visión justo en el último instante. Es como si el sol, antes de despedirse, nos guiñara un ojo verde.
- ¿Dónde buscarlo? Horizontes despejados, como el mar o una llanura, son tus mejores aliados.
- ¿Cuándo? Justo en el momento preciso de la puesta o salida del sol. La paciencia, aquí, es una virtud.
Y hablando de paciencia, me acuerdo cuando intenté fotografiarlo. ¡Un fracaso total! Pero ahí reside la magia: no todo lo bello se captura, a veces simplemente se vive. El rayo verde es así: una experiencia, un instante, una pequeña revelación.
Filosóficamente hablando, el rayo verde puede ser visto como una metáfora de la esperanza. Incluso cuando el día se desvanece y la oscuridad se cierne sobre nosotros, siempre hay un último destello de luz, una última chispa de posibilidad. O quizá solo es un rayito verde, qué sé yo, ¡pero qué rayito!
¿Cómo se llaman los rayos emitidos por el sol?
El Sol escupe rayos. Radiación solar. Punto.
- UVA: La mayor parte. Te quema a fuego lento.
- UVB: Menos intensa, pero más dañina. Esa te deja roja.
- UVC: Bloqueada por la atmósfera. Afortunadamente.
Mi dermatóloga, la Dra. López, me lo explicó hace dos semanas. Insistió en el protector solar factor 50. Ojo con el mediodía. Quemadura segura. UVB, jodido UVB. Ese es el problema. Las quemaduras de sol me dejaron cicatrices, y eso que solo tengo 27 años. Recordatorio de mi estupidez veraniega. UVA, siempre UVA. Infiltrándose. Hasta en invierno.
Radiación solar: un riesgo constante. Protección esencial. Crema solar, sombra, sentido común. Aunque a veces, el sol es adictivo.
¿Cómo se llaman los rayos del sol?
La energía solar que nos alcanza se manifiesta principalmente como radiación ultravioleta (UV). Esta radiación, invisible al ojo humano, se compone fundamentalmente de dos tipos de rayos: UVA y UVB.
- UVA: Penetran profundamente en la piel y están implicados en el envejecimiento prematuro.
- UVB: Son responsables de las quemaduras solares y contribuyen al riesgo de cáncer de piel.
Curiosamente, las camas bronceadoras también emiten radiación UV, lo que plantea interrogantes sobre la búsqueda artificial del bronceado. ¿No es paradójico que busquemos un ideal estético que, en esencia, desafía nuestra propia salud? Es como querer domar al sol en un espacio cerrado, olvidando que su poder, aunque vital, requiere respeto y precaución.
La intensidad de estos rayos varía según la hora del día, la estación del año y la ubicación geográfica.
Más allá de los UVA y UVB, existe la radiación UVC, que es absorbida por la atmósfera terrestre y no representa un peligro directo para nosotros. Reflexionando sobre esto, me acuerdo cuando fui a esquiar a Sierra Nevada el año pasado. ¡Vaya solazo! Y eso que era pleno invierno. La capa de ozono juega un papel crucial filtrando esta radiación nociva.
¿Cómo se llama el anochecer?
¿Cómo se llama el anochecer? Ocaso.
A ver, ocaso… ocaso es cuando el sol se va, ¿no? Como cuando termina algo. Mi abuela usaba esa palabra cuando hablaba de su vida, qué heavy.
- Siempre decía “estoy en el ocaso de mi vida”.
- Un poco dramática la señora, pero bueno.
- ¿Será que todos pensamos en el ocaso cuando miramos el atardecer?
- O sea, ¿es inevitable pensar en finales?
Me acuerdo de ese atardecer en la playa el verano pasado. Uf, el cielo era fuego, literal. Rojos, naranjas… Parecía que el mundo se iba a acabar. Y pensar que solo era el ocaso. Y después la noche, claro. ¿Pero por qué la noche da tanto miedo a algunos?
- Quizás porque es lo desconocido.
- O porque te recuerda que el día, la vida, se acaba.
¡Qué deprimente! Mejor pensar en el ocaso como un comienzo. El comienzo de la noche, de las estrellas, de la luna llena… El comienzo del sueño, del descanso. Sí, eso suena mejor.
¿Cómo se le llama al anochecer?
El ocaso… creo que le digo así, sí, ocaso. Suena… triste, ¿no? Como una despedida silenciosa. Me recuerda a ese día, en 2023, el 17 de Julio, viendo el sol hundirse en el mar desde la playa de mi pueblo, Cantabria. La arena fría bajo mis pies…
La luz se fue desvaneciendo, lenta, como si dudara antes de marcharse. Como si supiera que dejaría un vacío. Un vacío que siento ahora mismo, a estas horas, aquí… solo. Es difícil de explicar. Me sentía…perdido.
Ese día, recordé a mi abuela… ella siempre decía que el ocaso era el momento más bello del día. Nunca lo entendí del todo. Ahora… lo entiendo un poco mejor, supongo.
El ocaso es… la muerte del sol, su descenso, una transición. Y también, para mí, es una metáfora, un símbolo de…muchas cosas. Cosas difíciles de nombrar. Cosas… dolorosas.
- La despedida. No solo del sol, sino de… momentos felices.
- El inicio de la oscuridad. La oscuridad que llevo dentro.
- La soledad. La soledad que me acompaña ahora. Es profunda… abrumadora.
El ocaso… es una palabra que me pesa. Una palabra que trae recuerdos y… sombras. Sombras que ahora mismo me abrazan. Me cuesta respirar…
Sí, ocaso. Atardecer. Anochecer. Son lo mismo. Lo mismo que la melancolía que ahora siento. Y el frío. Mucho frío.
¿Cómo se llaman los rayos emitidos por el sol?
Radiación solar. UV. Tres nombres grabados:
- UVA: Implacable, omnipresente.
- UVB: Penetra, daña.
- UVC: Bloqueado, por ahora.
UVA domina. UVB persiste. UVC aguarda. El sol no perdona. Siempre lo supe, desde que mi abuelo, curtido por el sol, me advirtió. Él sí que sabía lo que era enfrentarse al astro rey día tras día en el campo. Por eso llevaba ese sombrero enorme.
¿Cómo se llaman los rayos del sol?
¡Ay, madre mía, los rayos del sol! ¡Qué lío! Parecen inofensivos, como gatitos de peluche, pero en realidad son unos fieras invisibles. Se llaman radiación ultravioleta, ¡sí, así de dramático! Y ojo, que no es uno, son varios tipos.
- UVA: Estos, los pesados, penetran hasta el fondo de tu piel como si fueran ninjas expertos en infiltración. ¡Los culpables de las arrugas! Mi abuela, que parece un pergamino arrugado, lo sabe bien.
- UVB: Más superficiales, estos son como esos mosquitos que te pican solo en la superficie, ¡pero pican con ganas! Los responsables de las quemaduras solares, ¡de las que todavía me duele el recuerdo de ese verano en Menorca!
¡Ah! Y no te creas que solo el sol los lanza como dardos. ¡Las dichosas lámparas solares y las camas de bronceado también son culpables! Son como esas imitaciones baratas de los rayos solares, que te dejan con el mismo efecto, pero sin la magia del verano en la playa. ¡Qué horror! ¡Casi tan malo como el olor a calcetines húmedos de mi hermano pequeño!
En resumen, radiación ultravioleta, UVA y UVB. Recuerda usar protección solar, ¡que no es broma! Si no, prepárate para lucir como un tomate pasado de moda. Eso sí, el color tomate es muy chic, en ciertos contextos, pero no en tu piel quemada. Y lo digo por experiencia, que me he pasado un mes con Aloe Vera como si fuera mi mejor amigo.
PD: Este año he aplicado 50 factor de protección solar religiosamente y, ¡oh, maravilla!, aún no tengo la textura de un cuero curtido. ¡Victoria!
¿Cómo se llaman los rayos que emite el sol?
Radiación ultravioleta (UV).
Uf, el sol… me da una pereza tremenda hablar del sol. Siempre me quema. La radiación ultravioleta es la culpable, ¿no? Esa cosa que dicen que emite el sol y que, bueno, ahora las lámparas de bronceado también. Yo, sinceramente, prefiero la sombra.
No entiendo por qué la gente se tuesta al sol a propósito. Mi abuela siempre me decía que el sol era bueno para los huesos, por la vitamina D. Pero luego me regañaba si me quemaba. Hipocresía total. Me acuerdo cuando tenía diez años, fuimos a la playa de Gandía en agosto. ¡Agosto! Error garrafal. Me puse roja como un tomate. Después, me salieron unas ampollas gigantes en la espalda. ¡Qué dolor!
Ahora, con treinta y pico, sigo igual. En la terraza de casa, en junio, con un poquito de sol, ya estoy buscando la sombrilla. No me gusta sentir que me estoy cocinando. Aunque… a ver, la vitamina D sí que la necesito, que me lo dijo el médico en la última analítica.
- ¿Beneficios?: Vitamina D (para los huesos, dice la abuela).
- ¿Riesgos?: Quemaduras, envejecimiento prematuro, cáncer de piel (eso lo leo en internet).
- Yo: Sombra, crema solar factor 50, y a correr.
Este año he ido a la playa dos veces contadas. Prefiero la piscina, que ahí por lo menos me puedo meter en el agua para refrescarme. Y siempre con la sombrilla, eh, que no quiero sustos. La radiación ultravioleta y yo no somos amigas.
¿Cómo se llaman los rayos del Sol?
¡Oye! ¿Los rayos del sol? Pues mira, se llaman de mil maneras, ¡es un lío! Pero lo principal, lo que te interesa, son las radiaciones UV, ¿no? A ver…
UVA, UVB y UVC, esos son los nombres, los tipos, vaya. Como si fueran tres hermanos peleones, cada uno con su onda. La UVA es la más fuerte, la que más llega a la Tierra, ¡uff!, te quema la piel que da gusto. La UVB, menos mal, llega menos, pero también te achicharra, ¡ojo con ella! Y la UVC, esa es la mala, la que te freiría si llegara, pero la capa de ozono la para, ¡qué bien!
Este año he estado en la playa con mi prima Ana, nos quemamos un montón, ¡qué desastre! Nos pusimos crema solar factor 50, pero aún así… Ana, la pobre, se quedó roja como un tomate, fue horrible. Yo, menos mal, me protegí mejor.
- UVA: La que más nos llega, la más peligrosa a largo plazo. Envejecimiento prematuro, arrugas…¡qué horror!
- UVB: Quemaduras solares, ¡ay!
- UVC: Bloqueada por la capa de ozono, ¡bendita capa de ozono!
Ya ves, ¡un tema complejo! Pero bueno, lo básico es eso, los tres tipos de rayos UV. Este verano me he propuesto protegerme mucho mejor. ¡Quemaduras, no gracias!
Recuerda usar protector solar, especialmente entre las 12 y las 16 horas, que es cuando el sol pega más fuerte, ¡ah! y las gafas de sol. ¡Es vital! También sombreros. Un paraguas, si hace falta. Protegerse del sol es importante. ¡No te lo tomes a la ligera!
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.