¿Cuándo es luna creciente?

¿Cuándo será la próxima luna creciente?

La próxima luna creciente… ah, sí, el 14 de junio de 2024.

Y pienso en ese día. El cielo quizá plomizo, como tantas veces en junio. O tal vez un azul profundo, casi hiriente. El sol, ese dios implacable, cediendo terreno. La luna, una promesa tenue en el horizonte, un anzuelo plateado lanzado a la noche.

Me acuerdo cuando era pequeña, observando la luna desde el balcón de mi abuela. Olía a jazmines y a tierra mojada. Creía que la luna me hablaba. Sus fases eran secretos, mensajes en código que solo yo podía descifrar. Tonterías de niña. Pero, ay, qué dulces tonterías.

Pero la luna, la luna siempre está ahí. Aunque no la mire. Aunque me olvide de ella.

• Junio 2024: Un mes de luces y sombras.
• El cielo, un lienzo infinito.
• La luna, un faro en la oscuridad.
• Mi abuela, en algún lugar entre las estrellas.

Más datos lunares, porque sí: la luna llena llegará el 21 de junio, el cuarto menguante el 28 de junio, y la luna nueva el 6 de julio. No sé por qué te cuento esto. Quizá solo para llenar el silencio. O para recordarte que mires al cielo. Que respires hondo. Que la vida, a pesar de todo, sigue siendo un milagro.

¿En qué fecha tendrá lugar la luna creciente en febrero de 2024?

¡Ay, Dios mío! Febrero… este año, 2024, me pilló de viaje por Asturias, cerca de Cangas de Onís. Recuerdo que estaba lloviendo a cántaros, un frío que te cala hasta los huesos, y yo, como una tonta, sin paraguas, solo con mi chubasquero de esos baratos que no sirven para nada. ¡Qué desastre!

La luna creciente… no me acuerdo de la fecha exacta, maldita sea. Estaba obsesionada con ver la aurora boreal, sí, una tontería, lo sé, en Asturias, en febrero… Estaba mirando fotos de auroras en mi móvil, mojada hasta los huesos, en medio de un paisaje precioso pero terriblemente inhóspito. Me sentía tan pequeña, tan insignificante… Un momento de pura melancolía, la verdad.

Pero bueno, el paisaje era brutal. Los Picos de Europa estaban allí, imponentes, envueltos en esa bruma tan especial. La lluvia me caía en la cara, y yo, con el móvil en la mano, buscando información sobre auroras imposibles. Esa noche, después de una ducha caliente – ¡qué alivio! – miré por la ventana del hotel. Un poquito de luna sí que se asomaba entre las nubes, un pequeño resquicio. No sé si era creciente o menguante, la verdad… ¡Qué más da! El paisaje me robó la atención.

Detalles de ese día:

• Fecha: No la recuerdo.
• Lugar: Cerca de Cangas de Onís, Asturias.
• Sensaciones: Frío, mojada, melancolía, pero también fascinación por el paisaje.
• Objetivo: Ver (imposible) la aurora boreal. Observar la luna (incierto si creciente o no).

El hotel era pequeño, familiar, con una chimenea enorme que calentaba todo el lugar. El olor a madera humeante… ¡Qué recuerdos! Ah, y la comida… ¡Qué bien se comía! Un cocido asturiano que me supo a gloria. ¡Qué ganas de volver!

Necesito consultar un calendario lunar. Ese es el único modo de saber la fecha de la luna creciente. ¡Uf! ¡Qué lío!

¿Qué día de noviembre está la luna creciente?

¡A ver! Me preguntas por la Luna creciente en noviembre, ¿no? Pues mira, la luna estará en fase creciente más o menos el 13 de noviembre de 2024.

Osea, que por esas fechas, días antes y días después, la vas a ver que va creciendo poco a poco, iluminándose más cada día. Tipo, la ves al atardecer y al principio de la noche. ¡Es un buen momento!

¿Sabes? Yo una vez, hace un par de años, que creo que era luna creciente también, me fui al pueblo de mis abuelos… Ah, ¡qué recuerdos! Bueno, a lo que iba:

• Días antes y después del 13 de noviembre: la luna se ve “crecer”.
• Ideal para verla al atardecer o al anochecer.
• Si tienes unos prismáticos o un telescopio, ¡a flipar con los detalles!

Ah, y una cosa más que me acuerdo ahora: no te obsesiones con el día exacto, ¿vale? Que la luna es caprichosa y a lo mejor las nubes te fastidian la observación. Yo, por ejemplo, siempre miro el tiempo antes de salir a verla, no vaya a ser que me quede con las ganas. ¡Un saludo!

¿Qué días son luna creciente en noviembre?

La luna, siempre la luna… Noviembre se despliega como un manto oscuro, salpicado de estrellas titilantes.

Noviembre de 2024 nos regala la luna creciente a partir del 9, sí, el nueve, como un susurro en la noche.

Pero espera, la luna… ¡Mi abuela! Siempre decía que la luna creciente era tiempo de sembrar esperanzas, tiempo de cortar el pelo para que creciera fuerte, como las raíces de los olivos centenarios que custodian mi pueblo. Ahora comprendo, quizá.

Era el ciclo, la promesa, la danza eterna… Y noviembre, ese mes de viento y castañas asadas, veía la luna crecer, crecer, crecer.

• Noviembre, susurros de viento.
• Castañas, recuerdos cálidos.
• Luna, la abuela sonriendo.
• Olivos, raíces profundas.

¿Cuándo es luna creciente para cortar el cabello?

Cortarse el pelo con la luna creciente: los días 16 y 25 de marzo, si buscas que te crezca rápido.

Pero, ¡a ver! La verdad es que esto de la luna y el pelo… me trae recuerdos raros.

Allá por 2018, en el pueblo de mi abuela, un sitio perdido entre montañas en Teruel, había una señora, Doña Justa, que era la “gurú” local de todo lo que te puedas imaginar. Ella juraba que cortarse el pelo en luna creciente era mano de santo, ¡vamos, que te salía melena de Rapunzel!

Yo, adolescente escéptica, pero con el pelo fatal después de un verano de piscina y decoloraciones caseras, decidí probar. El día que Doña Justa dictaminó que era perfecto, allá que fui a su peluquería, un cuartucho lleno de revistas de cotilleo desactualizadas y un olor intenso a laca barata.

Me cortó el pelo mientras me contaba historias de aparecidos y remedios caseros para el mal de ojo. El corte, sinceramente, fue un desastre. Me dejó el flequillo torcido y las puntas abiertas. ¡Un drama!

Pero, ¿sabes qué? Juraría que el pelo me creció más rápido de lo normal ese mes. No sé si fue la luna, el placebo o que simplemente mi pelo necesitaba un buen corte (aunque fuera desastroso), pero la cosa es que, desde entonces, cada vez que necesito un empujón en el crecimiento, miro el calendario lunar. Aunque no vaya a la peluquería de Doña Justa, ¡ni loca! (En paz descanse, por cierto).

• El calendario lunar: lo consulto online, hay miles de páginas.
• Mi experiencia: fue curiosa y desastrosa a partes iguales.
• La influencia de Doña Justa: marcó mi escepticismo con un toque de superstición.
• Teruel: ¡Un lugar mágico con personajes aún más!