¿Cómo se nombran los rayos?

¡Ay, los rayos! Siempre me han fascinado. ¿Sabes? Esa cosa fugaz, esa chispa que parte el cielo… ¿Quién diría que tiene nombre y apellido? Me quedé pensando en eso, ¿cómo nombramos algo tan efímero? Es casi un misterio.

Y lo que más me sorprendió es que el origen, el punto de partida, lo es todo. Un rayo XY no es lo mismo que un YX, ¡aunque toquen los mismos puntos! Es una locura, ¿no? Como si la dirección en la que se lanza la energía lo cambiara todo.

Me puse a pensar… y es que tiene su lógica. La trayectoria, la descarga… todo es diferente si empieza en un lugar o en otro. Me recuerda un poco a la vida, ¿sabes? El punto de partida, las decisiones que tomamos al principio, marcan el camino, aunque al final pasemos por lugares similares. Es como cuando mi abuela me decía: “El primer paso es el que cuenta, mijita.” ¡Y vaya que tenía razón!

A veces me pregunto, ¿quién se sentó a pensar en todo esto? ¿Quién decidió que un rayo necesita un nombre y un apellido según su origen? Son de esas cosas que me hacen sonreír, que me hacen pensar en la inmensidad del universo y en lo pequeños que somos, tratando de ponerle nombre a todo. Y aún así, maravillándonos con cada rayo que ilumina la noche.