¿Cuál fue la teoría de Alfred Wegener?

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La teoría de Alfred Wegener, expuesta en 1915, es la Deriva Continental. Postulaba que los continentes se desplazan sobre el lecho oceánico, más delgado, como...

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¿La teoría de Alfred Wegener? A ver, ¿quién no se ha quedado flipando alguna vez mirando un mapa y pensando que Sudamérica y África encajan como piezas de un puzzle gigante? Pues eso mismo le pasó a Wegener. Su teoría, la de la Deriva Continental, la presentó allá por 1915, imagínense… ¡hace más de un siglo! Básicamente decía que los continentes no están quietos, que se mueven, que “flotan” –bueno, no flotan exactamente, pero se desplazan– sobre el fondo del océano, que es más fino, como… ¿cómo explicarlo? Como si fueran barcos de piedra navegando sobre un mar de… roca fundida. Algo así.

Yo me acuerdo de pequeño, viendo un documental en la tele –creo que era del Canal Historia–, y me quedé fascinado. Pensaba: “¿En serio? ¿Los continentes se mueven?” Me parecía una locura, pero a la vez… tenía sentido. Es que, mírenlo ustedes mismos, ¡es obvio! ¿Cómo si no se explica esa forma tan… peculiar que tienen?

Wegener decía que hace millones de años todos los continentes estaban unidos en uno solo, un supercontinente llamado Pangea. Y luego, con el tiempo, se fueron separando, derivando… como hojas llevadas por la corriente. ¿Suena poético, verdad? Pero claro, en su época le tomaron por loco. ¿Imaginan? Presentar una idea tan revolucionaria y que nadie te crea. Debió ser duro.

He leído por ahí –no recuerdo dónde, la verdad– que algunos estudios dicen que los continentes se mueven a una velocidad de… no sé, ¿unos pocos centímetros al año? Parece poco, ¿verdad? Pero es que en millones de años… ¡es una barbaridad! Es como si nosotros, con nuestros pasitos cortos, fuéramos capaces de dar la vuelta al mundo.

Es que es alucinante, ¿no? Pensar en esas fuerzas inmensas, en esos movimientos imperceptibles que van cambiando la faz de la Tierra… A veces me quedo mirando el mar y pienso en todo lo que hay debajo, en esas placas tectónicas moviéndose, chocando… Y me siento pequeño, insignificante. Pero a la vez, parte de algo grandioso. ¿No les pasa a ustedes?