¿Cuáles son los 4 tipos de estudios?

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Dankhe (1986) clasifica la investigación en cuatro tipos principales: exploratorios, que abordan temas poco conocidos; descriptivos, que detallan características de un fenómeno; relacionales o correlacionales, que examinan vínculos entre variables; y explicativos, que buscan las causas de los fenómenos.

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Más Allá de la Simple Clasificación: Una Mirada Profunda a los Cuatro Tipos de Estudios

La investigación, motor del progreso en cualquier campo del conocimiento, se estructura a través de diferentes metodologías. Si bien existen numerosas clasificaciones, la propuesta de Dankhe (1986), que divide la investigación en cuatro tipos principales, ofrece un marco claro y útil para comprender la diversidad de enfoques investigativos. Más allá de una simple enumeración, profundicemos en las características y matices de cada tipo, trascendiendo la simple definición y explorando sus implicaciones prácticas.

1. Estudios Exploratorios: Abriendo Camino en la Oscuridad del Desconocimiento:

Estos estudios son los pioneros, los exploradores que se adentran en territorios inexplorados del conocimiento. Se enfrentan a temas poco conocidos, ambiguos o incluso controvertidos, donde la información disponible es escasa o fragmentada. Su objetivo no es ofrecer respuestas definitivas, sino generar hipótesis, definir conceptos, identificar variables relevantes y, en definitiva, allanar el camino para investigaciones posteriores más profundas. Un ejemplo sería un estudio exploratorio sobre las experiencias de personas que utilizan una nueva tecnología emergente, buscando identificar patrones iniciales de adopción y uso. La metodología empleada suele ser cualitativa, utilizando entrevistas abiertas, grupos focales o análisis de textos para obtener una comprensión inicial del fenómeno.

2. Estudios Descriptivos: Iluminando la Realidad con Precisión:

Una vez que el terreno ha sido explorado, los estudios descriptivos entran en escena para ofrecer un retrato detallado del fenómeno en cuestión. Se centran en describir las características de una población, un evento o un proceso, con la mayor precisión y objetividad posible. No se limitan a una simple descripción superficial, sino que buscan cuantificar y analizar las variables relevantes, ofreciendo una imagen completa y sistemática. Un ejemplo sería un estudio descriptivo que analiza la prevalencia de una enfermedad en una región específica, incluyendo datos demográficos y factores de riesgo asociados. La metodología empleada puede ser tanto cualitativa como cuantitativa, dependiendo de la naturaleza del fenómeno estudiado.

3. Estudios Relacionales o Correlacionales: Descifrando las Conexiones entre Variables:

Estos estudios van un paso más allá de la simple descripción, buscando establecer relaciones entre variables. Se preguntan si existe una asociación entre dos o más variables, y si esa asociación es significativa. Es importante destacar que la correlación no implica causalidad: la identificación de una relación entre dos variables no significa que una cause la otra. Un estudio correlacional podría analizar la relación entre el consumo de azúcar y la incidencia de caries dentales, identificando si existe una correlación positiva entre ambas variables. La metodología predominante es cuantitativa, utilizando técnicas estadísticas para analizar la fuerza y la dirección de la asociación entre las variables.

4. Estudios Explicativos: Desvelando las Causas y los Mecanismos:

Los estudios explicativos representan el nivel más profundo de investigación. Su objetivo principal es comprender las causas de un fenómeno, identificando los mecanismos que lo producen y las variables que lo influyen. A diferencia de los estudios correlacionales, que se limitan a identificar asociaciones, los estudios explicativos buscan establecer relaciones causales, utilizando diseños experimentales o quasi-experimentales para manipular variables y observar sus efectos. Un ejemplo sería un estudio explicativo que investiga la eficacia de un nuevo fármaco en el tratamiento de una enfermedad, comparando los resultados de un grupo de pacientes que reciben el fármaco con un grupo control que recibe un placebo. La metodología suele ser cuantitativa, aunque puede incorporar elementos cualitativos para enriquecer la comprensión del fenómeno.

En conclusión, la clasificación de Dankhe (1986) proporciona un marco útil para comprender la diversidad de enfoques investigativos. Sin embargo, es importante recordar que estas categorías no son mutuamente excluyentes, y muchas investigaciones integran elementos de diferentes tipos de estudios para ofrecer una comprensión más completa y holística del fenómeno en cuestión. La elección del tipo de estudio dependerá de la pregunta de investigación, los recursos disponibles y el estado del conocimiento previo sobre el tema.

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