¿Cuánto vale cada signo musical?

3 ver

La duración de las figuras musicales se relaciona proporcionalmente. La redonda equivale a dos blancas, la blanca a dos negras, la negra a dos corcheas y la corchea a dos semicorcheas. Cada figura tiene la mitad de duración que la anterior y el doble de la siguiente.

Comentarios 0 gustos

El Valor Relativo de las Figuras Musicales: Una Danza de Proporciones

En el fascinante universo de la música, el silencio y el sonido se entrelazan en una coreografía precisa, dictada por la duración de cada nota. No se trata solo de qué nota se toca, sino de cuánto tiempo vibra en el aire. Este tiempo, la duración, es lo que da vida al ritmo y a la melodía, y se representa visualmente a través de las figuras musicales. Pero, ¿cuánto “vale” cada una de estas figuras? La respuesta no se mide en segundos o milisegundos, sino en una elegante danza de proporciones relativas.

Imaginemos la redonda como la matriarca de la familia rítmica. Ella establece el valor fundamental, la unidad de medida a partir de la cual se derivan todas las demás. Si a la redonda le asignamos un valor hipotético de “1”, el resto de las figuras se despliega en una cascada de mitades perfectas.

  • Redonda: Nuestro punto de partida, la unidad de referencia (1). Visualízala como un círculo vacío, sereno y completo.

  • Blanca: La mitad de la redonda (1/2). Su nombre y su forma, un círculo vacío con una plica, evocan una ligereza que se refleja en su duración, la mitad de su predecesora.

  • Negra: La mitad de la blanca (1/4). Su cabeza rellena de tinta simboliza quizás una mayor densidad sonora, aunque su duración sea la mitad de la blanca.

  • Corchea: La mitad de la negra (1/8). Una pequeña plica con un gancho se une a la cabeza rellena, indicando su carácter más ágil y fugaz.

  • Semicorchea: La mitad de la corchea (1/16). Dos ganchos en su plica nos advierten de su velocidad, su duración es la mitad de la corchea.

Esta relación proporcional se mantiene constante. Cada figura tiene el doble de duración que la siguiente y la mitad de la anterior. Es importante comprender que la duración real en segundos de una redonda, y por lo tanto de todas las demás figuras, dependerá del tempo de la pieza musical. Un tempo lento asignará una mayor duración en segundos a la redonda, mientras que un tempo rápido la acortará.

Pensar en el valor de las figuras musicales como valores absolutos en tiempo sería un error. La clave reside en su interrelación, en la proporción que guardan entre sí. Es esta danza de mitades y dobles la que teje la trama rítmica de la música, permitiendo que las melodías respiren, que los ritmos se acentúen y que las emociones se expresen con precisión y belleza. La verdadera magia reside en la proporción, no en el valor absoluto.