¿Por qué la luna bloquea el sol?

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Un eclipse solar sucede porque la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra. La Luna proyecta una sombra sobre la Tierra, con una umbra (sombra oscura central) donde el Sol queda totalmente oculto, y una penumbra (sombra parcial) donde el eclipse es parcial.

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¿Por qué la luna, esa bola blanca tan misteriosa, se pone a veces entre el sol y nosotros? ¡Qué cosa más impresionante, verdad?! Un eclipse solar… Recuerdo el primero que vi, de niña. Estaba en el patio de mi abuela, con ese sol de verano que te quema la piel, y de repente… ¡se empezó a oscurecer! Un frío raro, una especie de silencio… como si el mundo contuviera la respiración. ¿Te acuerdas de alguna sensación parecida?

Es que, bueno, la explicación es sencilla, aunque sigue siendo mágico. La luna, esa compañera silenciosa de nuestras noches, se pone justo en medio. Entre el sol, esa bola de fuego gigante que nos da vida, y nosotros, aquí, tan pequeños, en nuestro planeta azul. La luna proyecta una sombra, ¿sabes? Una sombra oscura en el medio, la umbra, donde el sol desaparece por completo. ¡Como si alguien lo hubiera tapado con un dedo gigante! Y luego está la penumbra, una sombra más suave, donde solo ves el sol medio escondido… como si alguien le estuviera haciendo cosquillas.

Recuerdo que esa vez, solo vimos una penumbra, un eclipse parcial. Pero incluso así, fue algo… indescriptible. Me acuerdo de la gente en la calle, mirando hacia arriba, todos con esa misma sensación de asombro. Es como… ¿no te parece increíble que algo tan pequeño, como la luna, pueda tapar algo tan grande como el sol?

Había leído luego que, según algunos estudios – ¡y creo que son muchísimos! – hay miles de eclipses solares cada siglo. ¡Miles! Pero, claro, no todos los podemos ver desde donde estamos. ¡Qué rabia, verdad?! Depende de dónde estés parado en la Tierra, si tienes suerte… ¡y si el cielo está despejado, claro! Porque una nube traviesa puede arruinar toda la magia en un segundo. A veces la naturaleza nos juega malas pasadas… o mejores, ¡depende de cómo lo mires!