¿Qué es la coordinación según los autores?

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La coordinación, según autores en 2009, se refiere a la interrelación espacio-temporal de los segmentos del cuerpo al ejecutar una acción. Implica la armonización de movimientos para lograr un objetivo específico, optimizando la eficiencia y precisión en la tarea realizada mediante la sinergia de las partes del cuerpo.

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Más allá de la simple sincronía: Una mirada a la coordinación según diferentes autores

La definición de “coordinación” puede parecer, a primera vista, sencilla: la capacidad de realizar movimientos fluidos y precisos. Sin embargo, una exploración más profunda, a través de la lente de diferentes autores, revela una complejidad fascinante que trasciende la mera sincronía de movimientos. Si bien la afirmación de que la coordinación, según autores en 2009, se refiere a la “interrelación espacio-temporal de los segmentos del cuerpo al ejecutar una acción”, sentando las bases de una definición funcional, la realidad es que la conceptualización de la coordinación ha evolucionado y se ha enriquecido a lo largo del tiempo, dependiendo del enfoque disciplinario – neurología, psicología, fisioterapia – y del contexto de estudio – deporte, música, tareas cotidianas.

Mientras que la definición de 2009 se centra en la eficiencia y precisión a través de la sinergia corporal, otros autores han profundizado en aspectos cruciales que la complementan y amplían. Por ejemplo, autores desde una perspectiva neurofisiológica, han enfatizado el rol crucial de las redes neuronales en la planificación y ejecución de movimientos coordinados. No se trata solo de la simple suma de acciones individuales de músculos y articulaciones, sino de un complejo proceso de integración sensorial y motora, donde la información proveniente de diferentes receptores (propioceptivos, visuales, vestibulares) se procesa y se traduce en comandos motores precisos. En este sentido, la coordinación implica una sofisticada interacción entre estructuras cerebrales como el cerebelo, los ganglios basales y la corteza motora.

Desde una perspectiva más conductual, la coordinación ha sido estudiada en el contexto del aprendizaje motor. Aquí, la atención se centra en el proceso mediante el cual se adquieren y automatizan patrones de movimiento coordinados. Autores en este campo han destacado la importancia de la práctica, la retroalimentación y la adaptación para el desarrollo de la coordinación. La capacidad de ajustar los movimientos en respuesta a las demandas cambiantes del entorno es un aspecto crucial que define la habilidad coordinativa. La plasticidad cerebral juega un papel fundamental en este proceso, permitiendo la reorganización de las redes neuronales para optimizar la ejecución motora.

Finalmente, la perspectiva ecológica, le da un giro al concepto al situar la coordinación dentro del contexto ambiental. Autores pertenecientes a esta escuela enfatizan la interacción dinámica entre el individuo y su entorno, destacando la capacidad del individuo para percibir y responder a las oportunidades de acción que se presentan en su contexto inmediato. La coordinación, desde esta perspectiva, no solo se centra en las características internas del individuo, sino también en la interacción adaptativa con las restricciones ambientales.

En conclusión, aunque la descripción de la coordinación como una “interrelación espacio-temporal” ofrece una base sólida, la comprensión completa requiere integrar diversas perspectivas. La coordinación es un proceso multifacético que implica la interacción compleja entre el sistema nervioso, el cuerpo y el entorno, donde la eficiencia, la precisión, el aprendizaje y la adaptación juegan un papel fundamental en la ejecución de movimientos fluidos y armoniosos. Una investigación exhaustiva debe considerar las aportaciones de diversas disciplinas para comprender completamente esta habilidad fundamental del ser humano.